Mi Mejor Error (AD #2) ✓

29.- Lento

Jake

Quisiera poder expresar con palabras lo pleno que me siento cuando estoy con Kylie. No importa lo que estemos haciendo. Si estamos follando o peleando, no importa. Cada vez que estoy con ella me siento… feliz.

No hay otra palabra para describirlo. Es pura, fuerte, dolorosa felicidad.

Sus labios se sienten suaves y cálidos contra los míos, su lengua provoca ligeros roces contra la mía. El beso que compartimos es lento, exploratorio, pero lleno de amor y deseo. Estamos jadeantes en cuestión de segundos. Aprieta sus piernas alrededor de mi cintura, sus manos acarician lentamente mi espalda, enviando una ola de excitación a todo mi cuerpo solo por su lento toque.

Mis manos lentamente se esconden debajo de su camiseta vieja y acaricio su cuerpo lentamente. Desde su abdomen, su cintura hasta llegar a sus pechos. Gimo al sentir la dureza de sus pezones en mis manos. Mi polla dura amenaza con hacer un agujero en los boxers.

Kylie jadea cuando mi erección hace presión contra su entrada.

—Jake… —murmura mi nombre cuando rompe el beso.

Está con las mejillas sonrojadas que combinan con su cabello rojo. Juego con sus pechos en mis manos y la veo morder su labio inferior.

—Haz algo —su voz suena torturada y cierro mis ojos con fuerza antes de abrirlos y fijar mi mirada en ella.

—Quiero tomarme mi tiempo —digo y me inclino nuevamente para besar su cuello—. Quiero adorarte —subo su camiseta para revelar sus pechos—. Quiero hacerte sentir bien —hundo mi cara entre sus tetas y ella gime—. Quiero hacerte sentir amada.

Lamo en medio de sus pechos y beso lentamente el camino hacia su pezón izquierdo. Es rosado y algo pequeño, pero que queda muy bien en un gran pecho pesado de Kylie. Lamo la aureola rosada antes de meterlo a mi boca y succionar ligeramente. Ella gime duro, enviando ese sonido a la punta de mi polla. Pero no puedo fijarme en lo que deseo justo ahora.

Quiero que ella se sienta bien, que sepa lo mucho que la amo. Puede que apeste demostrando mi amor de otra manera, pero soy bueno en esto.

Si no puedo demostrar con palabras mis sentimientos, pues mi cuerpo lo hará.

Beso un pecho y luego el otro, provocando la misma atención. Toco su cuerpo como si me pagarán por ello. Su cintura, su abdomen, sus caderas… la cinturilla de sus pantalones de pijama me piden a gritos que la retire de sus caderas para que yo pueda meter mi mano ahí.

Mis labios dejan sus pechos y subo a su boca, besándola más profundo, con mucha más hambre. Mi mano traviesa se adentra en sus pantalones. Puedo sentir su humedad por encima de las bragas y eso nos roba un gemido a ambos.

—Estás tan húmeda —gruño en sus labios y la froto suavemente sobre su ropa interior.

—Jake, estoy tan mojada —murmura, su voz agitada—. No voy a durar mucho si haces eso.

—¿Qué cosa estoy haciendo? —pregunto y hago sus bragas a un lado, cosa que es un terrible error, ya que al sentir su piel caliente y húmeda bajo mis dedos, siento que puedo correrme en este mismo instante—. Mierda.

—Oh, Dios —me abraza más cerca a su cuerpo mientras froto su clítoris en pequeños círculos—. No necesito más juego previo.

—¿Estás segura?

Quiero replicar, pero yo también siento que estoy a punto de perder la cordura si la sigo tocando de esta manera.

—Si —murmura—. Hazme el amor, Jake.

Sonrío al escucharla y retiro mi mano de su cuerpo para incorporarme. Deslizó su camiseta por encima de su cabeza hasta que queda fuera de su cuerpo y retiro los pantalones junto con las bragas. Me coloco de rodillas y observo lo hermosa que luce, acostada, completamente desnuda, su cuerpo temblando en expectativa. Sus ojos me miran con intensidad y su rostro está sonrojado. Es hermosa.