Mi Mejor Error (AD #2) ✓

60.- Sucio

(Capítulo fuerte +18)

Kylie

Una semana después

Sonrío con un poco de malicia al ver la hora en el reloj sobre la mesita de noche en la cómoda, son las once y cincuenta y tres de la noche, a sólo unos minutos para el cumpleaños de Jake.

A pesar de toda nuestra historia, a penas es el segundo cumpleaños de Jake como mi novio, en el que pasamos juntos. En el primero solo tenía diecisiete años, era muy inexperta, mi único chico había sido Jake y aún así me daba miedo experimentar cosas nuevas con él. Bueno, pues ya no tengo diecisiete y puedo hacer que esta noche sea algo magnífico.

Este año será jodidamente diferente.

Puede que acostarme con otros chicos en mi primer año de universidad, los chicos que usé para intentar olvidarme de Jake, hayan servido de algo, al fin y al cabo. Me sorprendo de mi misma al recordar todas las cosas que aprendí con ellos.

Miro la hora otra vez. Once y cincuenta y cinco.

Observo a Jake dormir. Está usando sólo su bóxer, así que su torso está desnudo, dejando a la vista los tatuajes de sus brazos y los pocos tatuajes en su espalda ya que se encuentra boca abajo. No tuvimos sexo esa noche porque mentí y dije que estaba muy cansada para hacerlo, pero en realidad estaba guardando mi energía para algo como esto.

Me pongo de pie con cuidado de despertarlo. Él se queja un poco pero sigue durmiendo. Genial. Me retiro la camiseta por encima de la cabeza y me bajo los pantalones, quedando en la lencería roja que había guardado para él. Me miro en el espejo y peino mi cabello rojo con mis manos, de una manera que luzca sensual y caigo por mi hombro y pecho, mientras que la otra mitad cae por mi espalda. Limpio por debajo de mis ojos cualquier rastro de rimel o lagañas y abro lentamente el cajón del velador junto al espejo. Tomo el lápiz labial más rojo e intenso que tengo y me lo aplico, colocandome más de una capa. Mis labios lucen grandes y es lo único que llevo en mi rostro. Voy a sudar, así que el maquillaje queda obsoleto ahora a excepción del lápiz labial que va a juego con mi cabello y la lencería.

Volteo para mirar la hora en el reloj. Las doce y cinco. Es el cumpleaños de Jake. Eso me roba una sonrisa.

Observo el espejo nuevamente y acomodo mis pecho sobre el sujetador de encaje rojo. Mis pecho lucen levantados y, no sé si es por el embarazo, pero lucen un poco más grandes.

Acomodo mis pequeñas bragas, que consiste en solamente una tanga y también acomodo el liguero en mi pierna derecha. Me veo sexy. Me siento sexy.

Lentamente, me acerco a la cama y me acuesto en mi lugar. Volteo hasta estar de lado, junto a Jake, acaricio su espalda con mi dedo, trazando los músculos duros, los tatuajes en su piel. Él murmura algo en sueños, pero no puedo distinguir qué es.

Me estiró sobre la cama y mis labios tocan su hombro desnudo. Lo escucho suspirar a medida de que bajó mis labios por su bícep. Beso su hombro, bícep, espalda… y lo siento suspirar. Me retiro cuando gime suavemente y lo veo. Sus ojos siguen cerrados, su mejilla sigue contra la almohada, pero está sonriendo.

—Hola —dice con voz adormilada y jadea cuando me coloco sobre él, está boca abajo, pero por la forma en que tensa su espalda sé que su erección no tardará tanto en formarse.

Me inclino hasta que mis pechos pesan sobre su dura espalda y mi boca queda a la altura de su oreja. Puedo ver que su fuerte y masculina mano aprieta las sábanas.

—Feliz cumpleaños —murmuro en su oído y me incorporo, levantándome un poco hasta que él pueda colocarse boca arriba. Sonrío cuando sus ojos azules brillan con hambre al ver mi lencería.