VI.

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La luna estaba en su punto más alto esa noche, la mayoría de las parejas que habían salido a celebrar el 14 de Febrero habían vuelto a sus hogares o eran víctimas de la pasión en uno de los tantos moteles que se encontraban abiertos

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La luna estaba en su punto más alto esa noche, la mayoría de las parejas que habían salido a celebrar el 14 de Febrero habían vuelto a sus hogares o eran víctimas de la pasión en uno de los tantos moteles que se encontraban abiertos.

El pelinegro con chaqueta de cuero se encontraba en el borde de un abandonado edificio mientras veía a lo lejos, se encontraba más hundido en sus pensamientos que de costumbre. Trataba de recordar si en su vida antes de ser un criminal había festejado ese día, si había recibido alguna inocente carta de sus admiradores o si había comido chocolates que le regalaran sus amigos; llegó a la conclusión de que no tenía admiradores ni amigos.
No le fue complicado recordar que se encontraba sumido en su fantasía de ser héroe y los entrenamientos consumían gran parte de su tiempo.

Pensó en lo más similar a una pareja que tenía en su vida y recordó a sus padres, pero no lograba recordar si su padre le había regalado flores a su madre ese día o si su madre había escrito alguna carta para su viejo.

—Es imposible, esos dos nunca se amaron.

Él pensó que estaba hablando solo, pero una persona que había sido citada a ese preciso lugar, logró escucharlo.

—¿Qué pasa, Dabi? ¿La oxitocina en el aire te está poniendo más melancólico que de costumbre? Pensé que eras menos susceptible a los sentimientos mundanos.

Dabi no se inmutó por recibir respuesta, su cita era especialmente impuntual pero no le importaba, nunca le importó.

—Nah, solo recordaba muertos.—Dabi volteó a ver un punto muerto entre las sombras.— ¿Usted qué opina, doc, me veo más enfermo que de costumbre?

Una figura lúgubre salió de entre la oscuridad, era intimidante pero algo le hacía extrañamente atrayente, como si pudieras desarrollar una fácil obsesión por esa persona.

—Siempre has tenido cara de enfermo pero tus sentimientos te hacen ver como un idiota.

—Siempre diciéndome cumplidos, te lo agradezco.

Ambos habían comenzado a acercarse, el contacto visual era algo muy común entre esos dos villanos; si uno cedía ante la mirada del otro, era débil.

—¿Por qué quisiste verme esta noche? ¿Shigaraki dió más instrucciones?

Dabi meditó un poco su respuesta, pareciera que ambos eran tan inestables que olvidaban que estaban en una relación. Tal vez solo él pensaba que eran un noviazgo.

—Es Día del Amor. Pensé que podría estar un rato con, lo que se supone, es mi pareja.

Una risa amarga fue su respuesta, a Hel le parecía hilarante que el pirómano tuviera planes para un día tan empalagoso como lo era ese.

Nunca tuvo una cita de San Valentín, un amante o al menos un amigo para celebrar y en el fondo no le interesaba. Era alguien que haría lo que fuera para cumplir sus objetivos: mentir, robar o matar.

𝑽𝒂𝒍𝒆𝒏𝒕𝒊𝒏𝒆'𝒔 𝑫𝒂𝒚 [バレンタイン・デー]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora