𝑽𝒂𝒍𝒆𝒏𝒕𝒊𝒏𝒆'𝒔 𝑫𝒂𝒚 [バレンタイン・デー]

XI.

[💛⚡]

La luna estaba más brillante aquella noche, parecía un faro encima de las nubes que se colaban por el cielo y seguían su camino.

Denki sentía el aire frío entrar por su chaqueta y recorrer toda su espalda, maldijo no haber elegido un atuendo más abrigador. Se le ocurrió la bizarra idea de que su cita fuera quien le diera su chaqueta a él, ese pensamiento lo hizo reír y entrar un poco más en calor. Los letreros neones que decoraban la ciudad eran el único plan que tenía para aquella salida que había organizado de imprevisto pero pensó que mostrarle uno de sus lugares favoritos a Sora sería una gran muestra de su amor.

A lo lejos, entre la multitud de la gente, pudo ver a su cita con ese suéter negro tan grande que le cubría del frío. El aire nocturno movía el cabello de ambos, Denki veía a Sora y parecía que su ser era la encarnación de lo etéreo. Deseaba quedarse un poco más en esa posición pero no quería que ambos atraparan un resfriado.

—¡Sora! ¡Aquí!—Gritó Denki a la distancia, atrayendo la atención de algunos peatones y de su cita, quien se acercó a zancadas hasta el lugar donde se encontraba el chico de pelo amarillo.—¿No te dejé mucho tiempo esperando, verdad?

—Para nada, de hecho acabo de llegar.—La bufanda blanca que Sora traía para aminorar el frío que golpeaba su cuerpo cubría hasta la punta de su nariz que se encontraba ligeramente enrojecida.

Denki estaba completamente emocionado por llevar a Sora a uno de sus lugares preferidos, esperaba que le gustara, más que nada por el trayecto que debían recorrer antes de llegar.

—No puedo creer que la temperatura bajara tan rápido, todos los demás subieron fotos de sus citas y se veían completamente a gusto.—Una de las actividades favoritas de Sora era quejarse por lo más mínimo que le sacará de su zona de confort. El frío era uno de sus descontentos más constantes.

Denki tomó su mano y comenzaron a caminar entre la multitud de gente, algunos entraban a las cafeterías para refugiarse del frío que aire que recorría las calles y otros seguían su camino como si nada.

—Tal vez, después, podríamos pasar a una cafetería.—Dijo Denki, tratando de animar a Sora.— Aunque dudo que tengas frío al regresar del lugar de la cita.

Era difícil para Sora saber si había entrado en calor por el tiempo que llevaba caminando o por las palabras que su novio había dicho.

—¿A qué te refieres con eso? ¿Tienes otros planes en mente?— la mente de Sora se nubló al instante mientras cerraba sus ojos y se dejaba guiar por Denki, quien seguía caminando.

—Nop, es que hay escaleras, muchas. Tal vez te canses un poco, de ser así te puedo cargar.

Denki cortó el ambiente romántico que Sora había creado y cortó de golpe todos los escenario imaginarios que pasaron por su mente. Escaleras, sin duda una de las cosas menos favoritas para Sora.