Capítulo 6

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Dos.

Una semana después

Los ojos se me cierran por sí solos cuando me encuentro parada en el campo de entrenamiento a las cuatro de la mañana a la espera de la tropa que tengo que dirigir. El haberme acostado a las dos de la mañana no fue de mucha ayuda para mi cuerpo.

Ya que amanecerme tan solo para buscar información sobre los Velardi lo único que me hizo fue perder el tiempo. Consiguiendo solo los datos de un tal Emiliano, hombre el cual logre investigar tras encontrar una página donde salían todos sus datos. Siendo conocido como un Psicópata que fue capaz de matar a sus padres a sangre fría y vender a sus hermanas a varios clanes para ser prostituidas.

Pero antes de eso, el único hombre que la familia había tenido, se encargó de violarlas. Dando como resultado de la autopsia, las heridas que les hizo y que sean muchos los psicólogos reconocidos los que dijeran que no solo es psicópata, si no también un sádico que le gusta ver sufrir al resto.

llevando a que las personas que este toma como presa, no logren contar el final de su historia, ya que el mismo se encarga de descuartizarlas luego de utilizarlas para después hacer uso de su carne como comida para perros. Los cuales cuidan de él al momento de salir de su cueva.

¿Asqueroso?,si. ¿Primera vez que leo algo de este estilo?, no. Este tipo de personas suelen nacer así, o tener traumas de pequeños, los cuales hacen que la persona se convierta en algo que de pequeño no es.

—Capitana.

Salgo de mis pensamientos cuando veo a la tropa parada en dos filas al frente de mi.

notando como todos se mantienen rectos mientras es Dimitri el encargado de hacerme reaccionar, manteniendo la debida distancia de un metro. El chico de veinticinco años aún tiene su dedo extendido sobre mi hombro.

quitandolo casi al instante cuando me le quedo viendo. Dando que segundos después vuelva a liderar una de las filas. Donde me encargo de pasar lista para ver las personas que tengo, notando en ese entonces que me faltan dos chicas.

las cuales vienen caminando como si nada hubiera pasado, con una taza de café entre sus manos.

—Buenos días Capitana Boyer—ambas chicas dicen a la vez, antes de dejar el café en mi mano y continuar su camino al final de ambas filas con unas sonrisas en sus rostros.

Sin darme cuenta tomo un sorbo del café que trajeron de la cafetería,no esta mal, es lo minimo que pueden hacer tras haber llegado cinco minutos tarde a mi entrenamiento matutino, donde minutos después la tropa comienza a elaborar el circuito final para ver si quedan fijos.

—Capitana...

—Sin quejas Dimitri—comento cuando se para al frente de mi con la respiración agitada—,faltaste un día porque según tenias fiebre, te lo deje pasar, ahora calla y corre si no quieres irte de la tropa.

—Pero...

levanto la vista de mi carpeta para ver al chico de cabello castaño con ojos marrones observarme con el sudor cayendo por su frente. El ver su uniforme lleno completamente de barro me hace girar para ver al resto de sus compañeros.

Consiguiendo al resto del grupo en el mismo estado, unos quizás peor, pero lo que me sorprende es ver el cronómetro y darme cuenta de que bajaron cinco minutos de su tiempo anterior.

  Evolucionaron.

se encuentran cansados y sin energía. Pero aunque me cueste admitir, la mejoría que estos han tenido con el pasar de los días, me sorprende. Pensé que ponerlos en forma sería peor. Pero estos mismos se encargaron de callarme la boca por si solos.

Evil Force [En Actualización]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt