06

92 18 0
                                    

Yeosang sintió que volver al gimnasio fue un error gigantesco apenas puso un pie allí, San al ver que el azabache estaba en mejores condiciones físicas lo obligó de inmediato a empezar con el plan, ya sudaba por lugares que no sabía que podía sudar, sin embargo tampoco estaba incómodo, allí nadie lo obligaba ni lo monitoreaban pues ahí todos ejercitaban porque querían y nadie se metia en la vida del otro, pudo ir a su ritmo y de apoco adaptarse a la rutina, debía ejercitar constantemente, pero era duro, jamás había entrenado de esa forma en su vida y empezar de la nada fue extremadamente agotador.

Una semana pasó en el que siguió con el plan de ejercicio, fue tanto el cambio brusco en su rutina que incluso se durmió en algunas clases y Wooyoung no paró de preguntarle que hacía y porque tanto misterio, también tuvo que hacer algunos trabajos de su jefe, lo que hizo que estuviera cansado la mayor parte del tiempo con pocas horas de dormir y agotamiento físico.

-¿Me das tu número de teléfono?-preguntó el de cabellos rosas una tarde, Yeosang se sorprendió, pero asintió al instante-¿Por que te sorprendes tanto, en algún momento tendría que pedirtelo, nos vemos casi todos los dias-hablo con una gran sonrisa.

-Eh, sí tienes razón-nervioso buscó entre sus cosas hasta dar con el aparato en cuestión-aquí está- Y así fue como Yeosang consiguió el número de Choi, no se hablaron por allí, pero al menos lo tenía de emergencia y le avisaba si el gimnasio estaría cerrado, cosa que no ocurría muy seguido.

Cuando pasaron tres semanas Kang ya tenía más o menos dominado su tiempo y su rutina de ejercicio, iba a la noche, pasaba allí casi tres horas y volvía a dormir, en el gimnasio de apoco empezó a sentirse más cómodo con los demás, si bien no se relacionaba mucho siendo él un poco tímido, cada tanto intercambiaba conversaciónes con HongJoong o con Jeongin, un chico que si bien no era novato llevaba poco tiempo allí lo que les permitió hablar con más ligereza. Por otro lado había momentos incómodos, como cuando Mingi estaba ahí y lo fulminaba con esa mirada filosa y para nada agradable, como si estuviera juzgandolo y estaba seguro que se reia de él a sus espaldas. A San pocas veces lo veía, siempre estaba entrenando solo o haciendo de las suyas, a veces venía a despedirse, aunque solo eso bastaba para que Yeosang se fuera con una amplia sonrisa a su casa.

-¡Ya se!-se levantó de pronto Wooyoung de la mesa del comedor de la universidad-tienes pareja y me lo estás ocultando.

Yeosang rodó los ojos.

-Y salen en las noches, por eso llegas a dormir aquí, no me mientas yo lo se todo-le acusó con el dedo-aunque eso no explica que hayas llegado tan mal ese día, ¡¿él te golpea?!

El azabache tomó el pedazo de pan que le quedaba de su almuerzo y se lo metió a Wooyoung en la boca.

-No grites esas cosas, después me mandan al psicólogo por tu culpa-se quejó, su amigo prácticamente se tragó el pan antes de volver a hablar.

-¿No que te mandarán regularmente?-

-Al parecer es una señora ocupada, pero mejor para mí, también tengo cosas que hacer-sintió su celular vibrar en el bolsillo, pero no era ni el lugar ni el momento.

-Sí bueno, ni siquiera pasas tiempo conmigo ya-se quejó el moreno-me tienes olvidado y mamá pregunta por ti.

-Dile que iré a visitarla pronto-Wooyoung tomó sus cosas y se despidió, su clase comenzaba antes. Entonces sacó por fin el aparato, encontrándose con un mensaje en particular.

"Yeosang, hoy será tu primera practica de pelea, ven más temprano al gimnasio"

El azabache lo leyó varias veces pensando que su vista le fallaba, pero el mensaje seguía allí, con Choi San como remitente, no sabía si estar feliz o aterrado, la visita a los Jung realmente no sería pronto.

Cold-Blooded/《SanSang》Where stories live. Discover now