Capítulo 9 Alerta roja

2.3K 336 54
                                    

- ¿Segura que llevaras este plan a cabo junto con nosotros, Ziyi?

- Es arriesgado, princesa, se involucran armas, bombas, balas, sangre, no creo que quieras manchar tus manos de porcelana en esto, y menos por venganza, ¿O si? - Rió burlón.

- Es mi decisión, cariño, y sí, lo haré y más que nada por ese chico chismoso, ugh, me da asco de sólo recordar su...

- Sí ya entendimos, deja de quejarte, ahora, firma aquí.

- ¿Mi firma? ¿Para qué mierda necesitas mi firma?

- Es por si te llegas a hacer la víctima, aquí no queremos a una persona que lance la piedra y después esconda la mano - Dijo firme aquel hombre de cabellos negros.

- Bien, bien - La rubia suspiro y virando los ojos firmo.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

El día llego.

Los padres de Zhan regresaron a la mansión de Wang, en busca de su hijo menor.

- Escúchame bien, Zhan, los recibiré, les diré que no estás más aquí, y es todo, no necesitas bajar a verlos, ¿Está bien?

- Pero A-Yi, yo ne...

- Se puede poner fea la cosa si es que llegas a bajar, no les conviene ni a tus padres, ni a ti, así que quedate aquí arriba, ¿Entendido? - Yibo pregunto por última vez verificando si Zhan había acatado las indicaciones.

Zhan suspiro y después asintió.

- Está bien A-Yi.

- Muy bien, así me gusta cariño, regreso en unos minutos.

Wang salió de la habitación de Zhan y bajo las escaleras, se acerco a la puerta principal y recibió a los padres de Zhan, quiénes entraron sin emitir emoción alguna y se sentaron en el gran sofá que Wang poseía.

- Buenos días, señores Xiao.

- Buenos días señor Wang, a lo que venimos, ¿Dónde está Zhan?

- Verá, Zhan está...

- Aquí - Zhan dijo frente a las escaleras, observando temeroso a sus padres, sin embargo, se mostraba firme y tranquilo, recargado en una pared.

Wang maldijo a todo dios en ese momento.

- Zhan, hijo, te extrañamos dem...

- A lo que vienen, madre, ¿Necesitan algo? - Pregunto sentándose a un lado de Wang, cruzando sus piernas y brazos, manteniendo una mirada fija en sus padres.

La madre de Zhan se sorprendió, al igual que el señor Xiao, pero no comentaron nada al respecto.

- Venimos por ti.

- ¿Por mi? - Zhan rió - Lo lamento, mi apellido ya no es Xiao, ahora es Wang, por lo tanto, yo ya le pertenezco oficialmente a este hombre de aquí - Dijo señalando a Wang - Y si el dice que no me voy con ustedes, no me voy - Dijo serio.

- ¿Disculpa? ¡Eres nuestro hijo! No pueden hacer eso - Dijo la señora Xiao levantándose de su lugar mirando enfadada a Zhan y a Wang.

- Oh, si que podemos - Dijo Wang levantadose también.

El señor Xiao saco un cuchillo, el cuál escondía detrás de su saco, se acerco lentamente a Wang mientras hablaba mirándolo a los ojos.

La señora Xiao sólo esperaba a que el plan de su esposo y el suyo saliera cómo lo habían planeado.

Matar a Wang, llevarse a Zhan, prostituirlo para obtener miles y miles de dólares, y vivir así por el resto de la vida que les quedaba.

- Sientese, señor Xiao - Dijo Wang firmemente - No queremos heridos aquí.

Zhan observo el arma blanca que su padre llevaba y saco la pistola que había tomado de la habitación de Wang, apunto temeroso a la mano de su padre y un segundo antes de que este lo clavara encima de Wang, Zhan disparo, alejando así, el arma de su padre, haciendo que está cayera lejos.

Wang giro el cuerpo del padre de Zhan y puso el brazo del mayor en su espalda, poniéndole una arma en su cabeza, y quitando el seguro de está.

- Vuelven a este lugar, y juro por dios que les dejó un hoyo en sus frentes - Habló Wang alto y fuerte.

Zhan apunto temeroso a su madre y con el arma, le indico que saliera de aquel lugar, mientras Wang llevaba a su padre en la misma posición de antes.

Los padres de Zhan se fueron, Zhan cerro la puerta y fue hasta dónde se encontraba Wang tomando whisky.

- Y-yo, lo siento much...

- Te lo advertí, Zhan - Dijo Wang tomando otro trago a su bebida.

- Lo sé, pero dios, ya no soy un niño Wang, tengo que afrontar mis miedos - Dijo después de un suspiro.

Yibo se quedó en silencio repasando las palabras de Zhan una y otra vez en su mente.

"Ya no soy un niño"

Y es que era verdad, y Wang no podía hacer nada ante eso, Zhan estaba creciendo, estaba madurando.

- ¿Y por qué demonios tomaste mi arma? - Pregunto Wang girándose mirando a Zhan, quién se encontraba  con la mirada en el suelo, evitando la mirada del mayor.

- Por si acaso las cosas se ponían feas.

Wang suspiro y se acerco a Zhan, lo tomo de los hombros y beso su frente lenta y suavemente.

- Gracias.

Zhan levanto la cabeza, sus pequeños ojos brillando fuertemente ante las palabras del mayor.

- ¿G-gracias? ¿Por qué? - Pregunto Zhan sin entender la situación.

- Por salvarme la vida, Zhan - Wang se acerco al oído de Zhan y susurro - Tienes una puntería de puta madre corazón.

Dicho esto, Wang beso los regordetes labios de Zhan y se alejó, dejándole al menor su arma más preciada.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Zhan estaba sentado en el sofá viendo películas de acción, cuándo comenzo a sentirse algo mareado, se levantó de su lugar y agarrándose de la pared, comenzo a buscar a Wang, fallando en el intento y cayendo al suelo, quedando dormido en un profundo sueño.

Wang bajo las escaleras tapando su nariz, el estaba consciente del gas narcótico que habían lanzado dentro de su casa.

Corrió hasta dónde se encontraba Zhan y lo sacudió, segundos después entraron 10 personas a la mansión de Wang con máscaras de oxígeno, armas y chalecos antibalas.

Wang saco el arma que le había dado a Zhan y comenzo a disparar, pero gracias al gas narcótico, su puntería fallaba.

Una bala se incrustó en su hombro derecho, por lo que cayó a un lado de Zhan y lo único que pudo hacer era ver cómo se llevaban al hombre que más amaba.

Uno de los hombres pateo el hombro de Wang, haciéndole mucho más daño en la herida y después se fueron, cómo si nada hubiese ocurrido.

Wang escuchaba un pitido en sus oídos, se acerco a el teléfono y llamo a su más preciado compañero, Jeon Jungkook.

Quién respondió en seguida.

- ¡Wang! ¿Qué onda bro? ¿Por qué me llamas? - Pregunto Jungkook entusiasmado al recibir la primer llamada de Wang en casi dos años.

- A-alerta roja, J-Jeon - Fue lo último que Wang pudo decir antes de caer al suelo totalmente inconsciente.

AuctionOnde histórias criam vida. Descubra agora