KAKASHI ANTES DE KAKASHI-SENSEI

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Sakura estaba frente a la Torre Hokage, seguía teniendo frío, el cabello mojado y el dolor de cabeza empeoró significativamente, sin mencionar el hambre. No había comido nada en casi dos días. Lo mejor era entrar de una vez, intentar explicar todo, que esa realidad en la que vivían no era más que una dimensión creada por un miembro de Akatsuki. Suspiró, ni siquiera estaba segura de que en ese momento o dimensión existiera Akatsuki. Quizá lo mejor sería inventar algo, una historia creíble para explicar su repentina presencia en Konoha cuando nadie la conocía, podría decir que perdió la memoria, así evitaría mentir y contradecirse más adelante.

Observó a su alrededor en busca de alguna señal, no estaba segura de qué hacer, ningún plan la convencía lo suficiente como para llevarlo a cabo. De pronto notó algunas habitación que estaban en un rincón apartado, Kakashi le dijo que vivía ahí, en la habitación número siete, una extraña coincidencia. Había dicho que no iría, que no lo necesitaba y la dejara tranquila, pero la oportunidad de poder descansar un poco era tentadora.

-Solo iré un par de horas para dormir, una vez que duerma pensaré con claridad. Me iré antes de que él vuelva.

No le tomó mucho tiempo encontrar la habitación, estaba abierta. La habitación era pequeña pero tenía todo lo necesario. Solo en ese momento recordó que Tsunade le contó un poco de la infancia de Kakashi, vivió solo después del suicidio de su padre. La mayor parte del tiempo fue un ninja solitario y concentrado únicamente en su vida como ninja.

Sabía que estaba en otra dimensión, que probablemente todo eso no era real, pero de pronto le dieron ganas de llorar, ¿Podría ser que el pasado de su sensei fuera así? Era una habitación que reflejaba la soledad, ninguna fotografía, ni siquiera la de su equipo, como si no tuviera pasado o vida en ese lugar, y sí, realmente no era un hogar, se trataba de una habitación dónde dormir, un simple refugio. Entró con un poco de desconfianza, todo se veía en perfecto orden, pero estaba fría y los pasos resonaban en esa pequeña soledad. Podía escuchar su propia respiración. El aire frío se coló por la puerta que seguía abierta y fue como si la impulsara a terminar de entrar, la puerta se cerró tras ella. Las cortinas estaban cerradas, así que la luz que entraba era mucho más escasa, lo mejor sería abrir las cortinas, pero no se atrevió.

Al final dio algunos pasos para revisar la habitación, una pequeña cocina y no muy alejada de la cama, un simple tatami y cobijas bien dobladas, no había almohada. Había un pequeño closet, lo abrió, la ropa estaba organizada, algunas mantas extra, equipo ninja y nada más. La última habitación era el baño, era pequeño, como el resto de la habitación. En ningún lugar encontró un signo de la personalidad o de la vida del ninja que allí vivía. Cualquiera podría vivir en ese lugar.

Se quedó mirando la ducha, ya se había dado un baño, pero la idea del agua caliente corriendo por su piel era lo que necesitaba para quitarse el frío y apaciguar el dolor de cabeza. No lo pensó mucho, después de todo él dijo que hiciera lo que quisiera, y lo que quería era un baño caliente. Fue mucho mejor de lo que esperaba e imaginaba, en seguida pudo sentir una mejoría, el agua calentó su cuerpo, la relajó inmediatamente. Se encargó de lavar bien su larga cabellera rosa, era extraño bañarse cuando volvía a tener ocho años, era tan pequeña, sus brazos y sus piernas, incluso tocar su rostro se sentía raro. Una parte de ella no se reconocía.

Se tomó su tiempo para ducharse, y cuando salió se dio cuenta de que no quería ponerse la misma ropa grande y un poco sucia. Se envolvió en una toalla y fue en busca de ropa limpia. El Kakashi de esa dimensión era algunos años mayor, su ropa le quedaría grande pero no tanto. En el closet encontró un pantaloncillo ninja y una camisa de manga larga, era la misma ropa que él se ponía. En efecto le quedó un poco grande, pero era cómoda, olía a detergente y nada más, le faltaba el aroma de su sensei.

ANTES DE NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora