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─¡Esto me pasa por haber dejado mi celular en casa! ─exclamó Suni apoyando su cabeza en la puerta

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─¡Esto me pasa por haber dejado mi celular en casa! ─exclamó Suni apoyando su cabeza en la puerta.

─Lo tendría la señorita Park, descuida. ─comentó Joon-young con una pequeña sonrisa mientras le tomaba las manos.

Gyeong-su rodó los ojos. ─¡Joon, la puerta!

El de lentes volvió a su labor. Suni se levantó y se dispusó a buscar algún celular.

Abrió varias mochilas hasta que se encontró con un celular.

─¡Encontré uno! ─exclamó sonriendo.

Todos rápidamente vinieron hacia ella.

On-jo preguntó. ─¿De quién es?

─De Yeong-ju, ella siempre lo silencia. ─respondió Suni pero Cheong-san se lo quitó de las manos.

─¿Saben la contraseña? ─cuestionó Woo-jin.

Cheong-san se acercó al vidrio de la puerta y colocó el celular para que la coreana lo pueda abrir con la cara.

─Acercalo más, Cheong-san. ─señaló Gyeong-su.

Suni pusó los ojos en blanco y se acercó. ─¡No se necesita el código para marcar números de emergencia!

Cheong-san sonrió y colocó el número de la oficina de policías pero nadie creyó que había zombies en una escuela.

─Llamemos a la policía otra vez. ─propuso Na-yeon.

─Sigue sonando pero no contestan. ─contestó On-jo

Na-yeon se acercó a Nam-ra ante la atenta mirada de sus compañeros.

─¡Oye, haz algo! ─demandó la pelirroja. ─Sal y busca a la señorita Park. ¡Tienes que hacerlo!

─Na-yeon, siempre estoy de tu lado pero, ¿Qué puede hacer en este caso Nam-ra? ─preguntó la castaña.

Na-yeon giró a mirarla. ─¡Debería ayudarnos, es la presidenta de la clase, ¿no?

─¡Oye, ya déjala! ─pidió Min-ji.

Nam-ra se paró y se coloco en frente de la pelirroja. ─¿Debería salir? ¿Ir a la oficina de algún profesor? ¿eso serviría?

─¿Por qué me lo preguntas a mi? ─inquirió Na-yeon.

─Quieres que resuelva esto, ¿no?

─¡Callense las dos! ─ordenó On-jo. ─Solo te pidió eso porque eres la presidenta.

─Si. Eres la presidenta de la clase. ─comentó Dae-su.

─Es por eso, no tienes que molestarte. ─apoyó Woo-jin.

─¡Que graciosos que son!─habló Nam-ra con sarcasmo.

─¿Qué quieres decir? ─preguntó On-jo.

𝖨 H̶A̶T̶E̶ ˡᵒᵛᵉ 𝖸𝖮𝖴 | 𝖾𝗌𝗍𝖺𝗆𝗈𝗌 𝗆𝗎𝖾𝗋𝗍𝗈𝗌. Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt