─Después me dicen a mi. ─masculló la castaña rodando los ojos.
─¿Es inalcanzable? ─cuestionó On-jo.
Cheong-san asintió y Gyeong-su rodó los ojos. ─Mentira, es alcanzable.
─Un amor imposible, ¡dinos quien es! ─Insistió On-jo.
Todos sonrieron.
─¿Estudia aquí? ─preguntó On-jo. Esta miró a la castaña. ─¿Es Suni?
"¿Qué?" Dos voces se escucharon en la azotea.
─¡No! ─negó Cheong-san. ─Eres tú. Me gustas.
Suni sonrió contenta y abrazo a Dae-su que estaba con la boca abierta. Quería gritar pero había zombies caminando por todo el colegio.
─¡Callate, no digas tonterías! ─río On-jo. ─Es mentira. No lo está diciendo en serio. Somos amigos y vecinos desde que éramos niños, eso es todo. Es broma, ¿verdad?
─No estoy bromeando. Desde que tenía seis años me gustaste y siempre me gustaras. ─contestó el coreano.
Suni negó sonriendo.─Merlin, siempre espectadora, nunca protagonista.
Onjo se levantó y salió de la ronda. Suni miró con pena a su mejor amigo, se levantó y se sentó a su lado.
─Anímate, diste el paso más difícil. ─murmuró dándole un pequeño beso en la mejilla.
Su-hyuk lo llamó. ─Cheong-san, ve.
Este imitó su acción dejando sola a Suni al lado de Gyeong-su.
Joon-young los miró. ─¿En serio me preguntaran eso?
─¡Oh vamos! ─Insistió Woo-jin. ─No creo que te rechace.
─¿Te gusta alguien? ─cuestionó Suni con una pequeña sonrisa.
El de lentes asintió. ─Si..., hace mucho tiempo.
─¿La conocemos? ─preguntó Ji-min recelosa.
─Si. ─contestó serio mirando a Suni.
─¿Y? ─inquirió Hyo-ryung. ─¿No dirás quien es?
Joon-young negó. ─Ustedes me preguntaron si me gusta alguien, no quien era.
─Utilizando su inteligencia a su favor.─murmuró Su-hyuk.
─Di su nombre y ya. ─le Insistió Dae-su. ─Tienes que dar tu primer beso antes que te muerdan los zombies, amigo mío.
Suni lo miró mal. ─¡No digas tonterías, dejenlo!
─Celos. ─masculló Woo-jin. ─Huelo celos.
Suni rodó los ojos. ─¡Oh vamos, dilo! ¿Quién es?
─Olvídalo. ─negó Joon-young jugando con sus manos.
─¡Dilo! ¡Dilo! ─exclamó la castaña.
─Tú...─espetó Joon-young levantó la vista.
Suni quedó petrificada. No se podía mover, ¿eso es lo que sintió Neville cuando Hermione lo petrifico en la primera película?
De un momento a otro, Joon-young no estaba en la ronda. Suni se levantó pero un tirón de muñeca, la detuvo.
─Déjalo. ─demandó Gyeong-su. ─Vas a lastimarlo más.
Suni se soltó del agarre del azabache y corrió a buscar a Joon-young. Este se encontraba sentado en una esquina de la azotea.
Sus ojos estaban cristalinos mientras intentaba limpiar sus anteojos con la camisa sucia.
─Joon...
El chico negó limpiándose las gotas que que se derramaban por sus bellos ojos chocolate.
─Suni, no digas nada. No siempre el amor es correspondido.
La castaña se sentó a su lado con pena. Si tan solo hubieran aclarado esto antes que sintiera algo por Gyeong-su, antes que su contrincante la buscará para salvarla arriesgando su vida.
─Joon-young, tú me gustas. Me pareces muy atractivo.─murmuró con pena.
─Suni puede que te parezca lindo pero yo a ti te amo.─susurró el coreano girandose para mirarla.
─Tú eres mi chico ideal. ─espetó Suni.
─Y tú eres mi chica amada a la que nunca tendré en mis brazos. ─le recordó sintiendo un gran vacío.
Joon-young le sonrió y le acomodó el flequillo despeinado de la castaña.
─¿Puedo? ─le preguntó. ─Solo será una vez...
Suni asintió. Joon-young se acercó con cuidado y juntó sus labios en un tierno beso.
Un beso de despedida, un beso de sentimientos retenidos.
Sabía que estaba mal.
Joon-young estaba traicionando los notorios sentimientos que tenía su amigo hacia Suni, pero quería despedirse en caso que algo le pasara.
Quería besarla, sentir sus suaves labios por primera y última vez.
