( Capítulo 2)
-Francisca – ¡Disculpa! ¿que dijiste?
-Daniel - ¿quieres que te lo repita? ¡Porque te diré lo mismo que escuchaste Francisca! ¿quieres de verdad que te lo repita?
-Francisca - ¿Te volviste loco? ¡Es una broma verdad! ¿estas poniendo a prueba mi amor y fidelidad por tu hermano?
-Daniel – El auto de Gonzalo entro al edificio iré ayudarlo con las bolsas.
-Francisca - ¡Un momento! ¡No vuelvas a acercarte a mi con ese tipo de bromas! ¡soy la novia de tu hermano! y pronto seré su esposa ¡no te conozco! ¡pero no te dejare arruinar nuestra felicidad! ¡!Tu no me conoces Daniel
-Daniel - ¡No habrá matrimonio! ¿quieres apostar?
-Francisca - ¡Qué clase de enfermo eres!
-Gonzalo – ¡Chicos necesito un poco de ayuda!
¡Y así como si no hubiera dicho nada! paso junto a mi y fue a ayudar a Gonzalo con las bolsas ¡yo quede parada sin moverme asombrada del cambio de actitud que tuvo! Gonzalo me abrazo y me dijo que había traído un vino para celebrar la llegada de su hermano, yo lo mire, sonreí y me pidió que lo ayudara a preparar algo de comer.
Eran cerca de las 10 de noche y nos sentamos en el balcón y en la mesita Gonzalo coloco queso, aceitunas, unas carnes, salsas ¡en resumen un coctel para nosotros tres! Daniel descorcho la botella de vino y nos sirvió una copa, tomo su copa y con un tenedor le dio unos golpecitos para llamar nuestra atención y dijo “Quiero hacer un brindis” yo lo mire y le dije ¡espera un poco Gonzalo creo que quiere decir algo! seré breve me respondió “¡Antes que nada quiero agradecerles su hospitalidad y cariño además de ser llamado para tan magno evento, quiero que sepas Gonzalo que te deseo lo mejor del mundo junto a tu futura esposa ¡Salud!” yo levante mi copa y dentro de mi decía ¡cínico! Gonzalo le dedico unas palabras de agradecimiento por haber viajado solo por estar con él en el día más importante de su vida después de eso conversamos ¡ósea eran ellos los que hablaban! yo me sentía un poco incomoda por la situación anterior.
Daniel- ¿y tu Francisca no quieres brindar por nada?
Francisca – ¡La verdad es que si! ¡brindemos por el amor! ¡por mi amor por ti Gonzalo! ¡por nuestra felicidad! ¡porque sabemos que nada ni nadie puede destruir algo tan puro como lo nuestro! Te amo ¡Salud!
La noche termino y nos fuimos a dormir, le dije a Gonzalo que mi madre nos había invitado a cenar a su casa y obviamente se extendía la invitación para Daniel.
Al otro día yo no tenía que dar clases y Gonzalo se quedo a trabajar en casa revisando unos trabajos y guías, eso alivio bastante las cosas al menos no estaría sola en el depto.
Ya por la tarde Gonzalo le dijo de la invitación a casa de mi madre a su hermano y este dijo que no podía que ya tenia planes, al menos en eso se ubicó, así es que solo fuimos nosotros dos y estuvo muy relajado todo, mi madre adora a Gonzalo la cena estuvo perfecta, volvimos al depto. Como a las 11 de la noche y Daniel no había llegado aún, con Gonzalo nos fuimos a dormir.
Son las 3 de la mañana y no he podido dormir, creo que comí demasiado o tal vez esta situación con mi cuñado me tiene un poco nerviosa y para no andar dando vueltas por el dormitorio y despertar a Gonzalo me fui al balcón a fumar un cigarrillo, me relaja ver las luces de la ciudad mientras fumo y a esta hora esta todo en silencio, el aire esta frio, pero no me importa esto es tan refrescante.
Me levante de la silla para ir a acostarme y escuche la puerta de la calle cerrar, debe ser Daniel que viene llegando ¡creí que no volvería hoy! Como yo estaba con la puerta del balcón cerrada era imposible que viera, así es que me quede ahí hasta que lo escuche entrar a su dormitorio, abrí la puerta del balcón y en la oscuridad lo veo frente a mí.
