Capítulo IV

106 7 1
                                    


                                                                
        El  Volcán  dentro de Mi

Se que en alguna parte de mi cerebro están los recuerdos de Daniel a los cuales no tengo acceso, también se que he tenido fugas en donde su perfume, su voz, su mirada han hecho que mi cuerpo reaccioné.
Me vine a descansar a esta cabaña, a estar sola, pero el me encontró.

-Francisca – ¡Basta! Me vine para poder ordenar mis ideas, ¡necesito estar sola por favor ándate!
-Daniel - ¡No me iré Francisca! ¿¡sabes cuantos años he esperado para estar a tu lado!?
-Francisca – ¡Exacto! ¡años Daniel! ¡te demoraste años en venir a buscarme! ¡años en enfrentarme a la verdad! ¿¡Por qué ahora!? ¿Por qué venir a desplomar mi vida? ¿crees que caeré rendida a tus pies y dejare todo solo porque después de 9 años decidiste venir?
-Daniel – por que me obligaron a alejarme y ¡además tenia miedo de tu reacción!
-Francisca - ¡Maldita sea Daniel! ¡soy yo quien no recordaba! ¡Pero tú! ¡tú Daniel lo recordabas todo! ¡Lo que pasa es que yo me olvide en contra mi voluntad de lo nuestro! pero tu quisiste olvidar lo nuestro por tu propia voluntad ¡y ahora vienes a colocar tu marca, por que supiste que tu hermano que según tú  te traiciono estaba feliz!
-Daniel – ¿Lo amas? ¿Amas a Gonzalo? ¡A mí me exiliaron! ¿¡Sabes cuantas veces intente regresar y no me dejaron!? Francisca ¿conoces el poder que tiene tu padre? He tenido que representar el mejor papel de hermano con Gonzalo para poder llegar a Chile, el me hablaba de ti al principio y después ya no tuve mas noticias acerca de tu estado de salud el elimino todas sus redes sociales y cambio números de teléfonos, tus padres no respondían mis llamadas y mis padres han vivido sobornados por tu padre para no dejarme llegar al País, por que crees que no los he ido a visitar, estoy enojado con ellos por prestarse para este circo y quiero dejarte algo muy en claro y quiero que tomes mucha atención a lo que te diré, ¡tú no te casaras con Gonzalo! y ni siquiera pienses que me iré y te dejare aquí ¡si no puedes recordar lo nuestro esta bien! , pero te volveré a enamorar por que eres mía, siempre fuiste mía y no estoy dispuesto a dejarme perder lo mío nunca más, ¡si no quieres ver a Gonzalo muerto y a mí en la cárcel entonces desiste de este matrimonio o a uno de los dos nos tendrás que visitar en el cementerio o la cárcel! 
                                           
                                     -Mientras él hablaba algunos sonidos en sus palabras eran tan tranquilizadores me daban paz y otros aceleraban mi corazón, pero ninguno me causaba miedo, no me sentía amenazada, era como si yo quisiera escuchar cada palabra que salía de su boca.
Cuando termino de hablar yo quede en silencio ya era inútil insistir en que se fuera por que no lo haría, me miraba y sonreía, se quito la chaqueta y de su mochila saco un vino, un Merlot y dos copas, se acercó y me pregunto por un descorchados, obviamente yo no tenía.

-Francisca – no tengo descorchador, ¡perdona! pero no venía preparada para que un loco insistente llegara con un vino y copas al lugar donde se supone que ¡nadie sabía que estaría!
-Daniel - ay! Por lo menos tu sentido del humor no los has perdido cariño
-Francisca - ¿me puedes decir como me encontrarse aquí?
-Daniel – Entre a tu departamento mientras dormías, revise tu teléfono, leí tus mensajes y llame a los últimos números que tu llamaste, luego te seguí.
-Francisca - ¿es cierto lo que dices? ¡entonces estas mas loco de lo que creí!
-Daniel – jajajaja no es cierto solo te seguí y soborne a la recepcionista para que me de el numero de tu cabaña.
-Francisca – ¿y si no te hubiera abierto la puerta? ¿y si no hubiera salido de mi depto.? ¿qué hubieras hecho?
-Daniel – te hubiera raptado.

                                        Se acerco a mí tomo mi cintura me llevo hacia su cuerpo, acaricio con su mano mi cabello mientras sus ojos recorrían cada centímetro de mi rostro, acerco sus labios a los míos y sin besarlos los dejo ahí, yo estaba ansiosa y mis ojos cerrados esperando ese beso, mientras aun estaba apretada junto a su pecho con la respiración entrecortada , abrí mis ojos y estaba mirándome entonces yo , olvide que todo lo había olvidado y recordé que este hombre hace que mis rodillas tiemblen ¡y a la cresta todo! ¡entonces lo mire y rodeé con mis brazos su cuello y lo bese desesperadamente y…. bueno no puedo decir que no recuerdo lo que sucedió después, pero eso quedara almacenado en la memoria a la que si tengo acceso.

La Sonrisa  del Diablo Where stories live. Discover now