(Capítulo 3)
-Sonia (Madre de Francisca) - ¡Daniel está causando problemas! ¡necesito que te comuniques con el! ¡No debiste permitir que llegara a Chile! ¡Si a mi hija le ocurre algo esta vez no tendré misericordia por ninguno!
-Pablo (Padre de Francisca) – Quiero estes tranquila a nuestra hija no le sucederá nada, ya hablé con los padres de el y por lo que me dijeron el aun no los ha ido a ver, pero te aseguró
que no permitiré que nuestra hija vuelva a sufrir.
-Sonia (Madre de Francisca) – ¡Hemos luchado tanto para que ella sea feliz! ¡Y este maldito después de 9 años vuelve y esta vez a destruir aún más!
En el Capítulo Anterior
_Daniel llevo a francisca contra su voluntad a un mirador para conversar con ella y confesarle quien era el_
- Francisca – ¿¡Que tú eres mi que!?
-Daniel – Lo que escuchaste soy tu esposo ¡sé que no entiendes nada de lo que te digo! pero quiero que me creas que…
-Francisca - ¡Basta! ¡Tu estas enfermo! ¡Y no te escuchare más! me quede en silencio por que no quería que Gonzalo sufriera, ¡pero esto es demasiado! ¡eres peligroso! ¡y te quiero fuera de mi casa hoy mismo!
Me subí al auto cerré las puertas y mientras el golpeaba el vidrio y gritaba mi nombre, yo me fui, no podía creer que el me dijera tantas estupideces, ¡me fui decidida a contarle a Gonzalo todo! Mientras conducía mi cuerpo temblaba, pero no podía detenerme, estaba mareada, creo haber tomado el auto de Gonzalo un par de veces y no podía salir del edificio, pero hoy con esta adrenalina ni siquiera lo pensé, solo quería dejar a este hombre atrás y cuando estaba llegando al departamento cambié la dirección y me fui a casa de mi madre a pedir explicaciones.
-Sonia- Hija estas ¿bien?
-Francisca – ¡No madre! ¡no lo estoy! Me puedes explicar ¿¡por qué Daniel te hablo de esa manera!? y ¿cómo lo conoces? y ¿¡por qué hiciste lo que el pidió!?
-Sonia – ¡Hija cálmate por favor!
-Francisca - ¡No me pidas que me calme! ¿Sabes lo que me dijo Daniel? ¡Que soy su esposa!
-Pablo – ¡Hija por favor! Hazle caso a tu mamá y cálmate
-Francisca – ¡ustedes saben algo que no me han dicho! ¡y tu papa! ¿¡era con Daniel que el otro día discutías por teléfono verdad!?
-Sonia – ¡Hija siéntate por favor!
-Francisca – Quiero la verdad o no me verán nunca más ¡se los juro!
Se que algo pasa conmigo, tengo sueños extraños, recuerdos como luces que se encienden en mi cabeza y apagan rápidamente, antes de mi accidente es muy poco lo que recuerdo y ustedes siempre han evitado hablar del tema, ¡hay una parte de mi que sufre! ¡que extraña algo! y ¡me angustia! y hoy después de muchos años me atreví a conducir y si eso pude hacerlo tengan por seguro que no los volveré a ver si no me dicen que pasa conmigo y que es lo que me ocultan.
-Sonia – todo lo que hemos hecho ha sido solo por ti, por tu felicidad, por amor a ti hija
-Pablo – tu madre dice la verdad, todo lo que hemos hecho ha sido por ti, cambiar de ciudad, alejarnos de ti y enviarte a estudiar fuera del país, ¡solo para que seas feliz hija!
-Francisca – ¡Quiero la verdad!
Cuando Sali de casa de mis padres, llame a Gonzalo y le pedí que nos juntáramos en ese lugar donde me pidió matrimonio.
Era en una pequeña plaza cerca de la playa donde había un sauce llorón, fue ahí donde hace un año Gonzalo me pidió ser su esposa, fue el momento mas feliz de vida y hoy aquí esperándolo es el momento más triste de todos.
-Gonzalo – ¡Amor me tenías preocupado! ¿Por qué respondías mis llamadas? ¿paso algo? Fui a casa de tus padres antes de recibir tu llamada y el auto de Daniel estaba ahí y Daniel esta arreglando su maleta dijo que se quedaría en otro lugar ¿paso algo con él?
