No le importo.

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2. No le importo.

Lean la notita de al final♥

Término de subir la última maleta al auto mientras Daniel amarra con cuerdas algunas cosas en el techo.

Suspiro exhausta y me acomodo en el asiento del copiloto. Esto de la mudanza me tiene harta.

Daniel entra en el auto y veo como una gota de sudor resbala por su frente. Me mira y me sonríe.

—¿Lista?— me toma la mano y la besa.

—Siempre— suelta una carcajada y le pego un codazo leve.

Me acerco él y le soy un beso, me acaricia la mejilla y yo paso mi mano por su cabello.

Me separo de él y enciendo la radio, comienza a conducir y en pocos segundos estamos en la carretera.

Me comienzo a comerme las  uñas, aún no estoy del todo lista para esta nueva vida.

—No comiences a ponerte nerviosa, me pones nervioso.

Suelto una media sonrisa y le pego un codazo.

[...]

Suspiro cansada, después de un día intenso terminamos de organizar la mudanza.

Veo que hay para desayunar pero nada me apetece, tomo una manzana y me coloco mi camisa.

—Te veías bien en solo sostén— Daniel me da un beso en la mejilla y toma mi manzana para darle un mordisco.

Pongo una mueca de asco.

—Termínatela— niego con la cabeza y voy en busca de unos tacones.

Escucho el suspiro de Daniel.

—¿Te llevo o te vas?— pregunta entrando a la habitación.

—Recuerda que Kian vendrá por mí, necesito que acomodes este desorden— señaló la habitación.

—¡Si solo está la cama destendida!- me reniega.

—Te puedo asegurar que tienes zapatos tirados abajo.

—Pareces mi mamá— dice enojado.

—Alguien tiene que poner el orden, ¿o no?.

Daniel rueda los ojos y comienza a tender la cama, me retoco un poco el cabello y tomo mi bolso. Salgo de la habitación y cuando estoy a punto de salir por la puerta principal, me toma del brazo y me acerca a él para darle un beso.

—Que tengas suerte, te amo. Saluda a Kian de mi parte y dale las gracias por todo— lo veo a los ojos y veo ese brillo que me hace saber que es sincero

—Te amo igual— le doy un pico y salgo por la puerta.

Camino por el pasillo hasta llegar a las escaleras, no tengo ganas de subirme a un elevador. Hoy tengo ganas de hacer cosas productivas, tengo muy buen ánimo.

Me acomodo un poco el cabello mientras me entretengo pensando en una canción, siento que un mechón de mi cabello se jala y suelto un quejido de dolor. Miro el causante de mi dolor.

El anillo de compromiso está rodeado de unos cuantos cabellos míos, bufo y me lo saco para después meterlo en mi bolso. Creo que lo hago intencionalmente.

Sigo sin encontrar las palabras de cómo decirle a Kian sobre mi boda.

Al llegar a la recepción mi corazón comienza a latir muy fuerte, al ver la espalda de un chico alto, recargado mientras hablaba con la recepcionista. Camino lo más rápido que puedo para quedar frente a él.

Reencontrando al Playboy. [MNEUP#2] Where stories live. Discover now