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☘. cαρıтυłσ 7 .☘

Nadie es nunca un villano si aprendes su historia

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Cuando He Xuan era pequeño, le dijeron que estaba destinado a la grandeza.

Era extremadamente inteligente y capaz, y fácilmente podía aprender cosas nuevas. A los tres meses ya dijo su primera palabra. A los seis meses, cuando otros bebés todavía se chupaban el dedo, He Xuan ya estaba dando sus primeros pasos. Cuando otros estaban aprendiendo sus primeras palabras, él podía unir oraciones.

¡Un prodigio! Sus padres le sonreían con indulgencia y le acariciaban la cabeza. Aunque las finanzas de su familia no eran muy buenas, sus padres aún trataban de mantenerlo. Buscaron libros que le permitieran leer, vendieron algunos de sus objetos de valor para comprar papel y tinta para que él escribiera. A veces, incluso renunciaban a sus propias comidas para poder comprarle a He Xuan algún material de estudio. Sus padres no querían que su hijo sufriera por su falta de riqueza. No podían dejar que su talento se desperdiciara.

Al ver todos sus esfuerzos, He Xuan, a la tierna edad de cuatro años, decidió trabajar duro para sobresalir. Quería hacerlo mejor, para que sus padres siguieran sonriéndole. Para que no tengan que sufrir más. Puso sus ojos en los Exámenes Nacionales, con el objetivo de convertirse en funcionario de un país e impulsar a su familia a la grandeza. Quería traer honor a sus padres.

Su motivación floreció aún más cuando su hermana pequeña vino a este mundo, gritando y pateando. Sus ojos llenos de asombro observaron al pequeño bebé, siendo acunado por su madre. Acercándose poco a poco, sostuvo tiernamente la mano de su hermana en su agarre. La acción agitó a su hermana y ella le dio un adorable arrullo. Sus ojos se volvieron como una media luna y sus brazos se levantaron hacia él, como si quisiera que He Xuan la cargara. Sus padres, que miraban desde un lado, se rieron.

Su resolución se endureció y su determinación se disparó.

A pesar de que He Xuan tenía tantas cosas buenas en la vida que podían poner celosa a la gente (inteligencia, buena apariencia y una familia amorosa), no estaba contento. Por alguna razón indescriptible, sintió que se estaba perdiendo algo. Que le faltaba algo a su lado. Simplemente no podía señalarlo con el dedo. Siempre que estaba triste, y sollozaba en silencio en su habitación. O cuando estaba feliz y quería celebrarlo con otra persona. Siempre pensaría inconscientemente que habría otra persona a su lado. Para elogiarlo, acariciarle la cabeza y consolarlo.

A veces, por las mañanas, le picaban los dedos, como si quisiera cocinar algo. Por las tardes, casi esperaba que alguien lo regañara por saltarse sus estudios. Por la noche, sentía como si su cama estuviera demasiado vacía y fría.

Era como si estuviera esperando a alguien.

Sin embargo, como un hijo siempre obediente, guardaba sus preocupaciones cada vez que salía de la privacidad de su habitación para encontrarse con el mundo. No dejaría que sus preocupaciones se mostraran frente a los demás. Esto era lo menos que podía hacer para pagar el amor de sus padres por él. Lógicamente, sabía que todos estos sentimientos diminutos no tenían sentido. En su vida, hubo muchas personas que se preocuparon por él. ¿No estaba siendo desagradecido por sentir tal insatisfacción en su corazón? ¡Qué poco filial!

Por eso asintió obedientemente cuando sus padres establecieron su matrimonio para él. Iba a casarse con su amiga de la infancia una vez que ambas partes alcanzaran la edad para contraer matrimonio. Todos lo felicitaron, todo vítores y risas. Algunos incluso ardían de ligeros celos. Después de todo, su amiga de la infancia era hermosa y delicada como las flores. Ella encarnaba las virtudes de la bondad y la compasión y caminaba con la gracia de un gato. He Xuan sonrió y agradeció a todos por sus felicitaciones.