1. ¡DE VUELTA A HARVARD!

13.5K 488 96
                                    

Dejo caer mi mirada a través del cristal mientras me dispongo a tirar de las cortinas para cubrir las pequeñas ventanas, sin apartar la vista de aquel halo de luz que reina en medio del cielo oscuro, rodeado de unos puntos centelleantes. Siempre me ha gustado el lado misterioso de la luna, tan persistente en velar por nosotros y alumbrarnos cada noche, desprendiendo pura energía renovadora, la cual, sin duda alguna, nos incita a quedarnos dormidos.

Sonrío un tanto contenta y relajada al mismo tiempo que me doy la vuelta y me vuelvo a sentar sobre la cama, preguntándome cómo irá este nuevo curso. Casi al instante me respondo a mí misma y me guiño el ojo mentalmente, como diciendo "¡Genial! Irá genial... ".

Agarro la bolsa tamaño XXL de palomitas de maíz acarameladas, que he depositado en la mesita minutos atrás y enumero la lista de objetivos que me he fijado para este nuevo comienzo, ya que no sería yo sin dicha lista:

Objetivos: Segundo Año

1. Seguir siendo una de las mejores alumnas de nuestra promoción, y eso significa que debo hincar los codos como nunca y no dejarme intimidar por aquellos rumores que dicen que el segundo curso es más difícil que el primero.

2.Participar en mi primera maratón y materializar en algo motivador mis intentos fallidos de atletismo. Salir a correr todas las noches es maravilloso, para mi cuerpo y para mi mente, pero hacerlo para ayudar a alguna ONG sería perfecto. Es lo que necesito.

3. Conseguir realizar mis prácticas en una agencia financiera de renombre, y eso significa que nadie me podrá superar. Llegados hasta aquí, volvemos al punto 1.

4. Perder la virginidad antes de cumplir los 20, el punto más importante para Bert. Ella se muestra muy optimista, sin embargo yo lo veo un poco complicado, queda poco para mi cumpleaños y no creo en los milagros. Ese príncipe azul no se me cruzará en el camino en menos de un mes.

Carraspeo con suma confusión y suavemente ruborizada cuando me doy cuenta de que estoy puesta contra la pared ante las insistencias de mi mejor amiga, Roberta. ¡Maldito el momento en el que le confesé que sigo igual de virgen que una niña de 10 años!

Le doy un sorbo contundente al enorme vaso de Coca Cola con cierto nerviosismo, mientras que vuelvo a dejar caer mi vista sobre la pequeña pantalla que se encuentra enfrente de nuestras camas individuales, intentando disfrutar de una película de Netflix con mi amiga y compañera de habitación.

—Estoy segura de que se enamorarán —digo emocionada mientras que observamos intrigadas "Tácticas en el amor". Y ya veo corazones en la pantalla. No tengo ni puñetera idea de quienes son los actores protagonistas y lo único que sé es que la película es turca.

—¡No! —dice Roberta y me tira unas palomitas—. Estos dos lo que necesitan es un polvo, ¿no ves que los dos quieren entrar en la habitación, pero no se atreven?

—Pues son tontos entonces —y pongo una mueca—. Con darse un beso lo solucionarían todo.

—Lyn, olvídate de los besos. El sexo mueve al mundo. Al igual que el dinero —contesta deprisa mi amiga Roberta Monticelli, italiana de nacimiento y poseedora de un máster en el acto sexual o "polvo". Según ella, se ha acostado ya con más de diez tíos. Pero ninguno le ha gustado tanto como para echárselo por novio.

Ambas nos estamos quedando en una residencia estudiantil en el Campus Universitario de Harvard Business School y acabamos de llegar a Boston. Hemos acomodado nuestras cosas en el armario, estanterías y baño minutos atrás y lo cierto es que ahora mismo somos presas de la euforía que supone la vuelta a la universidad. Berta más que yo, hasta hace media hora no hemos parado de charlar sobre distintos temas, nada nuevo por estas fechas. Llevamos más de tres semanas sin vernos y cada vez que Berta y yo nos juntamos, podemos invertir horas en hablar sin respirar, hasta que se nos seque la boca, la cual después hidratamos con un capuccino recién hecho, el favorito de mi amiga. Indudablemente, hoy en concreto teníamos muchas cosas que contarnos después de las largas vacaciones de verano.

El ProfesorWhere stories live. Discover now