Capítulo 9

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Quién sabe por qué tiene que ser de esta manera

Annie no dejaba de dar saltitos mientras comía su helado, iba tan concentrada en el que me ignoró por unos minutos, cosa que no me molestó, de cierto modo necesito ser invisible al menos por un rato, aunque sea diminuto. Decidí dedicarle toda mi atención al helado, mi único deseo ahora es disfrutar de este momento y relajar mi mal humor.

Fue un día pesado en el instituto, pasaron toda la jornada dedicándome miradas y cuchicheos, es irritante y fastidioso, sin embargo, Annie estuvo ahí para mí y no me dejó sola en ningún momento, cosa que le agradezco, estando con ella siento que puedo evitar toparme con otra persona como el chico lunático de esta mañana, el que, por suerte, no me volví a topar.

—Entonces, Cherry. Es hora de que me digas qué está ocurriendo con Connor y por qué pasó aquello en el partido. —suelta sin tapujos, aún dándole lamidas a su helado.

Yo la miré por unos instantes y suspiré. Esa misma noche del show patético, había llegado a la conclusión de decirle todo a Annie, ¿la razón? Es momento de que le confíe cosas a pesar de lo tan locas que sean, ella se ha mostrado vulnerable y siento que esto debe ser recíproco, además, ha demostrado que haría cualquier cosa por mí. Sé que ella no me juzgará por esto.

—Bueno... —susurré—. ¿Qué dirías si te digo que puedo soñar con mi destino? —Dejé de ver el helado y la miré a ella, se le veía extrañada por mi pregunta.

—Uhm... yo... —Intentó buscar las palabras perfectas para esto, para responder, pero sé que no las hay. Negué suavemente.

—No... mejor aún —interrumpí su manojo de dudas—. ¿Qué dirías si te digo que el mismísimo Destino habló conmigo en persona? —cuestioné. Quise sonar serena o tranquila, pero la verdad es que una pizca de burla salió de mí, se me hace difícil tomarlo en serio a pesar de que ya lo viví.

Annie se notaba perpleja, confundida. En unos segundos soltó unas risitas, pero yo no me reí, ella se dio cuenta y fue borrando su sonrisa.

—¿Estás hablando en serio? —interrogó haciendo una mueca. Asentí—. Pero, ¿acaso eso es posible? ¿eres una vidente o algo así? —En ese instante dejé escapar mis risas, me divierte la expresión de asombro por su parte.

Proseguí a contarle todo, teniendo en cuenta los detalles. Decidí también agregar el sueño que tuve antes de mudarme y lo ocurrido con el perro de Jennifer. No me guardé absolutamente nada, hasta le confesé mis temores, angustia, horror y desesperación, pero también le conté lo tan tentada que estuve con la propuesta de Connor, en una propuesta que caí.

Annie se veía impresionada con cada cosa que decía, sin embargo, no se mofó en ningún momento y siempre se mantuvo interesada, señal que me hizo sentir en confianza y seguir hablando. Cuando acabé, ella miró hacía su helado y le dio una lamida.

—Y yo que pensaba que mi vida es una locura... —murmura, no obstante, pude escucharla.

—¡Annie! —chillé—. Di algo coherente. No me hagas sentir como un bicho raro. Ya sé que esto es una locura, pero... —Me callé de tajo, apreté mis labios y negué, no sabía qué más decir. La chica me analizó por un momento y asintió con una sonrisa.

—No esperes que te diga cosas coherentes ya que nada de esto lo es —aclara mientras desvía su vista hacía su helado—. Sí, esto es una locura, pero no te sientas mal por ello, tú misma me has dicho que lo común es aburrido, y que mi forma de ser no me debería de avergonzar. Aunque con esto no te estoy diciendo que lo anuncies a medio Jacksonville y te vuelvas una celebridad por tu capacidad de "ver el futuro". Solo digo que tomes tu propio consejo y lo lleves con calma, después de todo aún no sabes de qué trata todo esto en sí.

Un destino junto a ti (Reescribiendo)Where stories live. Discover now