Un destino junto a ti (Reescribiendo)

Capítulo 10

Solo queremos que alguien, fuera de todo prejuicio, nos conozca de verdad

El chico junto a mí me dedicó una enorme sonrisa, quitó los lentes oscuros que llevaba puesto y me escaneó de arriba a abajo. No tardé en formar una mueca de disgusto, fruncí el ceño y me alejé un poco, sentí que choqué contra Finnia.

—¡Hey! ¡eres tú! —chilla con emoción. En ese instante llegaron sus bebidas y las tomó, por último se volvió a girar hacia mí—. Que agradable sorpresa, no creí que te fuera a encontrar por aquí. —dice con tono divertido. Fue inevitable soltar un bufido.

—Menos yo, pero mi desgracia me persigue... —respondí con seriedad. Su sonrisa ante aquello aumentó más—. Me estoy acostumbrando a ella. —agrego en un quejido. Tomé mi distancia con Finnian, no me había dado cuenta que seguía muy cerca de él—. Lo siento, este loco me tomó por sorpresa.

—¿Ustedes se conocen? —pregunta ignorando mis disculpas.

—Algo así —respondo—. No es alguien importante. —Quise darle la menor importancia, porque eso es lo que significa para mí.

—Auch —suelta el sujeto entre risas—. Eres la primera chica que dice eso. —confiesa. Yo me encogí de hombros.

—Me da igual. —contesté aburrida. Finnian tenía cara de alarmado.

—¿Qué pasa, Finn? ¿Acaso has visto un fantasma? —Le pregunta el chico con incredulidad, cosa que me hizo molestar.

¿Cómo se atreve a...?

—No es tu problema —responde Finnian con tono frío, cosa que me hizo sorprender—. Ya vuelvo, Cherry. —Y sin más que decir, se fue. Dejándome sola en aquel lugar.

Iba a ir tras él, o al menos ir a donde Annie, no quiero quedarme sola y menos en este lugar. He quedado un tanto sorprendida por las palabras duras por parte de Finnian, no parece ser un chico que imponga respeto o que parezca amenazante, pero tal parece que sabe cuidarse solo, me agradó eso.

—Espera, ¿a dónde vas? —Me detiene el chico tomándome de mi hombro. Me detuve de tajo y lo miré con molestia.

—Me voy con mi amigo —intenté desprenderme de su agarre, pero fue en vano—. He venido con él. —Ante esas palabras pude notar una mirada sorprendida en sus ojos Hice un poco más de fuerza y me logré zafar.

—¿Eres amiga Finnian? —cuestionó sin creerlo, sin embargo, soltó un suspiro mientras rodaba los ojos—. Claro, si conoces a Connor, debes conocerlo a él.

—¿Tienes algún problema con eso? —Pude notar que iba a responder, pero alcé mi mano—. No, mejor no me digas nada. No me importa. —Iba a girar nuevamente para irme, no me apetece entablar una conversación.

—Un momento, ¿por qué no hablamos un rato? —propone con una gran sonrisa. Me da miedo lo mucho que sonríe este chico, casi siempre lo hace.

—No tengo ganas de hablar, si me disculpas, mi amiga me está esperando. —respondí intentando irme, pero el chico fue más rápido y se interpuso en mi camino, cosa que me hizo gruñir.

—Vamos, gruñona. Tu amiga es Annie Roswell ¿no? —Esa pregunta me tomó por sorpresa. Asentí con inseguridad—. La he visto por acá, ven, te llevaré hasta su paradero. —Luego sin más, me tomó de mi mano y caminó en dirección opuesta. Yo intenté soltarme pero su agarre es firme, el chico tiene mucha fuerza.

Caminamos entre la multitud hasta llegar a un lugar con escaleras y subir, me sentía un poco preocupada y algo no me parecía correcto, estaba alerta e insegura. Al llegar al final, había un largo pasillo con luces tenues, no era nada como la planta de abajo, no había color, ni iluminación y la música resonaba muy bajo.