Capítulo 4

1.2K 47 1
                                    


-Vamos Lu porfavor, déjame acabarte la trenza

Mi pequeña hermana de 7 años se remueve sin parar entre mis brazos. Hoy no ha despertado de buen humor y eso se nota. Cada vez que intento peinar su pelo, menea su cabeza haciendo que la tarea me resulte imposible.

-No quiero trenzas

Miro la hora en el reloj de la cocina y suspiro agobiada. Intento una vez más hacerle las trenzas pero nuevamente mi pequeña hermana se remueve sin parar. Me rindo y decido pasarle el peine unas cuantas veces por la mata de pelo negra. Cojo mi mochila y Lucía se cuelga la suya y ambas salimos de casa. Sin quererlo el humor de mi hermana me ha contagiado a mí y nos despedimos muy fríamente para mi gusto. 

Llego al instituto más malhumorada de lo normal y trato pasar desapercibida nada más entrar. ¿Soy yo o hoy la gente hace demasiado ruido? Miro con mala cara a todos y cada uno de los estudiantes que recorren los pasillos. 

El pasillo se me hace eterno, pero noto una mano posarse en mi brazo derecho y arrastrarme hacia un aula. Mi mal humor aumenta si es que eso es posible y me giro dispuesta a enfrentar a la persona que me ha metido aquí a la fuerza. 

Una parte de mi mal humor es remplazado por la sorpresa al encontrarme con el moreno. Y dejadme decir que no parece el chico líder que todo el mundo idealiza. Es más, se le veía algo vulnerable y nervioso. Pero hoy no estaba dispuesta a aguantar a nadie.

-¿Qué?- le solté de forma brusca 

Él abrió los ojos un poco de más al escuchar mi tono borde y frío. Se rascó la barbilla y me miró, debatiendo que palabras utilizar para decirme lo que sea que me iba a decir.

-Necesito tu ayuda

Ah no cabrón, ni de coña

-¿Perdona?

Fruncí el entrecejo, demasiado diría yo, pero no entendía nada de esas tres palabras. "Necesito tu ayuda". ¿Qué puede querer Ferrán ahora de mí? 

-No vendría a proponerte esto si no fuera de total urgencia, vamos Emily, podemos ser amigos

-¿Amigos?- pregunté extrañada a aquel moreno que me había arrastrado hacia el aula

-Bueno, necesito algo más que eso

No sabía que quería este chico de mi. Pero sinceramente no podía ser nada bueno.

-Mira, no sé lo que quieres de mi, pero-

-Necesito tu ayuda

-No soy de brindar ayuda- dije dándome la vuelta, dispuesta a salir de ahí

Hoy no estaba de muy buen humor, pero creo que aunque lo hubiera estado no hubiera estado dispuesta a ayudarlo. No lo conocía de nada y no sabía que podía querer de mi. 

-Necesito que finjas conmigo

Me di la vuelta y lo mire fijamente. Sus ojos marrones se encontraron con mis orbes verdes. Vi urgencia en su mirada. 

-¿Qué cojones quieres de mi?

-Quiero que finjas tener una relación conmigo

Pareció como si el tiempo se detuviera. Tras esas palabras se hizo un silencio en medio de la clase. Lo miré sorprendida, sin poder creer que eso hubiera salido de su boca. Mis labios se entreabrieron por la sorpresa y él se pasó una mano por el pelo, nervioso.

-Enserio que necesito tu ayuda, no sé a quién más pedírselo 

-¿No te sirve la multitud de mujeres de este instituto que quieren algo contigo?

Él negó con la cabeza, como si no entendiera el por qué me lo estaba pidiendo. Bueno, sinceramente no entendía nada de esta situación. 

-Yo... quiero explicarte el por qué de todo esto, ¿nos podemos sentar?

Miré como se sentaba en el suelo y unos segundos más tarde, sin saber por qué, lo imité y me senté a su lado. Esperé a que estuviera listo para contarme el por qué de toda esta locura que me acababa de proponer.

-Es por mi padre

-¿Tu padre te obliga a pedirle a casi una extraña que finja tener una relación contigo?- digo mirando hacia el frente, extrañada

Por el rabillo del ojo puedo ver como una sonrisa divertida se forma en sus labios. 

-No, lo que quiero decir es que, mi padre se casa con su novia y sin saber como, llegó a sus oídos que yo estaba saliendo con alguien

-¿Crees que alguien del entorno de Sofía se lo contó?

-Sí, creo eso

-¿Y no puedes decirle que esa relación se ha roto, o que simplemente nunca existió?

Veo como se pasa las manos por el pelo y resopla. Se le nota agobiado, como si toda esta situación le quedará grande. 

-Yo... cuando mi padre me dijo eso, fue la primera vez en muchos años que lo vi orgulloso de mi. Él se ha creído durante mucho tiempo que mi vida no tenía ningún futuro, pero cuando se enteró que había entablado una relación con alguien, se volvió loco. Hace muchos años que me ve liándola, y lo único que quiere es que siente la cabeza

Me giró para poder mirar al chico que me acaba de confesar grandes cosas de su vida en tan solo unos minutos. Primero me dice sutilmente que sus padres se han separado, aunque no debería darle especial importancia porque es algo que yo también he vivido. Y segundo, entiendo que quiera darle algo de orgullo a su padre. Seguro que durante un tiempo ha visto como la esperanza que tenía su padre en él ha ido decayendo y sinceramente, eso es algo doloroso de vivir.

Durante unos segundos, no digo nada. Estoy pensando si de verdad debería aceptar esto. No encuentro ningún contra, pero tampoco ningún pro. 

-Mis padres también están separados- suelto después de unos minutos de silencio

Ferrán me mira directamente a los ojos. Veo entendimiento en sus ojos, él debe de saber que pasar por todo ese proceso de juzgados, papeles, "elegir bando"... No es fácil. 

-Coincidimos en algo

Asiento.

-¿Por qué yo?

Es una duda que ha rondado por mi mente desde que me dijo que fingiera salir con él. Sé que muchas chicas hubieran aceptado sin chistar y además él no tendría que revelar nada doloroso de su vida. Pero me había elegido a mí, y eso me intrigaba demasiado.

-Porque sé que eres la única chica que no se enamorará de mi 

Miro el suelo, pensativa. En eso tiene razón. No puedo negar que Ferrán es guapo, porque el condenado lo es. Pero sé que jamás me podría llegar a enamorar de él, yo no soy como las demás.

-¿Nada de sentimientos, eh?

-Le tengo un miedo terrible al compromiso

-Yo también 

Siempre me ha agobiado pensar que tengo que pasar el resto de mi vida junto a una persona. Siento como si no fuera a tener libertad desde entonces. Sé que no debería ser así, pero me encanta demasiado la vida independiente. 

-Entonces, ¿aceptas?

Lo miro fijamente unos segundos. Sé que no van a haber sentimientos de por medio, y eso me calma demasiado. También sé que hay algunas cosas más que debe decirme, como reglas o yo que sé. Pero la más importante ya está dicha, que es nada de relaciones reales. Así que no me juego nada.

-Lo haré

¿Amigos? - Fanfic de Ferrán TorresWhere stories live. Discover now