Capítulo 14

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Tres meses después 

-Lu venga, ¿las negras o las blancas?

Había venido de compras con mi hermana. Llevábamos media hora para que escogiera unos zapatos nuevos para el colegio ya que los suyos estaban ya para jubilarse. Pero a mi pequeña hermana parecía que le encantaba hacerme perder la paciencia porque cada vez que se probaba un zapato quería volverse a probar el otro para ver cual decidía. 

-Los negros- dijo levantando el pie en el que estaba el zapato puesto

Casi lloro de alegría al oírla decidirse por uno de los dos por fin. Le quité el zapato y le dije que se fuera poniendo los suyos mientras yo iba a pagar los nuevos.  Saludé a la cajera mientras le tendía los zapatos y ella escaneaba el código de barras. Me tendió el datáfono cuando vio que iba a pagar con tarjeta y metió los zapatos en una bolsa de papel. 

Le sonreí antes de irme pero esta sonrisa se borró tan pronto como cuando vi que mi hermana Lucía no estaba sola. 

Ferrán estaba con ella. 

Mi hermana rió ante algo que él dijo y mi corazón se aceleró. ¿Qué hacía hablando con mi hermana?

Después de aquella charla en la cafetería ninguno de los dos había vuelto a hablar con el otro. Mentiría si dijera que no lo echaba de menos, porque extrañaba como era todo con él. Pero la manera en la que termino aquella conversación era la mejor. 

Él no sufría por alguien que no sabía como quererlo bien y yo no sufría por culparme de no saber ser querida por alguien ajeno a mis hermanos. 

Ferrán alzó la mirada un momento en mi dirección y nuestros ojos se cruzaron después de tres meses. Mi corazón dió un vuelco y mi cabeza comenzó a dar aquellas vueltas que solo daba cuando él estaba cerca. 

Lu se levantó de donde estaba y vino hacia mi corriendo. Se la veía muy contenta. 

-¡Mily! ¡Es tu novio!- dijo señalando a Ferrán

Mi cuerpo se congeló por unos segundos al oír a mi hermana pronunciar aquello. Sentí la mirada de Ferrán sobre mi, y acto seguido la levanté yo también para mirarle a él. Ninguno de los dos se atrevió a contestar ante lo que mi hermana había afirmado. 

Los pies de Ferrán comenzaron a avanzar hacia mi. Nunca lo admitiré pero en ese momento un nerviosismo se instaló en todo mi cuerpo. Ferrán no dejo de avanzar hacia mi hasta que estuvimos relativamente cerca.

-¿No me vas a saludar?- dijo en voz baja

Me quede mirándolo un rato. Claro que lo quería saludar, pero por todo lo que pudimos llegar a haber sido en algún momento no me parecía justo solo darle dos besos o la mano. 

Cogí aire y sin siquiera mirarlo avancé hasta estar pegada a él y envolví su cintura con mis brazos. Lo noté tensarse bajo mi tacto, pero a los pocos segundos envolvió sus brazos alrededor de mi cabeza, haciendo que apoyase mi cabeza sobre su pecho. 

Su olor me invadió y cerré los ojos inspirando fuerte. Sin poder evitarlo lo abracé más fuerte y acto seguido él hizo lo mismo. 

-¿Cómo estás?- me susurró al oído unos segundos después

-No me puedo quejar, ¿y tú?

Noté como se separaba un poco de mi y me miraba a los ojos. Sus manos fueron a mi cintura y tenía un brillo extraño en los ojos. 

-¿Te acuerdas que te dije que me estaba centrando en el fútbol y quería hacer pruebas con grandes equipos?

Asentí sin despegar mis ojos de los suyos. Me estaba poniendo nerviosa. 

-Me han cogido para empezar en el FC Barcelona

Mis ojos se agrandaron por la sorpresa y mis boca formó una "o" enorme. Una ráfaga de felicidad e ilusión por él me arraso y sin pensarlo dos veces me abracé a su cuello y envolví mis piernas en su cintura. Casi caemos al suelo debido a que no se esperaba mi acción. 

-¡Me alegro muchísimo por ti Ferrán! Sabía que lo lograrías

Sus brazos me devolvieron el abrazo y noté como reía, feliz.

-¿Cuánta gente lo sabe?- pregunté con curiosidad

-Eres la primera, vengo de hablar con el club

Me quedé mirándolo. Ferrán me había comentado unas semanas antes de aquella conversación, que quería empezar a profesionalizarse con el deporte que llevaba amando desde pequeño. Ferrán tenía miedo de que las críticas de los clubes pudieran afectarle poniendo en peligro su sueño, pero verle así de ilusionado por haberle cogido en uno de los clubes que más ilusión le hacia me llenaba de felicidad. 

Me bajé de él y quedamos cara a cara. Todavía se podía notar cierta tensión entre nosotros, pero prefería ignorarlo. Tome la decisión correcta en el momento correcto. Cogí a Lu de la mano y me preparé para despedirme de Ferrán. 

-Nos tenemos que ir Ferrán, Lu todavía tiene que hacer los deberes

Lu reprochó por lo bajo al acordarse de ello. 

-¿Cómo está todo con tu familia?

Lo miré fijamente e inspiré antes de responder.

-No he vuelto a ver a mi madre desde aquel día. Al menos por casa no ha vuelto a pasar. Sigo luchando por la custodia de Lu, en una semana tengo el juicio contra mi madre

-Sabes que aunque lo nuestro no sea como antes seguiré aquí apoyándote ¿no?

Simplemente asentí sin poder evitar que una pequeña sonrisa se formara en mis labios.

-Lo sé, gracias por todo Ferrán. Mucha suerte con tu nueva aventura

Él sonrió ampliamente y antes de irse se volvió a acercar a mi y me besó la cabeza.

Un gran deja-vú me invadió y le apreté un poco la mano a mi hermana. 

Ambos seguimos nuestro camino. No volví a mirar en su dirección y no sé si el se giró a mirarme mientras seguía su camino. 

Quería mentir diciendo que no había sentido nada, pero estaría mintiendo. 


¿Amigos? - Fanfic de Ferrán TorresWhere stories live. Discover now