11. Eres Proyecto B

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Sarah

Entro con prepotencia al laboratorio de Irinei y le tiro el test al suelo.

—¡¿Qué significa esto?! —grito indignada—. No te cuestioné cuando me lo enviaste, pero me parece una broma de mal gusto.

—¿Qué broma? Es real —expresa serio—. Y veo que es positivo, felicidades. Al primer intento, estoy orgulloso de mi efectividad. —Se jacta el anciano—. Justo cómo lo planeé.

—¡¡No puedo estar embarazada, es imposible!!

Mantiene la mirada en las sustancias que maneja y decide responderme sin dejar de observar sus experimentos.

—Eres Proyecto B ¿Por qué lo dudas?

—Nick es estéril —le recuerdo, luego pienso con miedo—. Y no me acuerdo haberme acostado con nadie más, a menos que...

—Tranquila, nadie te ha hecho nada, ya aprendimos esa lección con Proyecto A. Al Proyecto B hay que cuidarlo, es mucho mejor, lo tengo mejor plasmado. Con errores mínimos, pero en algún momento los corregiré.

—Escuche, anciano, lo que usted dice no tiene lógica.

Levanta un tubo y lo mira detenidamente.

—He experimentado con Aleksandr desde pequeño, ¿de verdad crees que no soy el culpable de su esterilidad? La gente pagaría millones por elegir quién te puede dar hijos y quién no, sin embargo a la C.E.E.R solo le interesan las armas humanas, lástima. Aunque me pregunto, ¿ese bebé puede ser mejor soldado que ustedes? Es curioso, inicia con la droga desde su nacimiento.

—Cállese, no hablé así. —Toco mi vientre—. ¿Cómo es capaz de hablar sobre una criatura de ese modo?

—Eligiendo el componente idóneo, puedo crear un ser completamente adiestrado. —Gira su vista hacia mí, dejando el tubo y me observa con malicia—. ¿Algo más, querida?

—¿Por qué? —insisto angustiada.

—No hay un porqué exacto, digamos que es por la ciencia y ya, ¿qué te parece? Anímate, eres importante, aunque puedes culpar a Aleksandr por la situación, él es más significativo para mí en esto.

—No logrará nada —digo con furia.

—Pero sí ya lo hice. —Regresa a prestarle atención a sus experimentos—. Ahora vuelve a tus labores que luego te llamaré, en estos momentos estoy ocupadísimo.

No me muevo, pero Irinei abre una canilla y escucho el goteo, lo que provoca esa horrible reacción en mí, un control psicológico inexplicable, entonces no me queda otra que obedecer, yéndome del edificio.

Sé que tengo el cerebro atrofiado por tanto embrollo que me metieron, pero aun así debo decirle a Nick. Corro a la casa, llegando lo más rápido que puedo. Golpeo varias veces su puerta hasta que me abre.

—¿Sarah? —Se sorprende, pone la mano en su cabeza y se pone a explicar algo que no me interesa—. Siento si no te he hablado en este tiempo, creí que...

—Estoy embarazada —digo directo para que se calle.

—¿Qué?

—Estoy embarazada de ti. 

Lealtad Alterada (R#15) [Lealtades #2]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu