Capítulo 15

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Sarah

Gotas y más gotas, cada una es un infierno al caer. Abro los ojos, sintiendo mi inhalación. Respiración la cual personas ya no tienen el privilegio de usar. Culpa que carcome mi mente desde hace más de un año. Me siento en la cama, al oír la puerta abrirse. Veo a Nick entrar a la habitación con una bandeja, me sonríe y la pone sobre el colchón.

—¿Cómo te sientes? —consulta.

Bajo la vista.

—No debería estar aquí.

—Es nuestra casa —me recuerda.

Suspiro.

—Mi casa estaba en Rusia, la destruiste.

—Oye, esa no era tu casa, era uno de los tantos lugares en los cuales te lavaban el cerebro.

Frunzo el ceño y al fin lo miro.

—¿Tienes la conciencia limpia? Te recuerdo que mataste a todos, incluyendo a tu padre.

Se sienta en el colchón, entonces mira hacia un costado.

—Ni creo que eso se pueda llamar padre.

—¿Y los inocentes? La gente como yo ¿Dónde está tu remordimiento con ellos? Ellos también fueron experimentos ¿Qué culpa tenían de tu enojo?

—No te pido que lo entiendas. —Vuelve a observarme muy serio—. Pero cuando haces este trabajo, te acostumbras a la muerte, a ser quien la provoca. —Bufa, luego me sonríe—. Pero ya no hago eso, no te preocupes, lo de Prizrak fue un caso aparte.

—¿Cómo puedes acostumbrarte? —expreso lo único que me indigna—. Yo he matado y no voy sonriendo como si nada.

Me observa sintiéndose incómodo.

—Sabías como era antes de casarnos, ¿por qué ahora...

—Antes no conocía cómo se sentía —digo con la mandíbula tensa.

Suspira.

—Lo siento. —Mira hacia un costado otra vez.

—Y mi bebé... —continúo—. Mi bebé ya no está, creí que era lo que más deseabas en el mundo y no te veo afligido.

—Lo estoy, pero no soy así, me conoces. —Regresa a observarme—. Prefiero ocultar mis emociones bajo mi sonrisa, eso me centra en mi objetivo.

—Esto no es una misión, Nick —digo severa—. La vida no es así.

—Si la vida no es así... —Me toma de los brazos y me sobresalto—. Entonces quédate, no seas como yo, sé la Sarah llena de alegría de la que me enamoré.

—No voy a ignorar todo —aclaro.

—Y yo no voy a cambiar porque pienses que no me duele —expresa con preocupación—. Sí me duele, pero somos distintos.

—Quizás somos demasiado diferentes. —Me suelto y aparto la bandeja—. No quiero el desayuno, voy a irme. —Me levanto de la cama, pero me detiene, agarrando mi mano—. Déjame, Nick.

—Tienes que volver a tu vida de antes ¿A dónde vas?

—Mi vida de antes ya no existe —digo fríamente—. No sé —contesto a su pregunta—. A algún lugar en el que se respete la vida ajena.

Se levanta de manera abrupta, poniéndose a centímetros de mí.

—¿Estás enojada conmigo o contigo?

Sus palabras me dan un shock y me paralizo hasta que mis ojos se humedecen. Me tiemblan los labios mientras voy a hablar.

—Yo...

—Enfrentemos esto juntos. —Toma ambas manos—. No digo que seamos una pareja, solo déjame ayudarte. 

Lealtad Alterada (R#15) [Lealtades #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora