❝ Se decía que la forma más fácil de matar a la tentación es terminar cediendo a ella. ❞
Cansada de ser la típica chica inocente e introvertida, Hana decide experimentar el peligro y la adrenalina de mano del amigo de su madre, Christopher Bang...
Claramente me encontraba molesta, con mil sentimientos al momento, una presión en el pecho que con el paso de los segundos se hacía mucho más presente y un nudo en la garganta haciendo que quiera largarme a cualquier lugar.
Recargué mi espalda en la pared muy molesta, enserio no podía creer que apesar de todo ella lo quería de vuelta en la casa, después de todas las humillaciones y malas palabras sabía que no cambiaría de opinión.
Pero yo tampoco.
Estaba harta de ser el títere de los dos, al que puedan manipular emocionalmente y estaba harta de eso. Ahora me pondría a mí en primer lugar, y con todo el dolor de mi corazón si ella quería hacer de su vida un desastre ya no quería que me incluyera en los mismos planes en los que seguramente estaría SangWoo.
—Hana, no tienes que ponerte de ese modo. —habló.
Solté una risa y lo miré.
—No digas como debo ponerme, no eres mi padre y nunca te daré ese papel.
—Hana, por favor. No me hagas lo mismo que hizo Sara.
—¡Que no soy igual que Sara, carajo! ¿Solo porque ya no quiero estar sufriendo a su lado es porque estoy en mi plan de niña berrinchuda o porque soy igual que Sara? ¡Se supone que deberías querer lo mejor para mi, mamá, y lo mejor para mi y no solo para mi, también para ti es estar sin él! ¡¿Acaso ya olvidaste lo que me hizo?!
No dijo nada más, se quedó callada, mientras que yo ya estaba al borde de las lágrimas. Solo de recordar lo que me hizo una noche volvió el maldito sentimiento de sentirme sucia. El recordar como lloraba esa noche hacía que mi corazón volviera a crujir.
—Hana, yo no te he educado así, ¿Por qué te comportas últimamente muy grosera?
—Hana, sé que les hice mucho daño y lo lamento. —trató de acercarse a mi y yo simplemente me alejé—. Solo piénsalo, ¿si? piensa en la felicidad de tu madre.
—Eso hago.
SangWoo no dijo nada más, tomó sus cosas y caminamos hasta la parada del autobús, ellos se despidieron con un beso en los labios.
—Hana, despídete.
Ignoré las palabras de mi madre, tomé una bolsa que ella traía y me di vuelta yendo hacia mi casa.
—¡Hana!

Al llegar a casa me tiré a la cama y me puse a ver la televisión, ella llegó tras de mi azotando la puerta de la casa.
La miré pasar sin decir ni una sola palabra, tomó la bolsa que contenía comida y fue hacia la cocina, se le notaba que estaba muy molesta, para cuando volvió a la habitación simplemente se acostó en su cama y no dijo nada.
—¿Vas a estar enojada? —pregunté.
—Yo no hice nada, Hana, ya te lo dije el día en que tú hagas tu vida yo me quedaré sola.
—¡Ah , ¿entonces prefieres estar con un tipo que no te respeta ni te valora y que incluso tocó a tu propia hija?!
—Ay Hana, por favor, él no te tocó.
—¡¿Ah no?! ¿Poner mi mano en su maldito pene te parece poco?
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