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Recargué mi espalda en la camioneta mientras veía a Christopher sacar un cigarrillo y lo ponía entre sus labios.

—¿Y tu hermana? —preguntó con el cigarrillo aún en su boca.

—Oh.. Sara está bien, supongo.

Encendió su cigarrillo e inhaló de el llenando de humo del tabaco su boca. Lo sacó de su boca y sonrió cuando Minho alzó una botella de tequila.

—Que dices, Hana... ¿Tomas un trago conmigo?

—No gracias, paso..

—Me encantaría verte un día tomar con nosotros...

—Que buena influencia eres, Bang.

—Oh, vamos Hana, no por beber eres mala persona, hay que agarrarle el gusto... —hizo una gran pausa, hasta que vimos salir a mi madre del baño— Puedo influenciarte en otras cosas también, Hana.

No dijo nada más y solo caminó hacia donde estaban todos, agarró el vaso que le dio Lee y bebió el contenido.

Lamí mis labios y cerré mi chaqueta, fui con ellos y me coloqué a lado de Bang.

Mi madre llegó y se colocó a lado de Youngjae que estaba enfrente de nosotros.

Todos hablaban de cuándo regresariamos al salón, y había probabilidades de que en mayo del otro año, pero eran sospechas muy mínimas.

Mis dientes chocaban entre sí por el frío que se sentía, podría jurar que podía nevar ahora mismo.

—Hana, deberías colocarte el pantalón. Pareces muerta. —comentó Jackson.

—¿Porqué lo dices? Se ve muy linda así. —dijo Bang.

—Apuesto a que sus manos están heladas, siempre las recuerdo así.

Reí y coloqué mi mano en la mejilla de Jackson.

—Ya estoy muerta de hecho.

—A ver... —Christopher tomó mis manos y las colocó en sus mejillas, mi corazón se emocionaba al mínimo toque con Chris, y sabía que significaba.. —Que linda muertita. —susurró para después sonreír.

Acaricié un poco su mejilla y con eso llegó un abrazo que no lo vi venir para nada.

No dijimos nada solo pasé mis brazos por su cuerpo y disfrutamos del momento.

No podía quitar mi mejilla de su pecho, amaba su fragancia que era casi imposible de describir pero aún así olía demasiado bien, su perfume combinado con alcohol y tabaco era exquisita. Solo me gustaba el olor del tabaco si venía de Chris, porque de ser otra persona, me daría asco. Aunque odiaba en cierta parte que fumara demasiado, suponía que eso lo hacía más atractivo para mi. Y era extraño.

El abrazo se deshizo más pronto de lo que pensaba. O más bien, más pronto de lo que quería.

Mi madre se acercaba hacia nosotros y esa era la razón por la cuál nos separamos, metí mis manos a mi abrigo sintiendo de nuevo el frío intenso.

—Empezamos en una hora, vamos a la camioneta para que no estés en el frío.

—Estoy bien.

—Nada más donde te enfermes, Hana.

—Deberías hacerle caso, Seo. —comentó Chris para después suspirar y beber de su vaso—. Yo en un momento entraré también, hace mucho frío y la verdad quisiera calentarme un poco. —me miró para enseguida sonreírme.

—Está bien, entraré, solo porque realmente hace frío. 

Podía aguantar el frío, pero suponía que si él también entraba sería el momento perfecto para besarlo. 

Mi madre y yo entramos a la camioneta dispuestas a calentarnos y poder dormir un poco, aunque yo dudaba que dormiría.

Al entrar pude sentir lo cálido que era el interior gracias al motor y todas las chamarras que habían dentro; aún así el frío era bastante predecible.

—Bien, ¿Cómo quieres acomodarte? ¿Quieres que me siente contigo o quieres estar sola...?

—Quiero estar sola —respondí al instante—. Quiero decir... Me gustaría estar sola para poder estirar mis piernas.

—De acuerdo.

Yo me coloqué en los asientos en los que desde un principio estaba, y ella se sentó a lado, es decir, en la otra fila de asientos, coloqué el gorro de mi chamarra y cerré los ojos.

Pasado un rato, él llegó, su fragancia inundó mis fosas nasales al instante. 

—Hana... —susurró.

Abrí los ojos pero los cerré enseguida solo para joderlo y que creyera que no le haría caso, él por su lado rio.

—Hana.. Quita tus... piernas del paso.

—No. —susurré.

Bang suspiró pude ver como con su mano llevaba su cabello hacia atrás, tomó con sus manos frías mis muslos de la parte de abajo haciendo que me sobresaltara, abrí ligeramente mis boca al sentir sus manos en esa zona tan sensible que tenía, no dije nada, solo mordí mi labio para evitar hacer ruido y despertar a mi madre. Christopher apretó con cierta fuerza, fruncí mi ceño y lo miré.

—Dije que me dieras permiso. Estoy siendo amable, Hana. —dijo susurrando.

Dobló mis piernas hasta que mis talones tocaron mi trasero, me soltó y fue a los asientos de atrás donde era su lugar.

Yo seguía procesando que carajos me había hecho sentir. Volví a estirar mis piernas, miré a Chris por la ranura de los asientos y él solo me sonrió al notar que lo miraba. 

Sentí su mano colarse entre esa pequeña ranura, miré a mi madre y estaba profundamente dormida, tragué saliva y quité el gorro de mi cabeza al comenzar sentir calor.

Sus dedos tocaban mi muslo derecho y pasaban con cierta sutileza, me removí de mi lugar tratando de controlarme, tomé sus dedos entre mi mano y solamente le di un ligero apretón a lo que él respondió con una risa pequeña.

Quitó su mano, volvió a respirar hondo y cerró los ojos.

Quitó su mano, volvió a respirar hondo y cerró los ojos

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✧ OH MY, OH~!¹ | CHRISTOPHER BANG. ✧Where stories live. Discover now