Issei - [Dark Dragón Emperador]

Yokai P2: Enemigo y Amado

[Antes de empezar, deben recordar que esto es un fanfic/teoría, los personajes, imágenes, músicas utilizados, créditos a sus creadores, se cambiara la historia, su orden y personalidades de los personajes]

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¿Era un sueño o una ilusión?.

"Es imposible que él esté aquí, no debería estar aquí"

"¿Cómo está vivo?, ¿Cómo llegó hasta aquí?, ¿Porque tienes que ser tú?, ¿Porque… "

Los pensamientos de Yasaka trataban de encontrar una pregunta adecuada para la situación.

Sabía que él era el responsable de haber matado a todos sus soldados y subordinados, de destruir su hogar, de poner en peligro a gente inocente, lo sabía, y aún así se negaba a creerlo.

El sentimiento de odió, el desprecio, y la intención de venganza por su gente, por la sangre que se derramó adelante de ella.

Nunca apareció.

"Estoy feliz de verte a pesar de lo que haces?"

La felicidad aplastó los sentimientos que debería de sentir hacia un enemigo.

Sus instintos naturales reaccionaba a él, poder y poder, por donde lo mirará su aura solo transmitía eso, poder.

¡Huir!

Su instinto de conservación le advirtió que también era peligroso.

Pero se negó a moverse, más bien, no le permitían moverse.

Ella no era la única que también estaba sorprendida por él.

Kunou, estaba llorando.

"¿Kunou?, ¿Esta herida?, ¿Le pasó algo?, ¿Algún golpe?"

Se preguntó con desesperación por su hija, y con su mirada la revisó.

Sus ojos voltearon a ver a su madre, fue cuando se dió cuenta, no lloraba por qué le pasó algo, lloraba por que estaba feliz, y ella también.

Se tocó la mejilla donde una lágrima había aparecido, no supo en que momento, pero sabía que esa lágrima era el significado de lo que sentía en ese momento al verlo.

Ambas dirigieron su mirada al escuchar pasos acercándose a ellas.

Caminando tranquilamente se acercaba a ellas, el templo en llamas no le importaba a ninguno.

Entre más de acercaba, su cuerpo le avisaba que estaba en peligro.

Debería correr, levantar su guardia, prepararse para pelear, y sin embargo su sonrisa le impidió hacerlo.

Una sonrisa como ella recordaba, esa sonrisa que le alegraba el día, una sonrisa cálida, le volvió a dar.

Las lágrimas brotaron cada vez más, extrañaba esa sensación que le daba.

Una mirada cálida que aparecía cada vez que la veía.

No estaba.

Saltó junto a su hija, cuando en un instante apareció donde estaban y golpeó el lugar causando que el suelo se partiera.

Su cuerpo reaccionó justo a tiempo, pero su mente apenas estaba procesando lo sucedido.

Círculos de magia y senjutsu aparecieron inmediatamente para responder al ataque entrante, que tenía el poder para evaporizar un pueblo en segundos.