Capítulo 3 - Tratos Diferentes

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Luffy contaba la historia omitiendo detalles como lo que hizo esa noche con su navegante para que la pequeña no supiera hasta Nami volvió a hacerse presente.

¡Luffy! Tienes visitas, el almirante humitos vino a verte —Luffy le dio un beso en la frente a su pequeña y salió corriendo, sabía que tendría que luchar contra Smoker y que se iba a divertir peleando junto a Zoro que ya estaba enfrentando a Tashigi.

— ¿En donde quedó? —preguntó la madre acariciandole la cabeza a su pequeña la cual sonreía.

Quedó en la parte donde durmieron abrazados —Nami se sonrojo puesto que sabía que Luffy omitió unos buenos detalles que ella aún recordaba— ¿Porque no puedo ir a saludar al tío Humitos? Cada cumpleaños me trae regalos geniales —hizo un puchero ya que quería ver al tío Humitos y a la tía Tashigi para jugar con ella.

Porque tu tío Humitos es un Marine y vino a hacer su trabajo, osea capturar a tu padre, sabes que cuando esta en horario de trabajo puede ser un poco cascarrabias, bueno en fin ¿sigo con la historia? —pregunto y la pequeña asintió sonriente y así Nami siguió contando la historia.

Apenas despierto y lo primero que veo es a este idiota... Maldición... Momento y encima ambos estamos desnudos... Ay dios que vergüenza.... No sabia que también podía estirarse de esa manera, maldito seas Luffy me volviste una pervertida... Lo mejor será ir a ducharme y luego a desayunar, aunque me duelan las piernas, maldito idiota de Goma... Aunque debo admitir que si me gustó sentirme apoyada, no tenías ni la más mínima idea de que daba llorando por tu culpa y aún así fuiste quien me apoyo, eres el idiota más dulce que eh conocido.

Nami le dio un suave beso en los labios y fue a tomar una ducha y a prepararse para ir al desayuno, Luffy despertó al rato después y se fue a vestir para desayunar, estaba muriendo de hambre y quería carne.

Al llegar al comedor nota la mirada de sus nakamas sin darse cuenta de que Sanji tenía ganas de matarlo en dicho instante siendo frenado por Usopp y Jimbe.

Sanji tengo hambre —dijo como cualquier otro día mientras se urgaba la nariz y lanzaba un moco hacia Zoro el cual lo esquivo.

Antes de que te mate dime ¡¿Donde dormiste anoche capitán miedoso?! —el cocinero estaba molesto ya que por inseguridad durante la noche fue a revisar que nadie allá asaltado la nevera pero se encontró con esos ruidos que lo hicieron enfadarse.

Dormí con Nami —respondió como si fuera lo más normal del mundo sorprendiendo a más de uno y recibiendo una patada por parte de Sanji .

¡Maldición Luffy! ¿Desde cuando salen? —fue el turno del narizon de hacer preguntas.

¿De qué hablas? Ella estaba llorando, luego la abrase, luego ella se acercó a mí, la bese y terminamos haciendo algo que se sintió genial —Brook estaba con un hilo de sangre saliendo de... Bueno del hueco donde debería estar su nariz, si el tuviera nariz Yohohohoho, Sanji enojado aunque con el mismo hilo de sangre.

Fufufufu, creo que ya hemos perdido la apuesta —la azabache le susurro al espadachín el cual sonreía.

Mientras no sean novios la apuesta sigue en pie —respondió el peliverde con toda seguridad de que Luffy jamas sería el novio de Nami.

— Fufufufu eso solo sería cosa de tiempo espadachín-san —dijo la arqueologa que como siempre tuvo razón, pues el resto del día el capitán se la pasó jugando y recostandose junto a la pelinaranja, quien reía junto a él, por más que parecían la pareja perfecta lastimosamente no lo eran...

Es solo tu amigo... Solo es lastima... Es solo para hacerte sentir mejor... ¿Crees que el sabe lo que es el sexo?... ¿Porque pienso en esto ahora?...

Los pensamientos de la navegante la hacían dudar sobre lo que Luffy quería, no sabía porque pero le dolía ver como Luffy era tan atento con ella y como le daba mimos y abrazos y ella solo trataba de conquistarlo por dinero, le hacía sentir mal, se sentía como la peor basura, pero al mismo tiempo le gustaba estar con Luffy ¿que podía hacer? Miró a sus nakamas y la sonrisa de Robin decía más de lo que creía... Robin no apostó porque sabía que esto pasaría...

Cuando la pelinaranja narraba una mujer pelinegra muy hermosa entró a la habitación, Nami la miró con cierta molestia y la mujer hizo lo mismo, ninguna dijo ni una palabra hasta que la pequeña D. Le dirigió la palabra.

¡Oye! ¡Porque no dejas a mi mami y a mi papi en paz! —la pequeña Mugiwara señala a la emperatriz Kuja que solo la miró sería.

¿Esa es forma de hablarle a tu madrina? —respondió la mujer seria.

¡Claro que si! ¡Porque soy hermosa! —sonrió imitando a la ex Shichibukai la cual soltó una pequeña sonrisa que a la pelinaranja no le hizo ninguna gracia.

Muy bien Mary ¿porque no le dices a tu tía Hancock que siga contandote la historia mientras voy a preparar algo? —una sonrisa burlona se coloco en el rostro de la reina de los piratas mientras que Hancock no entendía nada.

¡Sii! ¡Por favor tía Hancock! —dijo con brillitos en los ojos mientras saltaba en la cama y la emperatriz sonreía confundida.

De acuerdo ¿que historia te contaba tu madre? —pregunto la pelinegra, mientras la pelinaranja se marchaba entre risas.

La historia de cómo mamá y papá se enamoraron —dijo sonriendo con una gran felicidad y mientras Hancock maldecia en secreto a Nami.

¡Será cabrona! —exclamó molesta la emperatriz de Amazon Lily.

¡Hancock-chwan! ¡Si quieres yo puedo ayudar en la narración de tan desastroza historia! Además así puedo darle bocadillos a mi sobrina favorita lo haré con gusto —dijo el rubio cocinero que venía llegando con bastante carne para la pequeña quien era una réplica de su padre.

Vale... Esta bien... —dijo la pelinegra acercándose a la pequeña.

Cuando conocí a tu madre, fue un día muy.... "especial" yo navegaba con mi tripulación, las piratas Kuja, temidas en todos los mares, para muchos merecía ser llamada una Yonkou y mira como es el destino que termine siéndolo, yo en aquel momento era la mujer más hermosa del mundo.

Pero yo leo en los periódicos que todos dicen que sigues siendo la más hermosa del mundo —dijo la pequeña mirando a su tía.

Eso es porque aún no te han visto cariño, tu me dejas en segundo lugar sin esforzarte, claro que los tenes de tu padre ayudaron mucho a eso, aunque los de tu madre lo opacan un poco —dijo la pelinegro Mayor acariciando la cabeza de la hija de su rival del amor que la venció—

Una Novia Pará LuffyHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin