CAPITULO 10

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-al fin lo logre–suspira, dejándose caer en el sofá –esta es la primera vez que me cuesta tanto dormirlo

-te extrañaba mucho –comenta acomodándose a un lado

-y yo a el –menciona con una pequeña sonrisa sobre sus labios - ¿sabes una cosa? El día que Alan nació estaba tan nervioso que tuve que salir un momento al pasillo para intentar calmarme, pero la verdad es que con cada minuto que pasa me sentía más y más ansioso, de pronto mis piernas y manos comenzaron a temblar tanto que tuve que sentarme, estaba hecho un manojo de nervios, tal vez eso fue lo que motivo a aquel hombre a sentarse a mi lado y decirme : Cuando se es Padre por primera vez hay muchas cosas que nos asustan y otras que llaman poderosamente nuestra atención, sin embargo hay una fuerza oculta en ti que te ayudará a superar esa situación. El amor por los hijos es lo más poderoso que existe en esta vida y todos los días le darás gracias a Dios por enviarte a tan bellas criaturas que amarás con devoción. Así que levántate y ve a apoyarla –suelta una pequeña carcajada –hasta el día de hoy ese ha sido el mejor concejo que me han dado en toda mi vida

el brillo que Ryan irradiaba a la hora de hablar de su hijo era tal que paula quedo completamente hipnotizada, su mirada no se apartó ni por un segundo del rostro de su esposo, lo cual llamo por completo la atención de Ryan

- ¿pasa algo? –inquiere parándose derecho –paula, paula –al ver que no respondía intento tocar una de las manos de su esposa, pero se detuvo a medio camino –paula, oye, paula

- ¿Qué? –sacude rápidamente la cabeza –lo siento, yo estaba pensando en algo y... -carraspea un poco

-pero, ¿estás bien? –inquiere un tanto preocupado

-si –se levanta rápidamente del sofá - ¿quieres un poco de café?

-ya es un poco tarde, así que no –se levanta del sofá y le dedica una pequeña sonrisa a paula –buenas noches

Sin nada más que decir, Ryan pasa por el lado de paula dirigiéndose a la habitación de invitados, pero antes de que pueda llegar a la puerta algo o más bien alguien lo detiene sujetándolo de una de las mangas de su saco

-lo siento –sisea cabizbaja –he querido disculparme contigo desde que fui con Alan a la oficina, pero no encontraba el momento adecuado, y luego paso eso, y... -suspira –lo siento, si no hubiera sido tan dura contigo aquella vez tu no habrías dejado de venir a la casa y Alan no se hubiera puesto de esa forma, yo...

-no tienes por qué disculparte, no es...

-si tengo –asegura –todo esto paso por mi culpa, dejaste de venir a la casa por mí, ¿o me equivoco?

Ante el silencio de Ryan, paula suelta una pequeña sonrisa amarga

-ya veo –asiente

Al ver el rostro decaído de su esposa, Ryan siente unas fuertes ganas por estrecharla entre sus brazos, pero recuerda que su toque siempre la ha abrumado, así que reprime esas ganas empuñando con fuerza sus manos

-Ryan, yo...

-no es necesario que te disculpes –niega con la cabeza – ambos estábamos muy ofuscado en ese momento y pensándolo bien creo que fue bueno que nos diéramos ese tiempo, tu necesitabas espacio y un descaso del desconoció que no hacía más que repetirte que se amaban y que las cosas solían ser de tal forma, así que no tienes que seguir sintiéndote culpable por nada –toma la mano de paula y comienza a apartarla lentamente de la manga del saco –buenas noches

Justo cuando estaba a punto de colocar su mano sobre la perilla de la puerta, unos pequeños pasos y un fuerte bostezo logran llamar por completo la atención de ambos padres

-papi –masculla el pequeño frotándose los ojos y dejando escapar uno que otro bostezo

-cupcake –menciona sonriente –¿Qué haces despierto? –inquiere tomando al pequeño entre sus brazos –no se supone que te habías quedado profundo

-sí, pero escuché un ruido y al abrir los ojos no vi a papi –expresa con congojo, aferrándose con fuerza al cuello de su padre –pensé que papi se había ido otra vez y que no volveri... –de pronto su voz comienza a quebrarse

Al sentir como el cuerpo de su pequeño hijo se estremece entre sus brazos, Ryan comienza a darle pequeñas palmaditas en la espalda a su pequeño hijo intentando así confortarlo

-eso nunca más va a volver a pasar, papá siempre estará con Alan –sisea aquellas palabras en el oído de su pequeño hijo

- ¿de verdad? –inquiere el pequeño sin dejar de aferrarse con fuerza al cuello de su padre

-de verdad –asegura, depositando varios besos sobre la cabeza de su pequeño hijo –ahora vamos a la cama

Dicho eso, los tres entran en la habitación del pequeño y en el momento que Ryan intenta dejar a su hijo sobre la cama este se aferra con fuerza a él, haciendo imposible acostarlo

- ¿Qué pasa, cupcake? –inquiere mientras intenta acostar al pequeño, pero este se resiste

- ¿te duele algo? –pregunta acariciando suavemente el cabello del pequeño

-no –niega con la cabeza

- ¿quieres un poco de leche?, o tal vez ¿quieras dejemos una de las lámparas encendidas...?

-no quiero dormir aquí –rezonga, aferrándose no solo con sus manos al cuello de su padre, sino que también enreda sus piernas alrededor de la cintura de Ryan –no quiero dormir solito aquí

- ¿Qué?, ¿Cómo...?

-quiero dormir con papá y con mamá en la cama grande –pide, estirando uno de sus brazos hacia donde se encontraba paula

- ¿dormir los tres? –repite atónito, al mismo tiempo que su mirada se posa sobre los orbes de su esposa

-si –responde el pequeño –quiero dormir con papá y mamá

Al escuchar las palabras de su pequeño hijo paula no puede evitar soltar una pequeña carcajada, pero la reprime rápidamente al ver los ojos suplicantes de su hijo

- ¿no se puede? –inquiere haciendo pucheros

-claro que se puede –asiente tomando la mano de su hijo–vamos a dormir en la cama grande

-los tres –exige, sujetando con fuerza la mano de su mamá

Sin tener más opción que rendirse ante las suplicas de su pequeño hijo, los tres no solo tuvieron que compartir la misma cama, sino que también tuvieron que abrazarse

- ¿Ryan, a dónde vas? –masculla, frotándose los ojos

-lo siento, no quería despertarte –sisea al mismo tiempo que comienza a levantarse de la cama –sigue durmiendo yo voy a dormir a la habitación de invitados

- ¿Qué?, ¿Por qué?

-no quiero incomodarte –responde cabizbajo

-no, yo...

- sé que tuviste que ceder por Alan –comenta afligido – pero ahora que está dormido creo que es momento de que me vaya

-pero... –para cuando se dio cuenta su mano ya se encontraba sujetando uno de los brazos de Ryan –no te vayas

-no tienes por qué forzarte –indica, alejando la mano de paula –descuida, para cuando Alan se haya despertado lo más seguro es que yo ya me encuentre en la oficina así que no habrá ningún problema

-pero...

-descuida, no suele despertarse dos veces, así que descansa –le dedica una pequeña sonrisa, para luego salir rápidamente de aquella habitación

En el momento que el cuerpo de Ryan atraviesa la puerta, algo dentro de paula se siente extraño, un pequeño dolor agudo comienza a intensificarse poco a poco dentro de ella.


¿QUE CREEN QUE ESTE PASANDO AHORA CON RYAN?

¿SERA QUE EL TRUCO DE LA INDIFERENCIA LOGRA ALGO?

FRAGMENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora