Capítulo 10

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—¿Qué pasa? —Hannibal se apartó de la ventana despacio por el dolor que notaba en el costado.

Graham, se limitó a negar con la cabeza mientras continuaba metiendo cosas en la mochila, sin prestar demasiada atención a lo que guardaba o la manera en la que lo hacía. Hannibal, lo escuchó murmurar enfadado sobre por qué tenía que dejar a sus perros, su casa y su trabajo mientras trataban de capturar al asesino. Oyó varias cosas más que no llegó a entender, pero podía imaginarse de que se trataba. Sabía que Graham estaba a punto de desmoronarse y una parte de Hannibal, una no muy escondida, se sentía irritada por no ser el causante.

—¿Qué es lo que no pasa? Esa sería la pregunta. Así terminaríamos antes. No soy yo quien tendría que estar escondiéndose. —Pensó que iba a disculparse por el tono, pero continuó hablando enfadado. Graham tiró la mochila sobre la cama muy cerca de Hannibal antes de hablar—. El mundo se ha vuelto loco... tanto como yo...

Aquellas palabras hicieron que Hannibal, se estremeciera de placer.

—No estás loco —respondió con suavidad.

—No es lo que piensa el resto. —Se notaba que todavía estaba alterado. Lo vio rodearse con los brazos y como sus pulgares se movían acariciándolos con suavidad.

—Los demás no se han sacado la carrera de psiquiatría. ¿verdad? —Graham pareció relajarse un poco— De todas formas, yo creo que todos tenemos un punto de locura. —Dio un paso más hacia él—. ¿Qué sería de este mundo sin una pizca de ella? —Un centímetro más cerca invadiendo su espacio —¿Qué sería de nosotros?

—No lo sé... —Volvió su atención a recoger prendas que todavía estaban por el suelo y ajustó un par de cajones.

—Lo encontraran.

—No van a encontrar a nadie. No dejó pistas en la casa de la familia a la que masacró. La sangre con la que escribió no era suya, por supuesto, y las muestras de sangre de mi casa se contaminaron en el laboratorio. No tenemos nada.

Hannibal, sabía que no había rastros de ADN. Le había costado un par de favores mandar que alguien arruinara las muestras y le había sorprendido saber que otra persona ya lo había hecho por él. Aquello le salvaba de tener que dar explicaciones, pero por otro lado el otro hombre también se salvaba y dejaba claro que también tenía contactos.

—¿Contaminada? —preguntó tratando de parecer lo más sorprendido posible— Pero habrán recogido más muestras, ¿no?

—Todo inútil. Lo único que pueden decir es que era sangre humana por la prueba que hicieron in situ, pero eso no sirve para nada. El mensaje solo podía ser para mí, pero no lo entiendo...—Se paró en seco y se frotó el puente de la nariz.

—Pero... ¿Estás seguro de que lo que viste en esa casa era obra suya? No era el mismo modo...

—Claro que fue él. Sé que fue él. Lo que no sé es cómo se ha enterado. —Una vez más, Hannibal quiso estar en su cabeza para saber en qué pensaba— ¿Por qué querría dejarme ese mensaje? ¿Cómo sabe tanto sobre mí? Por muchos micrófonos o lo que sea que pusiera no he hablado de él en esta casa. —frunció el ceño y apoyó una mano sobre la frente.

—¿Micrófonos? —preguntó Hannibal como si no tuviera ni idea.

Graham abría y cerraba los cajones de la cómoda sin llegar a sacar nada.

—Encontraron restos de pegamento para fijar... lo que fuera y marcas. Prefiero pensar eso que imaginar la cantidad de veces que me habrá visto por casa. ¿Tú notaste algo? —No le dio opción a responder, así que pudo ahorrarse una mentira—. No, claro que no. Qué tontería. No recuerdo haber dicho nada aquí y sin embargo él estaba tan furioso conmigo. Vaya...

Needing me (Hannigram)Where stories live. Discover now