4. Un buen samaritano

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El desastre se avecinó una noche como otra cualquiera.

Los siete habían cenado en casa y se dispusieron a ver una película en la sala. ¿Por qué acabaron viendo el diario de Noah? Solo Dios lo sabe. Una idea terrible teniendo en cuenta que Yoongi y Namjoon acabaron con la lagrimilla suelta.

—Menuda basura de película. La próxima la elijo yo. Estoy hasta los huevos de vuestros dramas —se quejaba Yoongi, desperezándose.

—Eso lo dices porque has llorado.—le pinchó Jin.

—No es verdad.

—¡Oh, por Dios! ¿Y todos esos pañuelos que están a tu lado?

Yoongi escondió rápidamente los pañuelos en cuestión. Todos los vieron, aunque al menos sirvió de distracción para que Namjoon pudiese ocultar los suyos sin ser visto.

—Sigue hablando y el que va a llorar vas a ser tú.—advirtió Yoon de mala gana llendo derecho a por el mando para buscar otra película a su gusto.—Toca una de marvel.—dictaminó.

Hoseok se desperezó para volver a tumbarse en su sitio, relajado.

—¿Vamos a ver otra?

—Vosotros hacer lo que queráis, yo necesito quitarme el drama este de la mente o no podré dormir.—anunció Yoongi regresando a su sitio y apoyando la cara en un puño.

Nadie tenía intención de marcharse a dormir aún, así que decidieron que era noche de cine, después de todo.

Jungkook observó cómo Jimin se levantaba.

—Voy por algo de beber, ¿Queréis?

—Coca cola.—pidió Jin sin volverse a mirarle.

—Dos.

—Tres.

—Que Sean cuatro.

Hobi hizo una mueca. Siempre tenía que ser el rarito.

—¿Sprite?—mas que pedir, preguntó.

Jimin le sonrió.

—Claro, Hyung.

Taehyung se levantó y estirando los músculos de sus brazos, se acercó a Jimin.

—Te ayudo.

—Ir poniendo la peli. El principio ya nos lo hemos visto.—dijo Jimin, antes de dirigirse a la cocina con Tae.

El resto obedeció y Jungkook pasó los primeros cinco minutos de película tranquilamente. Pero al sexto minuto, fue consciente de que había pasado demasiado tiempo como para que esos dos trajesen las bebidas.

En silencio, se marchó de la sala. Cuando llegó a la cocina, las voces lo hicieron detenerse antes de anunciar su presencia.

Aunque no fueron las voces.

Fue la conversación.

—Tae, en serio, lo llevo bien.

—¿Seguro? El otro día parecías al borde del suicidio.

Echó un ojo dentro, para ver cómo los dos amigos se miraban de lado a lado de la mesa con las bebidas ya listas.

—Si, bueno. Me puse un poco... Melodramático. Pero solo fue un mal momento.

—Entonces... ¿Seguro que todo bien con ese tema?

No había que ser ningún lince para saber de qué tema hablaban. Menos aún si habías estado poniendo la oreja tras la puerta como un acosador.

Como Jungkook.

La insistencia de Taehyung se le estaba volviendo sospechosamente desagradable.

—Si, Tae. Todo bien. ¿Qué te pasa? ¿Por qué de pronto te preocupa esto?

Como voltear heteros 🌸KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora