Capítulo 12

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Leonard estaba muy cansado de la misma rutina de todos los días, despertarse lo agotaba mucho ya que no descansaba como antes.

Se alistaba para estar presentable para bajar a la cocina y empezar a hacer el desayuno para su hijo y esperar a que se fuera a la escuela, quedarse solo por unas horas y luego irse a trabajar.
Éso era lo que empezaba a volverle loco, no se sentía cómodo y tan solo tenía una sensación de querer escapar de su propia casa e irse a un lugar lejano donde pudiera sentirse mejor.

Aunque sabía perfectamente que la razón por la cuál estaba sufriendo tanto tiempo era por la culpa.

Se merecía todos los insultos, si claro pero lo más horrible para él era que jamás podría volver como en los viejos tiempos.
Realmente quería llamarlo para saber cómo se encontraba, quería verlo y tratar de hablar con él pero siempre dudaba y terminaba por acobardarse.

Leonard se había quedado observando los huevos revueltos que estaba preparando, parecía un zombie por su aspecto tan diferente y algo demacrado.
Reaccionó rápido cuando escuchó la voz de su hijo llegando donde él se encontraba y tomando su asiento para desayunar.

No hubo ningún saludo entre ellos, solo era un momento incómodo donde el padre le servía el desayuno a su hijo y luego se sentaba frente a él para soltar un suspiro y tomar unos sorbos de su bebida caliente.
Solo pasó unos minutos para que Jack se terminara por ir a la escuela tomando el autobús y dejando al hombre mayor solo.

Vió desde la ventana como el camión se había ido para poder respirar con normalidad, aún no entendía por qué razón ocurría ésas cosas.
Empezaba a molestarle la presencia de su propio hijo, pero de todas maneras siempre supo ocultarlo muy bien.

Cómo aún faltaba varios minutos para irse al trabajo no tardó en empezar a lavar algunos platos y cubiertos pero el ruido del timbre lo había sorprendido. Se limpió las manos y caminó hasta la puerta y al abrir no pudo ocultar su sorpresa al ver a dos oficiales.

– Buenos días señor, ¿Usted es Leonard Everett?

– S-Si, soy yo. – No entendía por qué razón empezaba a preocuparse. – ¿Acaso sucedió algo oficial?

– Tenemos una orden para llevarnos a su hijo Jack Everett, tenemos una sospecha de que estuvo involucrado en un ataque el día de ayer cerca de las 9 de la mañana en una residencia muy lejos de aquí.

Cuando Leonard escuchó éso sintió un frío recorrer su cuerpo, le era imposible poder aceptar lo que estaba escuchando. Intentaba hablar pero su voz no quería salir de su boca, tartamudeo unos segundos para luego hablar un poco más calmado aunque éso levantaba sospechas.

– Éso no es verdad, mi hijo estuvo en la escuela a ésa hora...debe ser una confusión. – Trataba de calmarse pero el dolor de cabeza había empezado otra vez y cada vez perdía la calma.

Uno de los oficiales no tardó en sacar de su uniforme una fotografía de la víctima, no tardó en mostrárselo al padre del acusado notando enseguida su sorpresa.

– Usted ya lo conoce, ¿No es así?

Ver a John en ésa fotografía lo devastó por completo, no sabía que más decir, tenía ganas de escapar aunque éso era imposible.

Otra ves había pasado, otra vez más su hijo había cometido ésa misma mierda. Sentía tanto enojo pero también unas ganas de llorar en ése mismo lugar frente a ésos hombres.

Ya estaba harto de todo lo que estaba ocurriendo por culpa del hijo que defendió desde el principio.

– Señor, ¿Usted lo conoce o no? – El oficial parecía muy serio, aunque había sido por lo que había visto en el hospital.

Ver y escuchar como el hombre adulto perdió el control terminando por llorar sin poder detenerse, cada cosa que había dicho realmente lo enfureció, era imposible creer que haya mentido.
Por eso mismo quería saber la verdad y encontrar a ése joven atacante.

– S-si... él era mi mejor amigo. – Empezaba a sentir unos mareos mientras seguía hablando. – Dejé de estar en contacto con él cuando ocurrió un problema que...

No terminó de hablar, ya estaba harto de decir estupideces para defender a su hijo, no quería seguir mintiendo.
Empezaba a faltarle el aire y su visión era horrible, los oficiales pudieron notar que el señor Everett se encontraba algo perdido.

– Señor, ¿Se encuentra bien? – Había dicho el otro oficial notando lo pálido de su rostro.

No tardaron en observar como el señor Leonard dió un paso hacia atrás terminando por caer al suelo aunque tuvieron la suerte de poder agarrarlo para que no se haga daño.
Uno de ellos no tardó en hacerle sólo una pregunta, quería saber en dónde se encontraba su hijo pero no podía contestar.

– Maldita sea, ayúdame a recostarlo aquí dentro, necesitamos llamar a una ambulancia. – Sujetó sus pies mientras su compañero lo agarraba de sus brazos.

Ambos lo recostaron en su sofá, lo acomodaron bien para que descansara mientras intentaban reanimarlo para que pudiera despertar.
Uno de ellos intentó que bebiera con cuidado un poco de agua mientras esperaban la ambulancia, se podía notar que aún no se encontraba bien así que de todas maneras volvió a preguntarles lo mismo.

– Por favor señor, necesitamos saber dónde se encuentra su hijo. – El señor Everett intentaba respirar con tranquilidad mientras se esforzaba en hablar para poder decirlo de una buena vez.

– En...la escuela. – Terminó por decir mientras unas lágrimas caían por sus mejillas.

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En la escuela el joven Jack escuchaba a uno de sus profesores hablar, odiaba ésa clase, siempre terminaba por darle sueño.
No tardó en observar hacia la vista que le daba la ventana cerca de él, era otro día nublado aunque por suerte no estaba lloviendo.

Jack terminó por sorprenderse cuando la campana había sonado, dándose cuenta que la clase había terminado y podían descansar unos minutos o salir a comprarse algo.
No tardó en estirar sus brazos mientras hablaba tranquilamente con su amigo, todo estaba muy bien hasta que había visto como un patrullero había estacionado fuera de la escuela.

– Qué raro, ¿Qué habrá pasado? – Decía su amigo mientras seguían mirando como los oficiales bajaron de sus vehículos para entrar a su escuela, algo que a Jack no le agradó mucho. – ¿Quieres ir a ver?

– No, mejor iré al baño...– Se levantó de su asiento aunque su amigo no tardó en molestarlo otra vez con su compañía.

Todo iba tranquilo aunque Jack se sentía inquieto por alguna razón, pero cuando no había vuelto a ver a los oficiales trató de calmarse.
La campana volvió a sonar así que todos tenían que irse rápidamente a sus salones, cada uno tomó su asiento esperando al siguiente profesor que no tardó en llegar.

– Silencio chicos...– Había dicho el señor aunque se pudo ver desde el pasillo como se acercaron los oficiales que tanto Jack intentaba evitar. – Jack Everett, necesito que me acompañes ahora mismo.

Hubo un silencio y luego los alumnos no tardaron en susurrar cosas, pero Jack trató de verse calmado aunque su amigo estaba preocupado por él.

– Los demás por favor quédense aquí unos minutos, volveré enseguida...– Acompañó al alumno que llamó para salir del salón e irse junto a los oficiales.

Nadie sabía que estaba ocurriendo, era algo raro así que algunos no tardaron en irse con Alex para preguntarle por qué razón su amigo fué buscado por la policía.
Él no sabía que responder, estaba igual de confundido hasta que uno de los alumnos les avisó a todos que Jack se estaba yendo junto a los uniformados.

Todos podían ver cómo Jack entraba a la parte trasera del vehículo y se terminaba por marchar de ahí, así que con más miedo Alex no tardó en mandarle mensajes aunque no obtenía respuestas.

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Perdón, tarde mucho en actualizar jajaja, estaba muy ocupado traduciendo algunos mangas.
(Si, traduzco mangas de inglés al español) ( Si, son BL)😂😂
Cualquier duda pueden buscar mi facebook que ahí en mis álbum subo mis trabajos.
En mi perfil está mi contacto.

Espero hayan disfrutado del capitulo!! Qué les pareció??

The Rape of Jonathan BeckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora