Capítulo 25

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Unos ruidos en la mañana habían despertado a John, tardó en abrir sus ojos para darse cuenta que se trataba de Jack quién estaba sacando varias ropas de un armario viejo.
El mayor empezó a recordar en dónde se encontraba, no era el sótano de siempre, más bien se trataba de la habitación de Jack.

Poco a poco los recuerdos volvían a su cabeza, recordando cuando fue arrastrado desde el baño y arrojado a la cama para luego notar como el joven Everett se colocaba encima suyo observándolo. Empezando a acariciar su mejilla con suavidad mientras aún podía verse el enojo en su rostro.

Esa noche Jack no le había hecho nada, tan solo apoyó su rostro en su hombro y se quedó en silencio por varios minutos, luego de eso lo recostó en la cama y se abrazó a él con fuerza para dormir.

La voz de Jack lo había sacado de sus pensamientos, se lo podía notar aún de mal humor mientras dejó en la cama unas ropas.

– Levántate.

John no quería hacerlo enojar y obedeció rápidamente pero con solo hacer un movimiento todo su cuerpo empezó a doler. Creyó que todo estaría bien hasta que una punzada en su recto logró hacer que gimiera de dolor.

– Vamos levántate, no tenemos mucho tiempo. – Sujetó en sus manos una ropa interior y se acercó a él para esperar que se sentara en la cama aunque eso no ocurrió. – ¿Me estás escuchando?

El dolor en su cuerpo era más fuerte de lo que creía, le aterraba creer que no podría volver a ponerse de pie, aunque Jack le seguía hablando el mayor solamente podía negar con su cabeza para que entendiera ya que le costaba hablar.
El joven Everett pudo notar que algo ocurría con John cuando escuchaba como comenzaba a llorar en silencio, así que salió de la habitación dejándolo solo por unos minutos.

Tuvo que buscar por algunos sitios de la casa para encontrar algunos medicamentos que podría tener James, pero no tuvo mucho éxito. La casa era un desastre y el dolor en su cabeza aún dolía así que no tuvo más remedio que volver otra vez a la habitación.
Se acercó al mayor y quitó la sábana que cubría su cuerpo desnudo para poder colocarle la ropa que había dejado a su lado, cambiarlo había sido muy difícil, no dejaba de quejarse y gritar empeorando su mal humor.

– ¡Intenta quedarte quieto para que pueda cambiarte!. – gritaba Jack mientras terminaba de colocarle su pantalón. – ¡Maldito hijo de perra no me hagas golpearte! ¡Trato de ayudarle y aún así te comportas como un idiota!

Empezaba a colocarle una remera aunque forzandolo para que levantara sus brazos, ya cuando había terminado pudo notar que podían verse varios moretones en su piel así que se apresuró en buscar una chaqueta para que lo cubriera.

Las cosas se habían puesto algo complicado para Jack, necesitaba conseguir el vehículo que James había arreglado para él pero por lo sucedido ya desconfiaba de que fuera cierto. Así que no tuvo otra alternativa que salir a conseguir uno a la fuerza, volvió a buscar el arma en el sótano y observando las municiones que tenía solo soltó un gran suspiro.

Antes de marcharse subió al primer piso para observar a John aún recostado en la cama, sabía que no lograría moverse ni tampoco escaparse pero aún así cerró la puerta con llave y guardó el arma en su ropa para salir de la casa de una vez.

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Liam se había levantado muy temprano luego de seguir pensando en lo que había visto en ese mapa, no había podido dormir bien en la noche así que se vistió despertando a su esposa sin darse cuenta.

– Perdón, no quería despertarte. – Se disculpó mientras abrochaba su pantalón y tomaba su chaqueta.

– No te preocupes. – Estiró sus brazos para sentarse en la cama ya que notaba a su esposo algo extraño. – ¿Estás bien?

The Rape of Jonathan BeckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora