Capítulo 14

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—Tengo una sorpresa para ti —dijo Minho mientras empujaba la silla de ruedas hasta la salida del hospital—. Tardará un poco, de modo que quiero que te relajes e intentes descansar.


Un cosquilleo de emoción burbujeó en el estómago de Tn. Se sentía como una niña en Navidad. Para ser alguien que no estaba acostumbrada a las sorpresas, le empezaban gustar mucho. Al menos la anticipaciónde recibir una.


El equipo de seguridad de Minho esperaba fuera de la limusina. Abrieron la puerta trasera y Tn fue levantada en vilo por su marido y depositada cuidadosamente en el asiento trasero. Después, él se sentó a su lado mientras los agentes de seguridad entraban en otro coche.


—¿Dónde vamos? —preguntó ella con curiosidad al ver que el coche se dirigía en dirección contraria a su casa.


—Al aeropuerto.


—¿Adónde vamos? —ella enarcó las cejas.


Una familiar excitación le inundó las venas. Lo que más le gustaba en el mundo era viajar y experimentar la emoción de conocer nuevos lugares, gentes y costumbres. Pero en aquella ocasión no viajaría sola y eso le gustaba más de lo que habría creído posible.


—Si te lo hubiera contado, habría estropeado la sorpresa —él sonrió y le tomó una mano.


—Pero mi ropa, mis cosas... No he hecho el equipaje.


—Todo resuelto —dijo él con dulzura—. ¿Para qué te crees que tengo empleados?


—¿También has empaquetado al cocinero? —preguntó ella—. Hacía una comida deliciosa.


—Te aseguro que no vas a morir de hambre —Minho rió.


Minutos después pararon junto a un pequeño jet aparcado en una pista privada de despegue.


Minho aguardó mientras el servicio de seguridad se subía primero al avión. Después ayudó a su esposa a bajarse del coche.


—Si quiere, yo la acompañaré, señor Choi —se ofreció Colin, el único al que ella conocía por su nombre. Los demás eran unos desconocidos, pero Colin parecía el guardaespaldas privado de Minho.


—Gracias Colin, pero yo llevaré a la señora Choi hasta el avión —contestó Minho.


Con mucho cuidado la llevó en brazos hasta el avión y, tras subir la escalerilla, se agachó para entrar.


Tn jamás había estado en un jet privado y se equivocó al esperar una versión reducida de un avión comercial. En la parte delantera había unos asientos cubiertos de suave cuero, de aspecto increíblemente lujoso y cómodo. Detrás había una zona de descanso con un sillón reclinable y un sofá, junto con una mesa de café, un televisor y un minibar.

[FIC] My Secret [Andyka:9]Where stories live. Discover now