☁︎ 𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙸𝚅 ☁︎

2.3K 239 113
                                    

Mientras caminaba a casa el cielo se tornaba en colores anaranjados degradados a unos tonos rosas cada vez más oscuros, se anunciaba el fin del día y el comienzo de la noche de ese lunes

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mientras caminaba a casa el cielo se tornaba en colores anaranjados degradados a unos tonos rosas cada vez más oscuros, se anunciaba el fin del día y el comienzo de la noche de ese lunes.

En su mano izquierda poseía una bolsa pequeña con algunos productos de aseo personal, además de un bote de helado sabor galleta, otro pedido del castaño al que no se pudo negar pero que en realidad, el también tenía ganas de comer. Era un antojo de parte de ambos, y una perfecta excusa para salir a caminar un rato.

Avanzaba a paso calmado y sin apuros, se encontraba a 4 cuadras de su casa, así que no tardaría mucho en llegar, o eso él pensaba; las situaciones no dejan que algo se cumpla tranquilamente.

En su cerebro se activó una alarma, al principio ese sentimiento de peligro le confunde y no cobra sentido, pero luego nota algo que ignoró durante todo el trayecto de vuelta.

La persona detrás de él le seguía desde que salió de la tienda en dónde hizo las compras, es decir, desde hace 2 cuadras.

¿Cómo no se dió cuenta? Simple, estaba tan ensimismado en sus pensamientos sobre cómo hacer que el ojimiel que dejó en casa instalando la computadora decline en querer hacer directo hoy, que no se fijó en aquello, sí, mal momento para bajar la guardia. De todas formas, no se quedaría sin hacer algo al respecto, empezó a idear un plan para asegurarse de que lo estaba siguiendo, y si en dado caso eso era correcto, cómo actuar ante ello.

Cruzó la primera esquina que encontró hacia la derecha, planeaba girar en 4 esquinas hacia su mano dominante y si la persona detrás de él (que no se ha dignado a mirar) le sigue, es obvio que está siendo asediado. Luego vería que hacer, pero lo principal es asegurarse.

Aquel individuo giró en la misma dirección sin detenerse, esperó que fuera otra extraña casualidad. Giró por segunda vez a la derecha, y para su horror, la figura siguió el mismo trayecto que él, no cabe duda, estaba siendo perseguido por alguien desconocido, y a pesar de que no hizo todas esquinas estaba más que seguro de que estaba pasando por esa situación.

Su corazón latía incesantemente, tanto que el eco resonaba en sus oídos, el sudor de su frente incrementaba y aparecía en sus blanquecinas manos, la temperatura en su cuerpo estaba aumentando, su respiración empezaba a agitarse y ser irregular.

Estaba entrando en pánico.

Una reacción extraña viniendo de un carácter serio y resistente como el suyo, pero la situación le ganó, el miedo que toda figura pública ha tenido se hacía presente frente a él.

Sus pasos empezaron a acelerarse, tanto que se puede considerar que corría, la siguiente esquina estaba próxima y a su alcance. Sólo quería huir, quería llegar a casa sano y salvo, creer que todo lo que ocurría era un sueño de mal gusto.

Tarde fue su alivio al estar a mitad de calle y escuchar silencio, nada, sin aquellos sonidos de pasos detrás. Se detuvo y respiró profundo, dispuesto a enfrentar lo que sea tras él, pero para su sorpresa en su acto de valentía no vio a nadie.

37 °C junto a ti | DuxinoWhere stories live. Discover now