꧁ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ꧂
ꨄ︎ | Duxo tiene la desdicha de sufrir una extraña anomalía en su cuerpo y Aquino, su mejor amigo, preocupado por lo que está pasando quiere ayudarlo a superarla.
❀ | Idea inspirada por: @thee__Ccircuss
...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
....Unos minutos antes...
"Espero que no tarde mucho este webon"internamente se dijo mientras caminaba por el pavimento hacia la calle, al menos por ahí podría ver a cualquier taxi que estuviera en espera, vería si podría conseguir uno de cualquier compañía mientras abandonaba al de piel caramelo con su castigo, todo esto antes de buscar la otra alternativa: Pedir un Uber.
Aunque no una muy favorable, ya que significaría tener que sacar su teléfono en el exterior, si, en latinoamérica, no hace falta explicar, no era una zona tan desolada, pero aún así más vale prevenir que morir. O algo así iba.
Al dar algunos pasos más una alarma sonó en su cabeza, una muy familiar, haciendo que se detenga por un segundo a mirar a su alrededor, ya se encontraba en la otra acera frente al establecimiento del que salía, más aún, tenía aquella sensación de estar siendo observado picándole la nuca, encogerse de hombros al ver que no hay nadie relevante es su manera de ignorar tal sentimiento en ese momento.
Grave error Duxito.
—¿Busca algo muchacho?
La sacudida que dió ante tal sorpresa fue una bastante fuerte.
—No, no, nada señor...— respondió mientras colocaba su mano en el pecho y respiraba hondo, vaya susto que le dió ese viejo, que al darse cuenta de su reacción se disculpó amablemente y una risa pequeña agregó, puesto que se notaba que no era su intención. Alguna que otra mirada con resentimiento se le pudo escapar a nuestro chico, casi que le hacía conocer a Diosito antes que él, aunque gracias a eso, se percató del uniforme que traía puesto aquel señor de cabello canoso.
— ¿Usted es taxista? — preguntó más calmado, a lo que tuvo en respuesta una afirmación concreta en conjunto al nombre de la empresa en la que trabajaba.
—¿En serio trabaja ahí? No parece el mismo uniforme.
— Jaja, si, hace poco nos lo cambiaron, incluso nos dieron nuevas credenciales, todo por el aniversario — mostraba a la par que explicaba la mencionada tarjeta de identificación, una manera natural de probar que no debía desconfiar de su palabra.
El de hebras oscuras entendió el mensaje, por lo que mientras pedía sus servicios y caminaban a paso tranquilo hacia el vehículo se enteró que el misterioso taxista asustador venía de la misma instalación que él por comprar algunas cosas que su esposa le pidió, eso lo hizo aliviarse aún más de la mala espina que sintió por un momento anticipado a su encuentro, aún cuando esta, no había desaparecido del todo.
