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ꨄ︎ | Duxo tiene la desdicha de sufrir una extraña anomalía en su cuerpo y Aquino, su mejor amigo, preocupado por lo que está pasando quiere ayudarlo a superarla.
❀ | Idea inspirada por: @thee__Ccircuss
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Este capítulo va dedicado a worlds_dreams 💛💚❤️✨ ¡Feliz cumpleaños! Gracias por pasarte siempre, espero que te guste mi regalito.
Y....
Lo siguiente tiene algo un poco subido de tono en unas partes, pero muy poco, ¿Ok?, y también, es mi primera vez escribiendo algo con estas intenciones, traté lo mejor que pude de transmitir aquellas, ejem, emociones, a pesar de que mi bloqueo sigue estando un poco presente.
Disfruten desde el fondo de sus pecadores corazones.
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Una gota de sudor hizo su recorrido desde la parte más frontal de la cabeza hasta el lóbulo que poseía en su oreja derecha, a pesar de que esta aparezca, el frío era el que gobernaba en su cuerpo y no el calor, puesto que el miedo lo atravesó de forma transversal hasta hacer crujir las articulaciones.
Su respiración empezó a agitarse, y más gotas del líquido que provenía de él mismo se hacían presentes, estaba completamente aterrado, su cerebro trataba de calmar cualquier pensamiento que empeore su estado, por lo que como resultado, se quedó en blanco ante esta situación, no sabía que hacer más que esperar a que su cuerpo reaccione a su pedido, ese que rogaba a gritos internos que pasara de una vez:
Cerrar los ojos.
A pesar de que estaba a completas oscuras ya que el Sol no demostraba indicios de mostrarse a través de las cortinas que tenía la ventana, seguía pudiendo visualizar aquella oscura presencia sobre él, le hacía sentir intimidado, débil y a su merced, que podría lastimarle a como desee su voluntad porque no se podría defender, incluso logró escuchar llamar su nombre entre jadeos y gruñidos, mierda, de inmediato aquello le hizo poner la piel de gallina, aunque no era un cobarde, pero es la reacción del cuerpo frente a tantos tipos de emociones.
Los jadeos que provenían de esta figura seguían subiendo de volumen y del número de veces en que resonaban en sus oídos, esto lo hizo confundirse más, debido a que un tono sugerente emergía de ellos, todo empezaba a cobrar sentido en su cabeza, a su vez, comenzó a sentir unos movimientos circulares en su regazo que fueron, en completa eficacia, inesperados para su semblante pero que le hicieron reaccionar por completo y unir los cabos sueltos.
— ¡¿Pero que mierda?! — Levantándose de la posición anterior y tomando una sentada dijo casi gritando, haciendo que los movimientos se detuvieran, allí se dió cuenta de que esto no era lo que le aterraba algunas noches desde su infancia, que le ponía hasta los pelos de punta recordar, que le hacía hasta rezar al ser divino que le inculcaron con tal de que acabase.
No era una parálisis del sueño.
Había confundido las cosas.
— ¿Duxo...? — mencionó el castaño con intriga, quería golpearse a sí mismo por haberse cagado del miedo y olvidar que esto podría ser otra cosa.
