El Corazón Del Rey

Serás Mejor

-Leo creo que es mejor si tu no vas a hacer el trato con el reino del sur- le comento a lo que este me mira confundido

-¿Porque piensas eso?- me pregunta Dominik

-Bueno si Leo sale del reino podría el reino de Oriente aprovechar y atacar con mayor fuerza pensando que no hay un rey que comande bien a los guerreros

-En eso tienes razón pero y si el reino del sur se siente ofendido porque no fui yo personalmente pensarán que lo creemos tan poca cosa- Responde Leo

-No podemos arriesgar nos a sufrir un atentado- le digo seriamente

-Tampoco a hacer un desplante a un reino con el que podemos formar una alianza- secunda Dominik

-Tienen razón y lo entiendo pero si nos atacan y tu no estás, el pueblo estará perdido- Digo mirando fijamente a Leo para que capte el mensaje

-Ya está decidido preciosa, me voy al reino del sur- dice con firmeza

-Bueno pero si atacan y no estás no voy a resolver tus asuntos- me digo mientras me levanto

-Espera- me dice cuando estoy por salir de su despacho- Dominik se quedará encargado de todo, no debes preocuparte todo estará bien- dice tranquilamente

-Eso espero- digo mientras voy a buscar a mi lobo

Busco por la habitación, la sala y cuando salgo al patio para dirigirme al bosque lo veo jugando con Liam

-Veo que le agradas a mi lobo- le digo con cariño y una sonrisa

-Es muy divertido y me presta atención- dice tiernamente se que no tiene a muchos con quién jugar

-¿Tienes amigos Liam?- le pregunto para salir de dudas

-No es fácil tener amigos cuando eres príncipe, los hijos de los nobles me quieren por interés y supongo que no tuve un Dominik con el cual crecer juntos y como hermanos- dice triste

-Bueno yo te voy a ayudar, vamos al pueblo- le digo cálidamente

-No tengo permiso de ir al pueblo- dice con la cabeza a bajo me pongo de rodillas para estar a su altura y con una mano levanto su cabeza

-Un príncipe no debe de bajar la cabeza, mírame a mi no soy de la realeza y nunca me e inclinado ante nadie, menos e dejado que me menos precien así que tu tampoco debes hacerlo- le digo dulcemente

-Quiero ser como tu, tan fuerte y decidida pero con buen corazón- me dice tiernamente

-No serás como yo, serás mejor- le sonrió- vamos al pueblo Leo no me puede decir que no, pero con esa pinta no vas a lograr nada- le digo mirando su vestimenta que se ve de lejos lo cara que es

Después de hablar con la nana y decirle que iremos al pueblo, fuimos a comprar ropa para Liam una vez lo conseguimos nos dirigimos al pueblo.

-Nunca e estado con chicos de mi edad que no sean nobles ¿Cómo debo actuar?- me pregunta un poco preocupado

-Solo se tú mismo- le doy el mejor consejo que me acuerdo que una vez me dio mi madre, son escasos los recuerdos, no recuerdo su rostro y su voz la estoy empezando a olvidar pero sus consejos jamás lo harán

-Gracias por preocuparte por mí- me dice con una sonrisa

-No es nada- llegamos a una panadería- ¿Qué quieres comer?- le pregunto

-Esas galletas de allá se ven ricas- me dice después mira a otro lado y se emociona- eso se ve sabroso quiero uno- otra vez se emociona mirando otro lado- quiero ese también- yo solo me río

-Bueno ya veo que te gustan muchas cosas- me dirijo a la mujer que atiende- me puede dar dos galletas de las que están allá, dos panes con glaseado, dos avenas con sabor especial y dos bocadillos de los que están al fondo- la verdad es que yo también quiero probar todo

-¿Eso es todo?- Me pregunta la mujer, miró el rostro de Liam y parece que mira otra cosa

-También me puede dar dos bollitos de pan de los que tienen bocadillo por favor- le pido amablemente

-Si, en un momento estará su orden-

-Gracias- decimos Liam y yo al mismo tiempo

No sentamos en unas sillas al frente de una mesa pequeña, Liam mueve sus piernas muy feliz por el pedido, parece que todo va bien por ahora y eso solo me saca una sonrisa, cuando llegan los pedidos nos comemos todo y veo que todo le gustó a Liam

-¿Podemos comprar más para llevar a nana, Dominik y a Leo? deben probar todo esto- me dice lamiendo se los dedos

-Claro-

Compramos 3 más de todo lo que probamos y ahora lo llevo en una bolsa, caminamos hasta que vemos unos niños jugando

-Acércate Liam, juega con ellos- le digo

-¿Y si no les caigo bien?- me pregunta preocupado

-Ellos se perderán de la excelente persona que eres no por ser príncipe si no por ser quien eres- le digo con una sonrisa y él corre dónde los niños, después de unos minutos comienzan a jugar veo que lo logro y eso solo me saca otra sonrisa

-¿Es tu hijo?- me pregunta un hombre de unos 29 años

-No- no voy a darle mucha información a un desconocido

-Se ve que lo quieres- me dice

-Si, como un hermano mejor- que triste que tengo hermanos

-Mi hijo es el menor de todos, el castaño- me dice y si parece como de unos 8 años, los demás son mayores pero aun así juegan con él

-Se ve que es fuerte, para jugar con chicos mayores- le comento

-Si, consigue todo lo que se propone igual que su padre- me dice mirándome fijamente, sus ojos café oscuro me están dando un poco de miedo

-Me imagino, ya se está haciendo tarde fue un gusto conocerlo- digo mientras me levanto y cuando voy camino donde los niños, él me agarra del brazo

-¿No me dirá su nombre señorita?- dice con el tono de voz un poco bajo que solo hace que mi pánico crezca

-Si nos volvemos a encontrar se lo diré- es lo único que se me ocurre para salirme de esta situación

-Entonces, hasta luego señorita- me dice antes de soltarme y creo que toda la sangre se me bajo a los pies, camino hacia Liam

-Estas un poco pálida Daphne ¿estás bien?- me pregunta preocupado

-Si, no es nada, vámonos ya se está haciendo tarde- le digo

-Si deja me despido- me dice sonriente, sólo asiento veo que ya hizo amigos