El Corazón Del Rey

Parte sin título 54

Me encuentro camino al reino del sur para hablar con los reyes personalmente, tengo entendido que no han aceptado una alianza ni asisten a ninguna invitación que reciben, pero dudo que se nieguen a hablar conmigo cuando me tome la molestia de llegar a su reino.

No se sabe a ciencia cierta porque fue que cambiaron tanto en tan poco tiempo, nunca contaron los detalles y es imposible mandar espías a su territorio porque por alguna extraña razón su pueblo es muy reservado, además de que está muy vigilado por muchos guardias.

-Rey, Ya llegamos- me informa uno de mis hombres

-Preparen todo-

No tardamos mucho en bajar todo así que ahora me encuentro en el castillo tratando de entrar, pero un guardia no me permite la entrada.

-Ustedes no son de aquí ¿Verdad? - nos pregunta uno de ellos evaluándome de arriba abajo cosa que empieza a desagradarme, pero me contengo, después de todo es un reino ajeno con quien busco formar una alianza

-Soy el rey Leonardo del reino del Norte y he venido a hablar con sus reyes- le digo seriamente

-No podemos permitirle la entrada- me dice con amabilidad el otro guardia

- ¿Puedo saber el por qué? - le pregunto tranquilamente, pero sin que mi expresión cambie

-Los reyes no quieren ver a nadie y menos en esta época- termina diciendo lo último en un susurro que por poco no alcanzo a oír

- ¿Qué tiene que ver la época?- pregunto claramente confundido

-Nada, olvídelo no es importante- dice un poco nervioso recibiendo la mirada desaprobatoria de su compañero- Pue preguntarle al rey si quiere recibirlo, pero dudo que acepte, es lo máximo que puedo hacer por usted- me responde con su tono amable

-Lo agradecería mucho- al menos tendré una oportunidad

Me quedo esperando a que regrese el guardia y pienso en mi pelinegra con dulce mirada, creo que debí disculparme con ella después de todo lo que paso, pero sabía que tenía que contestar a la carta lo antes posible o lo tomarían a mal, Todavía recuerdo su tierna sonrisa, sus ojos tan expresivos que a veces puedo ver algo más no puedo explicarlo, pero siento que ella tiene un pasado muy fuerte y solo espero a que tenga la confianza suficiente para contármelo.

Recuerdo su cabello tan negro como la noche, sus vestidos tan simples que le lucen muy lindos, su piel tan blanca y suave que parece porcelana que contrasta tan bien con su color de pelo, su forma de hablar cuando se emociona tan apasionada y la hermosa sonrisa que pone cuando habla conmigo.

Como ella se lleva tan bien con mi hermano, todavía recuerdo como lo defendía y mi corazón se aprieta ante el recuerdo, lo arruine todo por no decir las palabras adecuadas.

-Rey- dice el guardia llamando mi atención- El rey no lo quiso recibir dice que puede hablar con usted dentro de unos meses puede que tenga más probabilidades de ser atendido pero que ahora no es buen momento- me dice, pero en sus ojos puedo percibir la mentira, quiere evitar una guerra, pero es obvio que el rey del Sur no me quiere ver

-Entiendo, vendré en otra ocasión, con permiso- le digo y veo que suspira aliviado me da un poco de gracia el pobre guardia mientras el otro no le puede importar menos

Salimos del reino y solo entonces se me acerca un guardia un poco confundido y se le ve que tiene curiosidad

- ¿No vio raro todo lo que paso en el reino del Sur? - me pregunta por fin

-La verdad, sí, pero sabes al igual que yo que a ese reino no se le puede sacar mucha información-

-Pero era raro como el primer guardia no le importaba en absoluto si lo ofendía o no, a diferencia del segundo que fue todo amable, no tiene sentido-

-Puede que el guardia sea nuevo- le respondo simplemente

-O que sepa algo- dice pensativo

- ¿Qué puede saber? -

-No lo sé, pero por algo será que estaba tan tranquilo y que el rey se reúsa a entablar una alianza en los últimos años- responde mirando un punto fijo sin parpadear

-Ese reino es un poco raro y solo sabemos unos pocos rumores de ellos, pero hasta ahora no se han metido con ningún reino ni para bien ni para mal así que lo mejor será dejarlo quiero por el momento- le respondo y el solo asiente- Vamos que se nos agota el tiempo y tenemos que llegar al reino de Occidente-

-Si rey- dice caminando a terminar de organizar todo

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Después de mucho por fin llegamos al reino de Occidente y somos muy bien recibidos tanto por su gente como por sus diligentes

-Rey Leonardo es un placer conocerlo- Me dice el rey cuando me ve, puedo notar que es rubio, con su cabello perfectamente organizado pero largo hasta los hombros o un poco menos, mirada penetrante pero rostro tranquilo, aunque su tono es alegre, a simple vista parece feliz de verme 

-Para mí también es un gusto Rey Esteban- le respondo con la sonrisa más amable que tengo, quiero hacer esta visita lo más agradable y tranquila posible para que podamos hacer la alianza sin ofender a la princesa

-Pase tengo que mostrarle muchas cosas- dice mientras me da un breve recorrido

-No es necesario- le digo con un poco de insistencia

-Claro que lo es después de todo estas serán sus tierras- me dice dejándome perplejo, mis ojos se agrandan, mi rostro seguro es un poema completo y mis palabras salen enseguida

-No creo que usted...- No me deja terminar de hablar

-No te preocupes yo sé que debo retirarme, pero lo hare cuando deje a mis hijas y a mi reino en buenas manos y sé que o me decepcionaras- dice un poco serio

-No, pero...- y me vuelve a interrumpir antes de poder negarme

-Eso era lo que quería escuchar, ahora bien, nuestros reinos se unirán, pero eso no es suficiente para que lleguen a ser emperadores...- ahora entiendo porque hacer todo eso hay que ver que un codicioso de poder- Pero podemos conquistar otros territorios, el del Sur es la mejor opción por su prosperidad y riquezas además de su territorio pero me temo que a pesar de no estar tan activos como antes siguen siendo fuerte, es por ello que tenemos que conquistar a Oriente y después si a Sur- continua hablando mostrándome todo lo que su reino tiene- Después de que se case con mi hija y sean emperadores podemos empezar a conquistar los demás continentes así mis nietos tendrán un gran poder y sus padres serán leyenda al igual que su abuelo- Sus ojos le brillan con mucha intensidad al imaginar eso pero nada más lejos a la realidad porque no me quiero casar con su hija

-Padre- llama una mujer al rey y cuando volteo puedo ver que no es tan hermosa con mi chica

-Usted debe ser mi prometido y futuro esposo ¿Verdad? -