cinco

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Fiesta, alcohol y gente, en una discoteca de las más famosas de Barcelona. Podría decirse que un plan perfecto para los jóvenes emborracharse hasta coger una borrachera del quince.

La discoteca llena pases por donde pases, reservados llenos, baños llenos, todo está lleno incluido la barra que normalmente no suele haber mucha gente por allí, pero hasta hoy hay.

Musica alta, reggaeton retumbando por los altavoces, sonando las últimas canciones de moda, la gente a pleno pulmón cantando, o mejor dicho gritando porque si eso es cantar que baje dios y lo vea, y bailando, moviéndose como pueden.

Olor a alcohol, olor a sustancias para mayores de edad. Vasos llenos, algunas gotas por el suelo.

Y entre toda la multitud resalta él, Nico.

Estamos en uno de los reservados de la discoteca, todavía no se como estamos en uno de estos. Pero aquí estamos. Nico, Atenea y varios amigos de Nico pero el único con el que he conversado es Gavi, Pablo Gavi, jugador del Barcelona B al igual que Nico.p
Bebo de mi vaso y sonrió al escuchar como los acordes de una bachata empiezan a sonar, en las discotecas no son de poner muchas bachatas así que supongo que alguien habrá pedido que la ponga o algo así por el estilo.

- vic - escucho la voz de nico detrás de mi.

- dime.

- ¿ bailas? - pregunta ofreciéndome la mano.

Agarró su mano y bajamos a bailar.

Nos movemos lento, pegando nuestros cuerpos, sintiendo el calor que desprende. Estamos muy cerca, tan cerca que siento su respiración.

La canción acaba y nosotros seguimos pegados, lo miro a los ojos y veo que su mirada está depositada en mis labios, bajo mi mirada a sus labios y me muerdo el labio.

- vic

- ¿qué pasa nico?

Me agarra por el cuello y siento de un momento a otro sus labios junto a los míos, me dejó llevar completamente.

Pi pi pi.

Escucho un ruido horroroso. Pi pi pi, lo vuelvo a escuchar otra vez y abro un ojo. Y es cuando me doy cuenta de que todo ha sido un sueño, un maldito sueño, en el que no sé por qué demonios Nico era el protagonista de ese sueño, pero es que sinceramente parecía tan real.

Suelto un suspiro y me levanto.

Nico y yo en nuestra época de niñateo, teníamos algo, algo a lo que no se le podía llamar relación, porque tampoco lo era en sí, o sea nos dabamos besos cuando nos apetecía, sin que nadie se enterase ni lo supieran, porque si se hubiesen enterado alguien sabemos que se iba a correr la voz y llegaría a oídos de todo el mundo.

Pero eso no duro mucho ya que nico tenía miles de pretendientas, le salían chicas hasta debajo de las piedras, siempre había muchas chicas a su alrededor.

Nico siempre ha sido muy de llamar la atención, él siempre tenía que ser el centro del mundo, que todos lo miraran a él, qué el fuera el único de captar la atención de todos. Era un poco egocéntrico.

Mientras que yo, yo era mucho más reservada, mucho más tímida. Mis amigos siempre me han dicho que he tenido a chicos detrás de mi, pero yo nunca he sido muy de hacerles caso, nunca he sido muy lanzada con los chicos.

Salgo a la piscina a nadar un poco, el día está bastante caluroso y que mejor que darse un buen chapuzon.

Estoy montada en uno de las colchonetas hinchables que compramos hace poco, cuando escucho la voz de nico.

- victoriaaaaa - grita y yo me llevo la mano al pecho.

- ¿ Qué quieres Nicolás?

- te estoy viendo - dice y yo me rio.

- no sabía que eras tan listo eh.

- ¿ me dejas ir a tu piscina? Estoy aburrido.

- pero si tú también tienes piscina.

- si pero no hay nadie en casa y me aburro.

- ¿ y vienes a darme a mi el por culo?

- ¿ yo? Pero si soy un angélito.

- si Nico sobretodo eso si.

- venga Vic dejame ir.

- anda venga ven pesado.

- ya voy eh.

Y en menos de lo que canta un callo esta nico tocando el timbre de mi casa. Es rápido para lo que quiere.

Salgo de la piscina y para ir a abrir me pongo las chanclas y una toalla para no mojar mucho el suelo.

Al otro lado de la puerta aparece Nico con un traje de baño azul cielo, una toalla y unas gafas de sol.

- anda pasa - digo haciéndome a un lado.

- gracias por dejarme pasar.

- nada hombre.

- ¿ Qué hacías?

- Nico me estabas viendo por la ventana hijo.

- cierto - dice riendo y yo niego con la cabeza.

- anda vamos al agua que hace mucha calor y no vaya hacer que la calor te afecte aún más.

- ¿ perdona?

- perdonado.

De un momento a otro siento sus brazos alrededor de mi cintura y se acerca a la piscina.

- nico no.

- Vic si.

Cuenta tres y nos tira a los dos juntos al agua. Cuando saco la cabeza de la superficie, empiezo a salpicarme a lo que él también se une, y empezamos una guerra de salpicones y ahogadillos.

- Nicolás eres un pesado no sé como tu hermana te aguanta.

- oye tampoco te pases que tan pesado no soy.

- por dios nico.

- victoria - dice y me echa agua en los ojos.

- Nicoooo - me quejo y el se ríe. - no hace gracia.

- si que hace - dice y lo miro mal.

- ni un poco.

- un poquito si.

- ajam, lo que tu digas.

- pues como lo digo yo - dice y yo ruedo los ojos.

- Me pones de los nervios Nicolás.

- ¿ o simplemente te pongo?

- más quisieras guapito. - digo y se ríe.

- el primer paso sería admitirlo.

- en tus mejores sueños.

- en mis sueños sueño cosas mejores.

- ni me va ni me viene.

- mejor que no quisieras saberlo - dice guiñando un ojo.

Voy a salir de la piscina pero él tira de mi brazo impidiéndomelo.

El se acerca a mi y me abraza.
Nos quedamos cerca, nuestros cuerpos siguen abrazados, y parece que ninguno de los dos tiene la intención de moverse y cambiar de posición.

Rayito de luzWhere stories live. Discover now