Capítulo 21.

170 27 9
                                    

Un mes después.

Xiao Zhan finalmente podía estar seguro de que su buena reputación como médico había vuelto. El pequeño Jiang YiTing había sido dado de alta una vez estuvo completamente fuera de peligro por sus cuidados.

El Sr. Zhang seguía en observación, pero todo su estado era más que estable. Ambas familias no podían estar más agradecidas, al igual que los mismo pacientes.

Y Wang YiBo no podía estar más que a gusto con todo lo acontecido. Su romance sencillo eran los días que diriamente amaba.

Como se volvió usual en el último mes; o incluso desde antes, se mantenía esperando por el termino del turno de su A-Zhan en las bancas, dentro del hospital. No había necesidad en ocultarse más.

El menor cruzó la mirada con la suya, sonriéndole un poco desde la distancia. Gradualmente, soltó la manito de YiTing, poniéndose a su altura para palmear su cabeza ligeramente, despidiéndose.

—A-Ting, recuerda; no golosinas diariamente, y cuidar bien de mamá.

El niño llevó su mano a su frente, haciendo la seña de obediencia de los militares al mismo tiempo que reía. —Obedeceré.

—Eso espero.— Sonrió, sacando de su bata una menta, entregándola a A-Ting. —Sólo por esta vez, ¿De acuerdo? Entonces deberán pasar un par de semanas para que puedas volver a comer uno.

Wang YiBo, que alcanzo a escuchar la última indicación, volteó a verlos desde su lugar, sonriendo. Jiang YiTing lo notó, y enseguida tiró de la manga de la bata del médico, llamando su atención.

—Ge, ¿Te gusta el Hermano Wang?

Casi se atragantó con su propia saliva por la repentina pregunta. En cambio, soltó una risa baja, asiento. —Mucho, A-Ting.

En sus actos de inocencia, el niño jugó con sus deditos sin mirar al pelinegro, hablando con normalidad. Podría haber pasado desapercibido o palabras de un menor como él, si no fuera por las últimas menciones que dió.

—Es bueno, Ge. Antes, cuando el Dr. Li te hablaba, tenía miedo de él.

Xiao Zhan se extrañó, y el cambio en su semblante fue la prueba de su duda. — ¿Alguna vez te hizo algo?

YiTing negó, siguiendo corriente por no abstenerse de hablar. —Me regañaba mucho, pero otras veces era cariñoso conmigo. Tenía miedo porque una vez escuché que quería destruirte.

—¿Destruirme?— Murmuró a la nada, haciendo una mueca. Sin embargo, enseguida se apresuró a enmendar el asunto por lo extraño que estaba tornándose. —No pasaba nada, pequeño, no hablaba en serio.

—¡Hmm! Está bien.— Contestó efusivo.

Ya no podía estar tranquilo como antes. Li BoWen, desde su ruptura, parecía haber cambiado de personalidad o algo parecido. Claro, si tuviera algún diagnostico de dicho transtorno, pero él estaba sano.

Cuando se lo topaba, el médico solamente reverenciaba en un acto de respeto. Las pocas que debían colaborar, no existía ninguna otra palabra cruzada que no fuera del trabajo.

En realidad, parecía como si en verdad el hombre lo hubiera olvídado.

—¿Él hizo alguna otra cosa más?

—No.— Cantareó, mirándolo de repente para acercarse más a él, y musitar —: Hermano Wang... ¿Tiene mágia?

Entonces se rió, negando. —No, ¿Cómo podría?

I'll Be Here With You.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora