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Después de que deje que Luís lidiara con su tía Constanza fui rápido a encerrarme al cuarto, lo malo de ya estar engordando es que se me notaba el embarazo, bueno cualquiera que me viera diría que estoy pasando por una colitis combinada con una fea gastritis, la "inflamación" con la que lidiaba ahora todavía no tenía forma de embarazo porque pues no estaba redonda, sin embargo tampoco daba para disfrazarla y decir "estoy inflamada por mis cólicos".
Nadie iba a creerme esa excusa, mucho menos con mi nuevo comportamiento, no es como si yo hubiera cambiado demasiado... bueno a veces tenía que tragarme mis ganas de llorar pero el más obvio aquí era Luís, verán mi marido es un amor, ha estado ahí conmigo hasta cuando estoy vomitando el alma pero es un preocupon de lo peor, aunque intentaba continuar manteniendo nuestro secreto, sabía que le era complicadisimo para el cerrar la boca cuando me veía haciendo algo potencialmente peligroso.
Palabras de él, obviamente todo le parecía peligroso a mi marido, diría que pueden imaginarlo como a esos guardias de seguridad que matan hasta a la mosca que pasa a tu lado, así de intenso era pero lo amo muchísimo obviamente, después de ducharme y de maquillarme fui a revisar que fue lo que me trajo, confiaba en él para este tipo de cosas dado que bueno, me conocía bastante bien, acertó olímpicamente con la nueva talla de mis pantalones, agradecía que fueran oscuros eso iba a disimular los pocos kilos que subí por el bien de estos dos bebés.
La blusa era una auténtica belleza pero tenía un problema, olvidé decirle que debía comprar un par de sostenes nuevos porque todos los que tenía (incluso los que usaba en el embarazo de Mau) me estaban lastimando un montón, mis senos estaban sensibles, visiblemente hinchados pero no era la gran cosa, ahora el dolor... bueno eso sí era horrible, de todos modos lo solucione simple y rápido, no llevaríasostén, me puse el tapa pezon y eso fue todo, no quería que me los estuvieran viendo mientras explicaba un punto importante en la reunión.
No quería ponerme tacones pero la ocasión lo ameritaba, ha decir verdad deseaba con toda mi alma andar en pantuflas todo el día pero hay que trabajar, tengo niños que mantener y la matricula del colegio así como las cuotas son bien caras, mamá debe hacer millones. Tome mi bolso y prepare mis vitaminas, cuando ingrese a la sala mi lindo marido me esperaba con un vaso helado de jugo de fresas, sabía que está semana se había vuelto mi favorito, lo tomé gustosa aunque mis vitaminas arruinaron un poco el sabor tan rico de las fresas.
