CAPITULO 6: Un Reencuentro Inesperado.

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¡Esto es increíble!. Esa chica, a pocos metros de mí, en verdad es Amber. Ha cambiado bastante en estos últimos seis años.

—De acuerdo Josh, creo que es suficiente ensayo por hoy. Continuaremos mañana —escucho decir a Amber.

Igual que la última vez, Amber se queda mirando el violín por unos segundos con la cabeza agachada.

—Amber, tengo una sugerencia —dice el chico que está con ella—. Aunque es muy tentadora la idea de pasar un viernes por la noche encerrado en este... lugar, te propongo algo diferente. Porqué mejor no salimos y damos un gran paseo. Estoy seguro de que disfrutarás de las emocionantes calles de Hallsbil.

Amber le lanza al chico una mirada de desacuerdo.

—Tenía que intentarlo.

Las muletas de Amber estan en el suelo, a un lado de ella. No las había visto hasta que las tomó para ponerse de pie.

Ha cambiado, pero de cierta forma, aún la veo como misma Amber que conocí.

Sin querer, empujo con el pie una lata vacía que está en el suelo, llamando la atención de Amber y de su compañero.

¡Por Dios! ¡Amber y yo hemos cruzado las miradas!.

Solo ha sido por un segundo, pero siento como si hubiera pasado mucho más que eso. El pánico me invade y salgo corriendo de ahí, no sin antes; tropezarme a causa de un bache que no pude ver por la falta de luz. Me levanto y continúo mi huida.

¿Me habrá reconocido? Ha pasado mucho tiempo, es posible que no lo haya hecho. Además; me gustaría que ese fuera el caso, eso es lo mejor... para ambos.


****


Finalmente he llegado a casa. He corrido tan rápido que me falta el aliento.

Mi madre está igual a como la dejé en la mañana: mirando a través de la ventana. En un segundo, la cruda realidad ha vuelto a mí.

—Hola mamá. ¿Cómo estás?

—Hola —me responde casi susurrando sin despegar los ojos de la ventana.

—Vamos, es tarde. Te prepararé algo de comer y después a dormir.

Después de cenar, preparo a mi madre para que se acueste en su cama y que descanse. Mientras la arreglo, le cuento mi día. Mi madre se ha convertido en una especie de diario para mí. Le cuento las cosas buenas de mi día y también las cosas malas. John siempre se encuentra entre las cosas malas. Hablar con ella me hace sentir bien, aunque ella solo se limite a escuchar.

Desde el accidente, y el divorcio, mi madre ha tenido buenas y malas "rachas". Ha logrado salir adelante y ha aceptado la realidad de su condición, pero también ha tenido muchas "recaídas". Algunas pequeñas y otras muy fuertes. Está última recaída ha durado una semana, no sé cuánto más vaya a durar.

—Bueno, ya estás lista. Buenas noches mamá.

Le doy un beso en la coronilla y apago la luz de la lámpara al lado de su cama.

Salgo de la habitación y cierro cuidadosamente la puerta. Me quedo parado un momento manteniendo mi mano sobre la perilla. Otra vez ese pensamiento regresa a mi cabeza.


"Tú tienes la culpa, todo esto es por tú culpa".


Me dirijo a mi habitación y me recuesto en la cama.

«Sobreviví», pienso mientras dejo salir un suspiro.

Me levanto nuevamente y marco con una X el día de hoy en el calendario.

Avanzando A Tu Lado © (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora