CAPITULO 8: Aprendiendo A Hacer Amigos (Parte 1).

99 4 2
                                    


La decisión está tomada. Me haré amigo de Amber, y cuando llegue el momento; me disculparé con ella por todo el daño que le hice; tal y como debí haber hecho hace seis años. Ella necesita esa disculpa y, de cierta forma, yo también lo necesito.

Sin embargo, hay un pequeño problema, y es: que no tengo la menor idea de cómo lo haré.

En todo éste tiempo no me he esforzado por conseguir un amigo. Arely es mi amiga, pero ella es un caso especial. Ella fue quien quiso ser mi amiga en primer lugar. A diferencia de mí; Arely es un imán para las personas, las atrae fácilmente con su carisma y forma de ser, pero yo no soy como ella.

Tengo a mis compañeros de trabajo: Scott, Bill, Tamara, Adam, Susan, entre otros. Pero no diría que los considero amigos. Seguramente ellos tampoco me consideran un amigo.

Hemos compartido algunos cuantos momentos juntos, como el de anoche, en el bar, pero no tenemos muchas interacciones como tal. De hecho, fueron las margaritas y el tequila quienes se encargaron de hacer divertida la plática de anoche. Ahora que lo pienso, no he tenido una conversación real con nadie del trabajo además de Arely.

Si quiero ser amigo de Amber, tengo que esforzarme por cambiar quien soy. No será sencillo, tomando en cuenta lo complicado que puedo llegar a ser, pero debo hacerlo.

—¿Todo bien? —me pregunta Arely quien todavía está sentada frente a mí.

—Sí, bien. Solo pensaba, que tengo mucho trabajo que hacer.

—Será mejor que te des prisa, a diferencia de lo que muestran en las películas: las chicas no esperamos eternamente —le da un último sorbo a su café y se levanta de la mesa—. Andando, no quiero que John nos venga con otro de sus aburridos sermones laborales.

Nuestra hora de almorzar ha terminado y es momento de volver a trabajar.

Es gracioso como en quince minutos las cosas han cambiado. Antes de almorzar; era Arely quien no me quitaba los ojos de encima, y ahora soy yo el que no deja de mirarla a ella. El motivo por el que veo a Arely es para examinar su forma de interactuar con las personas, tanto con los clientes como con los compañeros. Quiero aprender como es que se logra llevar bien con todos.

Ella siempre está sonriendo, sabe como dar una respuesta inteligente aplicando un toque moderado de sarcasmo e ingenio. Su conducta es calmada y sus ademanes son amplios, sin llegar a ser exagerados. Sabe cómo hacer interesante una conversación que a simple vista podría parecer aburrida.

En pocas palabras, Arely sabe muy bien cómo hacer amigos y también cómo iniciar una conversación con cualquier persona.

En la secundaria, no tenía la necesidad de pensar en las palabras que salían de mi boca a la hora de iniciar una conversación. Gracias al dinero de mi padre, los amigos me llegaban como caídos del cielo, además; el dinero también convertía las cosas que decía y hacía, automáticamente en algo gracioso e interesante, pero ahora las cosas son distintas.


****


El día está por terminar. Scott y los demás aún no llegan.

Mientras los espero, veo a Bob, un compañero del trabajo, parado detrás del escenario probando el sonido del micrófono y las bocinas. Esta me parece una buena oportunidad para comenzar una conversación. Me acerco a él esperando lo mejor.

Lo único que se me ha ocurrido es tratar de imitar a Arely, o mejor dicho, su forma de conversar.

—¡Hola Bob! —comienzo la conversación entusiasmado.

—Hola, ¿cómo estás Jason?

—Bien, ¿Y tú?

—Algo ocupado, pero bien también.

Avanzando A Tu Lado © (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora