CAPITULO 19: La Fiesta (Parte 1): Un Sentimiento Diferente.

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Hemos llegado al edificio en donde se llevará a cabo la recepción. Que bueno que Stella nos dio la dirección ayer. El lugar se ve impresionante.

Si la información almacenada en mi memoria —obtenida gracias a las clases de historia de la secundaria— no me falla, este edificio es una verdadera reliquia arquitectónica. Se construyó en el siglo XIV y fue uno de los primeros edificios de la ciudad, usado para eventos de gran importancia, como banquetes, bodas y reuniones de personas poderosas e influyentes. Una de las tantas historias que se cuentan acerca este lugar; es la de un hombre, proveniente de otro país, que fue invitado para asistir a un baile. El motivo de la invitación era para que el hombre conociera a la hija del —en ese entonces— gobernador de la ciudad. Quería que se fijará en ella, que se enamoraran, y con el tiempo; formaran un matrimonio, de esa forma, la autoridad y el poder que el gobernador tendría; sería incalculable. Pero lo que la historia cuenta es que el hombre no se enamoró de la joven hija, que dicho sea de paso, era muy hermosa. El hombre no veía la belleza física, sino otra clase de belleza, una que sí encontró en otra chica, en la criada de la familia. Una chica humilde. Alguien que no era capaz de mirar a los ojos a las demás personas porque no creía tener ese derecho. En comparación con la hija del gobernador, aquella chica era una pequeña flor al lado de una gran árbol. Pero fue justo eso por lo que el hombre se sintió atraído hacia aquella chica. Durante el baile, los esfuerzos del gobernador por hacer cambiar de opinión al invitado, fueron en vano. La hija tenía pretendientes de sobra mientras que a la otra chica nadie la volteaba a ver. Fue entonces que el hombre decidió hacer algo que nadie —ni siquiera la chica— esperaba: la invitó a bailar.

—¡Jason! —me llama Thomas, haciendo que salga de aquella vieja historia—. No vayas a olvidar el regalo.

En la acera de la entrada hay varios valet parking formados, todos con el mismo uniforme (camisa blanca, chaleco rojo, pantalón formal negro y zapatos cafés). Listos para recibir a los invitados, o bueno, a sus autos.

Antes de entregar las llaves, saco de la parte trasera de la camioneta el regalo para los novios: una cafetera eléctrica con espacio no para una; ¡sino para dos tazas!, y una tarjeta de felicitaciones. Sí, no es el mejor regalo del mundo, pero ¿qué se le puede dar a una pareja a la que no conoces en absoluto? Supongo que hubiera sido peor no traer nada.

Un linda chica con vestido rosa nos da la bienvenida. Le entregamos el regalo y nos dice que entremos y que la pasemos bien. Es increíble que no nos haya pedido la invitación o nuestros nombres o algo para confirmar que sí somos invitados. Scott nos dice que nos adelantemos mientras él va al baño, que; pensándolo bien, eso es lo que hace siempre antes de subir al escenario cuando vamos a tocar en Reggies, tal vez sea su método para calmar los nervios. Caminamos por el pasillo de la entrada hasta llegar a uno de los salones principales.

El lugar es muy amplio. En la parte alta, cuelga una enorme cortina de techo de tono café claro. En el salón abundan unos grandes ventanales que ayudan a iluminar mejor todo el lugar.

A parte de los invitados; quienes tienen más presencia en el salón son las flores, decorando el techo, los centros de mesa, las ventanas, las columnas de piedra que rodean el salón, el barandal de las escaleras...

Sobre las mesas, cubiertas con manteles blancos que rosan el suelo, descansan los mismos utensilios para cada invitado: Un plato principal de porcelana y un plato sopero (también de porcelana), a un lado, una servilleta marrón doblada en forma de cuadrado, dos cucharas (una grande y una pequeña), dos tenedores, un cuchillo y una copa de cristal. Al centro de la mesa, además de la decoración floral, hay cuatro velas apagadas, cada una dentro de una base semi esferica de cristal. En el extremo opuesto del salón, hay una larga mesa reservada especialmente para los recién casados.

Avanzando A Tu Lado © (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora