CAPÍTULOS UNICOS // LA VIDA DESPUÉS DE CASADAS

"¿Te puedes calmar?" ... (113)

Flavia apenas había podido reaccionar al hecho fe que Mayra saliera del baño de aquella habitación.

Ella le preguntaba cosas que ni al caso. ¿Qué le importaba como estaba su hija?. La furia comenzaba a invadirla, los celos, se sentia humillada.

-Amm Javi recorde que tengo que ver unas cosas. -Maira camino a traves de la habitación y tomo sus cosas, acto seguido saludo efusivamente a Javiera.

¿Era real? ¿En su cara? Pensó.

Cerro con broche de oro cuando se acerco y la abrazo. Nisiquiera podía hablar o mejor dicho temia explotar frente a ella.

Ella salio de la habitación y Flavia miro furiosa a Javiera.

-¿Qué demonios hacia esta mujer aquí?

-Nada, nada. Solo paso a saludar. ¿Pedimos algo de cenar? -sonrió.

-¿Estas jugando conmigo? ¿Crees que soy una imbecil? ¿Hiciste que viniera aquí para humillarme teniendo a tu ex dentro de tu cuarto?

-¿Qué? No, claro que no. Perdón, tuve que decirtelo antes. Yo estaba esperandote, ya hasta pense en planes. -sonrió acercandose a Flavia pero esta se alejo.

-Estas mal si crees que voy a quedarme aquí. -tomo sus cosas y se marchó.

-¿Flavia es enserio? No te enojes, ven. ¡FLAVIA! -tomo las llaves y corrió. La alcanzo escaleras abajo.

-Dejame en paz Javiera.

-Hey mi amor, no tienes porque enojarte, no hacia nada de malo. Solo...

-Jamás creí que fueras a tratarme de esta manera. -sus ojos brillaban producto de las lagrimas que amanezaban con salir.

-¿Qué? -no creía lo que oía.

-Dejame pasar, no me quedare aquí..

-¿A donde iras?

-No te importa, soy una mujer grande y se cuidarme.

-Flavia... -se corrió.

-Gracias por todo Javiera. -la vio irse con ideas erroneas.

...

En el carro pensaba en lo idiota que había sido, se había ido de su casa para estar con ella y así se lo pagaba. De igual manera no volvería allí y si lo hacía sería para buscar el resto de sus pertenencias, aunque le dolia dejar su casa de años con tantos recuerdos, sabía que era lo más sano para ella y lo sería en su momento cuando tuviera nuevamente a su hija con ella. Ahora debía revsolver donde dormiria. Hablaría con Emiliano, de lo contrario se iria a un hotel. Pero a su casa no volvia.

Tomo el telefono y marco...

-Hola. Necesito que me ayudes. ¿Puedes? -espero unos segundos y asentó sonriendo.

...

Emiliano abría la puerta y ahí estaba ella.

-Hey... ¿qué paso? -toco un mechón de su cabello.

-Perdón. -él la abrazo.

-Tranquila, tranquila. -se alejo para observarla. -¿Estás bien?

-Si, si. -asintió.

-¿Segura?

-Ajá... -mintió. -¿Me puedo quedar acá? -pregunto algo apenada.

-Por supuesto, todo el tiempo que quieras. -la observo una vez más. -Hey, hey... ven, ven. -la abrazo nuevamente.

De alguna manera el que su hermano indirectamente supiera que le sucedia le daba algo de tranquilidad, sabia que al momento de hablar con la verdad él la entendería y la apoyaría más que nadie.