Tan Solo Amantes XXXI (CAPÍTULOS UNICOS)

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Leiva entro a la oficina de Javiera.

-¿Muy ocupada?

-Un poco. ¿Pasa algo? -alzó su vista.

-¿Sigues siendo muy allegada a Flavia Betancourt?

-¿Es enserió tu pregunta?

-Ay dale. Es que hay un rumor de que Dante Covarruvias no estaría en su casa.

-¿Chismoso eres ahora?

-No, pero es extraño que se hayan separado justo ahora. ¿Tienes que ver con eso?

-Para nada. -respondió rápidamente.

-¿Segura?

-Entrasta aquí. ¿Me dices para que?

-Hay que investigar eso. Ponte a trabajar.

-Flavia no querrá mencionarme nada de eso y no creo que tenga que ver con la desaparición de su sobrino.

-¿O sea que sabes?

Javiera suspiro mientras lo pensó antes de abrir la boca.

-Sabía que Flavia se separaría de Dante pero no ahora, cuando Mateo apareciera.

-¿Eso que quiere decir?

-Que sucedió algo que le impide seguir en ese matrimonio, no lo--

-El hecho de haberse acostado contigo lo comprueba.

-Cállate, no hables así de ella. Porque si en esas te vas a poner, déjame decirte que ella es más valiente que tu al separarse de su marido que tú de tu mujer cuando miras con deseo a otra. -lanzó furiosa.

-Wow. -asintió.

-No puedes hablar así de ella, independientemente de todo, no deja de ser una dama.

-Me disculpo, tienes razón. -alzó sus manos. -¿Alguna vez creiste que una dama como la señora Betancourt dejara todo por ti?

-No me simpatiza tu tono burlón. No creí que fueras como el "tipico" machito.

-Tranquila Caceres, solo es broma, yo no soy así. De igual manera hay que saber si no hay algo detrás que haya adelantado las cosas entre ellos.

-Bien. -desvío su mirada.

...

Más tarde Flavia estaba a punto de salir cuando se encontró con Caceres de frente.

-¿Flavia?

-Tranquila, ya me iba. Solo vine a recoger algo que me quedó aquí.

-¿Podemos hablar?

-No hay nada que debamos hablar, fuiste muy directa la última vez.

-No fue así. ¿Me dejas hablar? Oye, ya estamos aquí, en nuestro lugar. -sonrió.

-Ya no es nuestro.

-Si va a dejar de serlo que al menos sea por la buena. Nos merecemos eso ¿no?

Flavia sonrió levemente.

-Esta bien. Pero tengo hambre.

Javiera rió.

-Bien, pediremos comida.

Entraron juntas nuevamente.

Javiera revisaba una página de comidas mientras veía a Flavia dejar sus cosas otra vez, ¿así vería haciéndolo a diario si vivieran juntas?

Sacudió sus pensamientos y terminó de ordenar la cena.

...

-¿Todo eso lo dijiste por sus palabras? -Flavia meneaba el contenido dentro de la boca sin dejar de mirar a la mujer frente a ella.

CAPÍTULOS UNICOS // LA VIDA DESPUÉS DE CASADASWhere stories live. Discover now