CAPITULO 6

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Nicodem

Me paso la mano por la cara frustrado mientras Ilenka cruza los brazos dejándose caer contra el respaldo de la silla extenuada por no poder llegar a un acuerdo con respecto una de las tantas cosas que hay que hacer para la fiesta de despedida de solteros de Aria y Marek.

¿Por qué mierda me metí en esto?

Oh, cierto, porque estoy encaprichado con ojitos de gato.

-No llegaremos a un acuerdo si te encaprichas cada 10 minutos. -Espeto mirándola.

-Me encapricho porque sé lo que le va a gustar a Aria y a Marek.

Ruedo los ojos. -Llevamos 2 horas hablando de tragos, tomémonos un descanso, por favor.

Me levanto de la silla yendo hacia la cocina, abro el refrigerador viendo las botellas de cerveza que tengo prohibidas de beber, suspiro mientras tomo una jarra de agua con dos vasos y regreso a la mesa viendo que esta con los ojos cerrados masajeándose las cienes tratando de relajarse.

Dejo uno de los vasos delante de ella lleno de agua y me siento nuevamente delante suyo mientras esta ensimismada mirando las nubes grises de las que cae la lluvia que choca con el ventanal gigante que tengo a mi espalda.

-¿Aria te dijo a quienes quiere invitar? -Le pregunto y me mira engatusandome con sus ojos.

-Me envió la lista, pero no la vi aún. -Dice mientras comienza a buscar la lista en su celular.

Saco mi teléfono contestando algunos mails del trabajo mientras la espero, Alex me envía un mensaje que ni siquiera veo y estiro mis piernas bajo la mesa cruzando los pies para más comodidad dejando el aparato sobre la mesa aburrido.

-Invitaron a mi hermano... -Comenta llamando mi atención- ¿Conoces a su esposa?

Sonrío de lado ante su curiosidad. -Fui su padrino de boda... Creo que te agradaría.

-Eso espero, porque quiero conocer a las niñas y mamá mata a papá en cuanto a niños se trata. -Comenta.

Oh... Zerek no le dijo nada.

Bebe agua distraídamente y entrecierro los ojos mientras repiqueteo sobre el costado del vaso dudando en decirle o no decirle sobre su posición en la vida de las niñas.

-Zerek no te dijo... -Murmuro y frunce el ceño.

-¿Qué cosa?

-Eres madrina de una de las niñas, además que tu firma está en un contrato que dice que si a ellos le pasa algo tienes la custodia compartida conmigo. -Declaro sorprendiéndola.

Deja a mitad de camino el vaso asombrada por un momento, se recompone dejando el vaso sobre la mesa y se comienza a crujir las articulaciones de los dedos pensativa hasta que deja sus dedos tranquilos y me mira.

-Okey... Supongo que tendré que hablar con él porque creo saber porque no lo menciono.

Sí, porque aún tiene la sospecha de que huiras y con la custodia cree que hará que de alguna manera no vuelvas a escapar.

Nos quedamos en silencio mientras hago círculos sobre el borde del vaso, suspira y se pasa la mano por los ojos evidentemente cansada hasta que siente mi mirada sobre ella.

-Vi a los trabajadores salir de tu apartamento en la semana... -Comento y me mira con una ceja enarcada- ¿Estas remodelando?

Asiente. -Reforme el estudio de mi hermano y ahora es un salón de baile con un caño movible.

Mierda...

Busco un segundo algo en mi rostro que me dé una señal de que descubrió la escalera interna, pero cuando no encuentro nada, entrelazo los dedos detrás de mi cabeza con una actitud más relajada.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora