CAPITULO 12

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Ilenka

Me despierto por los golpeteos en la puerta de madera y miro la habitación totalmente desorientada hasta que recuerdo que hoy es la boda de Aria, me restriego los ojos volteando a mirar el techo blanco y carraspeo con la garganta seca dándole permiso a quien esté detrás de la puerta.

-Buenos días, señorita -Saluda la mujer castaña-. Mi nombre es Lucia, y aquí le traje el desayuno.

Miro a la sirvienta personal que da el hotel tematizado en la nobleza Inglaterra del 1815 que trae una bandeja de plata con un juego de té y un par de tostadas, camina hasta la pequeña redonda junto al ventanal y se queda a los pies de la cama con sus manos detrás de su espalda con una actitud completamente servicial y sumisa.

-Buenos días -Saludo sentándome en el borde de la cama-, ¿Me puedes decir que hora es?

Observa el reloj que saca del bolsillo del delantal indicándome que son las [10 AM] y dejo que se retire de la habitación para que siga con sus tareas, me levanto del mueble y me envuelvo en la manta que hay en el pie de la cama restregándome los ojos, me siento en la silla de madera pegando mis rodillas al pecho cubriéndome con la manta, desayuno observando por la ventana las nubes grises con aspecto de que en corto va a empezar a llover y volteo cuando escucho que se abre nuevamente la puerta y es la misma muchacha.

-Disculpe señorita, pero en 2 horas es el comienzo de la ceremonia y su amiga Aria nos pidió a todas que comencemos a ayudarlos a enlistarlos. -Explica acercándose.

-Está bien, gracias Lucia.

Asiente acercándose a tomar la bandeja con los restos del desayuno y mira los restos con el ceño fruncido confundida, sus ojos chocan contra los mío titubeante.

-Le quedan 2 tostadas, ¿Quiere que se las deje? -Me pregunta tomando el plato.

Niego con la cabeza. -No, gracias Lucia, estoy bien, aprovechare para comer luego en la fiesta.

Asiente servicial y se retira con la bandeja, me paso la mano por el pelo levantándome de la silla yendo hacia la pequeña maleta a buscar el vestido junto al corset guardado impoluto dentro de su funda, los zapatos dejándola sobre la cama y tomo el estuche del maquillaje dejándolo sobre la mesa, al mismo tiempo que escucho la puerta volver a abrirse dándole espacio a la muchacha que se acerca poniéndose frente al vestido.

-Primero me voy a maquillar y peinar luego me visto. -Le indico y asiente.

-¿Quiere que le ayude en algo señorita? -Consulta poniendo sus manos detrás de su espalda.

Me quedo un segundo pensando y asiento sentándome en la silla frente a la ventana para tener toda la luz natural que se puede tener, volteo a mirar a la muchacha que me mira expectante.

-¿Puedes invitar a Jula a que venga para prepararnos juntas? -Le pregunto y sonríe levemente.

-Lo que usted desee.

Se retira de la habitación y me pongo una bincha apartando mi cabello de la frente comenzando a ponerme productos para el cuidado facial, hasta que escucho la puerta abrirse, volteo viendo a la rubia sonriente entrar en bata con el cabello a medio recoger.

-Buenos días, cariño. -Saluda mi amiga.

Se acerca dejando su maquillaje junto al mío y besa mi mejilla mientras una muchacha pelirroja entra con una funda donde tiene su vestido y sus zapatos negros, dejándolo sobre mi cama al lado de mis cosas.

-Buenos días... -Saludo mientras sigo con mi cuidado.

-Pudiste hablar ayer con...

-Si -La interrumpo sabiendo a quien se refiere-, pudimos hablar.

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