◍𑂺ི⸼🍓⃕. Refrán.

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Me estire levemente, sentía el sol tocar cada pequeño centímetro de mi rostro, me hizo sentir abrumado. Talle mis ojos mientras me ponía mis pantuflas e iba al baño, mire mi desastroso cabello y mi desalineado rostro, tenía hasta lagañas. Suspiré. – Todo sea por el amor no correspondido de Theo. – mencioné antes de mojar mi rostro con agua.

(*´ω`*)

Mis nervios estaban de punta, no sabía cómo expresar aquello que sentía mediante palabras. Estaba absolutamente feliz por la llegada de Ginny, y sin embargo mi alma sentía un sufrir horrible. Sentía como si me ahogara en mil pensamientos negativos... Y Ginny solo pensaba en que era momento de retomar aquello que habíamos dejado, finalizar con casarnos así como era planeado.

Acepte ciegamente sin darme cuenta de que eso por alguna razón destrozaba más mis sentidos y me hacía sentir como un muerto viviente, un zombie para ser más claros, y me daban unas ganas inmensas de comer mi propio cerebro. A ver si así dejaba de repetir el rostro de aquel rubio sufriendo. ¡A ver si de una buena vez dejaba de sentir mil sonrojos y mariposas por el simple hecho de recordar su agradable comportamiento!

A ver si de una buena vez esos sentimientos y pensamientos se iban con quién tenía en frente... Mi prometida. Al fin y al cabo algo nuevamente monótono y fuera de emociones fuertes eran lo que más quería, así como estaba planeado. Suspiré y al voltear levemente la cabeza por el aburrimiento del momento, note algo en específico. Neville con Theodore, volteé nuevamente la cabeza a el discurso que tenía que dar la decoradora de bodas.

...

¡Un momento! ¿Que diablos hace el amigo de Draco aquí? Me levanté de golpe sin dejar terminar lo que decía Rita.

– Señorita Rita, perdone mi atrevimiento y eso. Pero ya sabe, la naturaleza llama y... – fue interrumpido antes de continuar.

– No se preocupe, puede retirarse. – parecía que le dio un tick en el ojo y ya se estaba hartando de su poco interesante excusa improvisada. Sonrió burlón y levantó la mano en señal de despedida.

– Con permiso. – dijo antes de salir huyendo, Ginny se veía estupefacta, y su mejor amiga estaba igual e incluso peor.

(*´ω`*)

Ya había llegado al jardín. Pero, ¿que debía decir?, ¿si quiera por qué fue?
Camino deambulando hasta que chocó con su padre. Durante esos tres días su padre no quería ni dirigir su mirada hacia su hijo, y el azabache menor estaba igual. Sabía lo incomodo que era y después de todo no quería recibir ningún regaño. Se sintió incomodado y trato de sobrepasar a su padre sin ser descortés. Él mayor simplemente vio la espalda de su hijo con cierta decepción, había lastimado a Draco. Pero no lo culpaba, eran cosas que sucedían, él debía entender que no tenía gran culpa en eso. Al final todos cometemos errores y empezamos a aceptarlo poco a poco. Si eso implicaba que por ahora lo ignorará solemnemente, pues estaba bien. Siempre lo esperaría con los brazos abiertos.

Él azabache continuó su tortuoso caminar, para su suerte sin más interrupciones. Una vez llegó cerca suyo escucho como ambos chicos hablaban alegremente. ¿Y si las cosas serian distintas? ¿Estaría así con el rubio o con la pelirroja? ¿Realmente estaba dispuesto a entregar su vida a Ginny? ¿Por qué diablos si quiera se preguntaba esa clase de cosas? Él debería ser la persona más feliz por todo. Al final consiguió lo que quería, no como quería, pero lo tenía.

Neville calló al ver como el azabache se acercaba. – Joven Potter. – dijo alegremente mientras alzaba una mano y la movía de derecha a izquierda como saludo. Theodore volteó molesto, primero hace a su mejor amigo sufrir y ahora no dejaba terminar su coqueteó discreto.

– Ya te dije que me digas Harry, Neville. – el chico que parecía conejito sonrió y asintió. – ¿Me puedo robar un rato a tu novio?

Pregunto un tanto nervioso. Vió como las mejillas y orejas del susodicho se coloraban.

– N,no es mi novio. Pero esta bien. – trato de ocultarse entre su bufanda como si fuera un avestruz. Cosa que le pareció más que adorable al castaño. Sin percatarse de que, básicamente, lo está regalando.

– No pienso moverme de aquí. – dijo antes que nada y de forma ruda. El azabache hizo algunos movimientos exagerados y tratando de articular alguna excusa o algo por el estilo.

– Oh, si desean yo me voy. – mencionó el pelinegro como solución a su problema.

– No, no tienes por qué Nev. Supongo que lo que él tenga que decir no es un secreto. ¿O si, Potter? Así que, quédate si te parece bien. – dijo ciertamente acaramelado el castaño.

El jardinero sonrió y asintió.

Mientras que él de anteojos sufría internamente.

– Bien... – pensó mejor sus palabras y habló. – ¿Como está él? – fue lo primero que salió de sus labios.

– ¿Él? Ja, te sorprendería lo bien que está. No es como que seas necesidad suya. – sonrió burlón mientras se acerca de forma retadora. Dirigió su manos a su bolsillo y saco una bella cajita, el anillo de su madre. – Oh, por cierto. Me pidió que le entregará este anillo a el señor Potter. Pero ya que tú estás aquí será mejor dártelo directamente. Se le olvidó entregarlo antes de irse, resulta que tu padre se lo dió. Así que aquí tienes. – le entrego la cajita con una seriedad indescriptible. – Y por si fuera poco, cuida bien a Hadwug o como quiera que se llama el bello gatito que te dio. Apuesto que será lo único que te quede de recuerdo por tu desastre. – volteo nuevamente y vio a su flechazo con una sonrisa.

Como si hasta hace diez segundos no hubiera usado frases pasivo-agresivas.

A todo eso el azabache quedó estático y vio la hermosa cajita.

"En mi vida le entregaría este anillo a ninguna de tus parejas. Se que jamás eres estable."

Resonó en su cabeza, era lo que su padre siempre decía. Y sin embargo se lo entrego a él. Se sintió un completo idiota. Al final el bien nunca  es conocido hasta que es perdido. Y ese refrán lo fastidiaba más que nunca.

Suspiró y decidió volver a la aburrida charla con la señorita Skitter.

– Cuando dijiste que la naturaleza llamaba, jamás espere que te referías a salir al jardín para charlar con uno de los amigos de ese rubio alborotado. – mencionó la pelirroja ciertamente enojada. Decidió no refutar ni decir nada al respecto, era mejor callar a armar un alboroto injustificado.

ִֶָ ˚˖🍓 Las cartas no mienten (Drarry) ִֶָ ˚˖🍓Where stories live. Discover now