Ⅲ:𝑬𝒔𝒕𝒐 𝒚𝒂 𝒆𝒔 𝒎𝒖𝒚 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂𝒏̃𝒐

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Al despertar a las 8:00 AM, sentí cómo mi cuerpo pesaba y mi mente parecía estar sumergida en una neblina. No tenía prisa por levantarme ni moverme; Después de todo, no tenía muchos planes para el día. Las clases en la universidad no eran aún una rutina, y estaba indecisa sobre qué camino tomar en términos de estudios. La medicina me llamaba la atención, pero su complejidad y nivel de estrés me intimidaban. Luego, consideró la posibilidad de ser detective o adentrarme en el mundo de la psicología, criminología, forense, actuación, animación... Las opciones parecían infinitas.

¿Qué camino debía tomar? Era una pregunta que a menudo me atormentaba. Me gustaba la idea de salvar vidas como médica, pero también era atraída por la posibilidad de resolver misterios como detective. Por ahora, el día se extendía ante mí, y tenía que tomar una decisión en cuanto a cómo lo abordaría.

Finalmente, decidí levantarme y bajar para comer algo. Mi pequeña casa tenía un toque hogareño que me encantaba. Aunque no era grande, la había decorado de manera que fuera cómoda y acogedora. Había optado por esta casa debido a su precio asequible y su proximidad al bosque, algo que me atraía. Los vecinos solían mencionar las "historias" que circulaban por el pueblo, pero nadie parecía dispuesto a hablar abiertamente de ellas. A pesar de la curiosidad, había evitado indagar en las historias que se rumoreaban y prefería no buscarlas en la biblioteca.

El pueblo en sí era encantador, sin dar la impresión de ser tétrico o solitario. Sin embargo, había un aura de misterio que envolvía el lugar, generando un ambiente intrigante.

Opte por un desayuno simple, un tazón de cereal. El día se extendía ante mí, sin planos concretos. Podría salir a caminar como había hecho ayer, o podría visitar al señor Eugene. Vivía cerca, en la esquina de la calle. Disfrutaba charlar con él y ofrecerle mi ayuda en lo que necesitara. Era un hombre mayor que vivía solo; su hija y nietos vivían en una ciudad distante, por lo que las visitas eran escasas. Aunque a veces se le notaba solo, solía entablar conversaciones amigables con los vecinos y otros ancianos en el parque.

Decidí cambiar mi ropa antes de salir para visitar al señor Eugene. Me puse unos jeans negros y una holgada playera negra con un estampado de árbol. Completé el atuendo con unos botines de suela gruesa que eran cómodos de usar. Llevaba conmigo el teléfono, las llaves, la cartera y los audífonos. No necesitaba mucho más para este tipo de salidas.

Antes de cerrar la puerta tras de mí, lanza una última mirada a la sala y al corredor. Quería tener un recuerdo visual en caso de que algo cambiara mientras estuviera fuera. Con eso en mente, salí a la calle y comencé a caminar. Aunque eran alrededor de las 9:20 AM, tenía la esperanza de que el señor Eugene estuviera despierto y dispuesto a charlar.

<<Toc, toc>> 

Toco la puerta esperando a que habrá, esperaré un poco, tal vez ni siquiera escuchó.

Veo como se abre la puerta frente a mí.

—Buen día— Dijo el señor Eugene mientras acomodaba sus lentes para verme. — Oh, querida, eres tú, ¿Cómo te ha ido?— Me dice "Querida" antes me llamaba por mi nombre, pero se le olvidaba, entonces empezó a llamarme así, realmente no me molesta.

𝚂𝚝𝚛𝚊𝚗𝚐𝚎𝚛 (C̷r̷e̷e̷p̷y̷p̷a̷s̷t̷a̷)Where stories live. Discover now