𝑿𝑰𝑰: 𝑬𝒔𝒕𝒖́𝒑𝒊𝒅𝒐

50 8 18
                                    

• ••´º´•» - «•´º´•• •


Que estupidez.

Toda esta situación era estúpida.

Que esté siguiendo por voluntad propia a un secuestrador es estúpido.

Siguiendo su espalda, hacia la oscuridad del bosque.

Sus pasos son pesados y seguros, no mira hacia abajo, a pesar de que probablemente el pasamontañas molesta su vista no se detiene para mirar dónde pisa, apuesto a que conoce este bosque cómo la palma de su mano.

Presiento que incluso si huyo él podría encontrarme fácilmente.

Miro a mis espaldas, buscando algo o alguien que pueda ser un obstáculo o una esperanza.

Nada

No había nada

<<Tal vez, solo debería aceptar que después de todo, no puedo avanzar sola, siempre necesitaré a alguien>>

<<¿Tiene algún caso intentar escapar de él?>>
<<No, no lo tiene>>

Pero aún así
<<Tampoco tiene caso seguirlo>>

Sin darme cuenta de que mis pasos eran más lentos, me puse de cuclillas, sujetando mi estómago, agachando mi cabeza.

Tengo al menos 10 segundos antes de que Mr. Encapuchado se dé cuenta de que me he detenido.

Mientras él sigue de espaldas a mí tomo una roca medianamente grande el suelo, del tamaño de la palma de mi mano, para volver a poner mi mano escondida en mi cuerpo.

—¿Por qué te detienes?— Su voz era seca, tenía un tono ronco, pero muy directo.
—Estoy hablándote, ¿Por qué te detienes?— Su tono de voz aumentó.

Sus palabras hicieron que un escalofrío recorriera toda mi columna vertebral.

Sus pisadas cada vez más pesadas hicieron que me congelara.

Y el sonido de la pistola cargándose cerró mi garganta, sentí que por un momento mi corazón se detuvo.

—¡¿POR QUÉ NO CONTESTAS?!— Tomó mi brazo para levantarme.

En ese momento mi cuerpo tomó un modo automático.

Mi mano con la roca alzándose hacia su brazo, golpeando la parte delantera de su codo y mi rodilla pateando su estómago.

Soltó el arma y mi brazo, en ese momento hice lo más inteligente que se me ocurrió, sujetar el arma y correr.

Correr en dirección opuesta a dónde íbamos originalmente, no rectamente, dando giros y giros lo suficiente para perderlo, sujetaba el arma lo más lejos de mi cuerpo posible, cuidando apuntar hacia el frente.

Una vez llegando a una zona con árboles torcidos y raíces sobresalientes me detuve, escuchando alguna señal de que él se acercara.

Pero no llegó.

Mirando a mi alrededor en busca de alguna silueta o ruido.

No tenía tiempo para pensar que estaba a salvo, tomé su arma y lo golpeé, va a matarme.

Es decir, igualmente él lo habría hecho, no tenía caso solamente caminar hacia mi muerte, ¿Pero ahora?, Tal vez me mate de un modo horrible.

Aunque ese hombre haya dicho que no lo hicieran apuesto a que lo harían tarde o temprano, cómo dijo Mr. Ocean Eyes.

𝚂𝚝𝚛𝚊𝚗𝚐𝚎𝚛 (C̷r̷e̷e̷p̷y̷p̷a̷s̷t̷a̷)Where stories live. Discover now